Quienes vivimos la explosión de Nokia en el mundo de la telefonía móvil de la mano del mítico Nokia 3310 y ediciones similares, tenemos grabado a fuego en nuestra memoria su tono de llamada por defecto. Una preciosa melodía que no tardó en convertirse en parte de la cultura popular de medio mundo pero que, al menos en España, llevábamos más de 100 años escuchando.
La característica tonadilla del Nokia en el que jugábamos a la serpiente es en realidad una adaptación al chiptune de los últimos compases del Gran Vals de un guitarrista y compositor español llamado Francisco Tárrega, un músico de Villareal nacido en 1852 que, lamentablemente sufrió un accidente que marcó su vida y lo llevó a crear una de las canciones más reconocidas del mundo.
Por culpa del descuido de una niñera, de crío cayó en una acequia y tuvo secuelas que afectaron a su visión. Preocupado por el futuro que le deparaba si finalmente se quedaba ciego, su padre lo llevó a clases de música, donde aprendió a tocar la guitarra antes de convertirse en profesor y convertirse en un virtuoso del instrumento que le llevó a dar conciertos en varias ciudades, incluidas París o Londres.
Cómo el Gran Vals se convirtió en el Nokia Tune
Aunque se desconoce el origen exacto de cómo llegó el Gran Vals de Tárrega hasta los finlandeses (se cree que uno de sus directivos escuchó la canción en una tienda en una visita a España), la primera relación directa entre el tema y Nokia está en su uso como música de fondo para el anuncio del Nokia 1101 en 1992.
La música gustó tanto a sus directivos que, en 1993, el vicepresidente de la compañía, Anssi Vajoki, le enseñó el tema a su jefe de comunicaciones, Lauri Kivinen, y entre ambos decidieron que el segmento de entre los compases 13 y 16 se utilizaría como música para el eslogan de la compañía. Apenas un año después, en 1994, se introdujo en el Nokia 2010 como el tono de llamada Type 5, convirtiéndose en el tono de llamada más famoso de la compañía.
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