Los city builders son famosos por ser complejos. Tienes que tener mucho en cuenta, desde los recursos que gastas a los ingresos que generan tus construcciones o la felicidad de tus habitantes, a veces la carga de llevar una ciudad puede ser demasiado pesada. No es el caso de Townscapper, un juego relajante en el que nuestras habilidades urbanísticas pueden ser tan pobres como las de una patata, e igualmente pasaremos un rato agradable.
El juego se lanzó en early access en el verano de 2020 y está desarrollado por el ilustrador y desarrollador sueco Oskar Stålberg. Cada partida nos pone frente a un gran lienzo en blanco en el mar, y a partir de ahí vamos construyendo una ciudad costera desde cero a través de colocar bloques que, como por arte de magia, se irán anexionando entre sí creando escenarios muy atractivos. La coherencia con la que se forman estas plazas, edificios, puentes y torres según vamos quitando o poniendo bloques es verdaderamente increíble, y hay aquí un gran trabajo por parte del desarrollador al construir un algoritmo que impresiona por su precisión y su sentido de la estética.
El objetivo final del juego es ese mismo, de hecho, poner bloques para ir haciendo ciudades bonitas. No hay sistema de puntuación, no hay misiones, no hay nada más. Muchos se han cuestionado si Townscapper puede considerarse siquiera un videojuego, o es más una herramienta. En PC Gamer hablaron de él como un "juguete virtual. Una especie de juego de Lego para construir pintorescos pueblos empedrados, tan acogedores o tan extensos como desee tu imaginación".
Un desarrollo tan casual como sus mecánicas
El desarrollador fue muy franco desde sus inicios, describiendo su creación como un concepto experimental y algo que se iría construyendo con el tiempo y en base al feedback. Cuatro años más tarde no hay muchos cambios al respecto en cuanto a mécanicas, y sin embargo la propuesta ha mantenido el interés de la comunidad con el tiempo, con incluso canales dedicados en redes a las costrucciones con el editor.
Parte del éxito ha sido esta forma de hacer comunidad. Este modo más casual de disfrutar el género es atractivo para muchos jugadores que no tienen el tiempo para dedicarle a otros simuladores más complejos, y atiende a un nicho de mercado más interesado en jugar por la estética. Cada vez más hay espacio en la industria del videojuego para iniciativas alternativas de este tipo, y de hecho este juego ha inspirado en los últimos años a otros similares.
Townscapper está disponible para Android e iOS, Windows PC, MacOS y consolas de Xbox. El juego puede incluso jugarse en navegador de forma gratuita, con la única restricción de no poder guardar y contar con una malla menor sobre la que construir.
Imágen: Dr. Oetker
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