Este próximo verano volveremos a sentir miedo en el espacio con Alien: Romulus. La película dirigida por Fede Álvarez rescata la saga de terror y ciencia ficción una vez más, después de las dos superproducciones dirigidas por Ridley Scott en los 2010, prometiendo un regreso a los orígenes y una historia enmarcada entre las dos primeras entregas de la franquicia. Eso sí, sin Ripley de por medio, motivo por el cuál hoy hemos querido viajar al pasado y hablaros del último estreno de la saga con Sigourney Weaver en el reparto, la infame Alien: Resurrección.
Después de 200 años y ocho experimentos, un grupo de científicos logró clonar a Ellen Ripley. Hollywood tenía así la excusa perfecta para volvernos a aterrorizar en pantalla con una historia dirigida por Jean-Pierre Jeunet (sí, el mismo de Amélie) cargada de momentos bastante emocionantes, pero otros bastante vergonzantes, y un reparto con nuevas caras entre las que destacaba Winona Ryder (Stranger Things) y Ron Perlman (Hellboy). Para este especial, sin embargo, hoy queremos quedarnos con menos de 10 segundos de metraje donde se puede ver una maquina arcade en el puente de la Betty, la nave de los mercenarios.
El momento exacto del que os hablo ocurre alrededor del minuto 13 con 15 segundos en el montaje teatral disponible en Disney+, y del minuto 17 con 20 segundos en el Director's Cut, y sirve para presentar a la tripulación del buque. En él vemos una pequeña explosión de una nave con apariencia de ave de presa Klingon (Star Trek). Al segundo descubríamos su nombre, Atom Zone, y puede que se te quedaras tentado por saber si existía de verdad en la realidad. Si estás entre esos dudosos tenemos te contamos toda la historia detrás de ese arcade.
Era mucho más que esos segundos en pantalla
Y como muchas otras cosas en la vida, la respuesta a esta pregunta es un sí, pero no. Para acompañar el estreno de Alien: Resurrección, 20th Century Fox contrató a Argonaut Games para desarrollar un videojuego basado en los hechos narrados en la cinta de terror y ciencia ficción. Así mismo, también se encargaron de escribir y diseñar una aventura de acción arcade que se usaría en el rodaje. Nacía así Atom Zone, aunque lo que vimos en pantalla fue mínimo y terminó por decepcionar a sus creadores que esperaban tuviera una pizca más de metraje.
Es más, Argonaut Games desarrolló una experiencia jugable al completo que, por desgracia, fue rechazada. Al parecer, el director necesitaba de unos segundos muy concretos para su composición, y el estudio encargado terminó por capturar una sección no interactiva para su uso en la producción que respondía exactamente a las peticiones del cineasta. Pero, ¿qué pasó con su trabajo? ¿Se liberó? Pues estuvo a punto de ser así. Así lo contaba uno de sus autores: "En alguno argumento se habló de adjuntarlo gratis con Alien: Resurrection, pero todo cayó en el olvido ante el enorme esfuerzo de crear el juego principal".
Un videojuego que se retrasó varios años
Y es que el desarrollo del videojuego de la película no fue precisamente un camino de rosas. Tal y como nos contaron en su día en GamesRadar, el videojuego llegó cerca de tres años después del estreno de la películas a las tiendas, solo para PlayStation, después de un cambio de enfoque en su acercamiento provocado por el repentino éxito del primer Tomb Raider, lanzado en 1996. La idea inicial pasaba por hacer un shooter cenital a lo Alien Breed, se desechó todo ese trabajó inicial por apostar por un título de acción y disparos en el espacio.
Alien: Resurrección, como el resto de películas de la saga, incluidas los crossovers con Predator, puede verse actualmente en el catálogo de Disney+.
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