En el punto más álgido de su carrera, habiéndose convertido en un icono del feminismo por sus logros y récords como piloto de aviación, Amelia Earhart se esfumó sin dejar rastro en 1937 mientras intentaba realizar la vuelta al mundo a bordo de su avión Lockheed Electra 10E. Ahora, el misterio acerca de su desaparición, que avivó no pocas teorías de la conspiración, parece estar más cerca de resolverse. ¿La clave? Un jubilado obsesionado con la historia y con un acaudalado bolsillo que ya lleva más de 11 millones de dólares invertidos en la búsqueda.
Con una corta carrera plagada de logros, desde convertirse en la primera mujer en cruzar el Atlántico hasta hacer lo propio sobre el Pacífico ecuatorial (ambas en solitario), cuando desapareció el avión en el que intentaba dar la vuelta al mundo junto a su copiloto, Fred Noonan, el misterio sobre su paradero se convirtió en una de las leyendas negras de Estados Unidos.
Lo ocurrido pronto se convirtió en la excusa perfecta para dar forma a teorías conspiratorias como que ambos eran espías que fueron capturados por los japoneses, que naufragaron en una isla en la que posteriormente se encontraron restos óseos, o que incluso volvieron a casa para continuar con sus vidas en el anonimato bajo nombres falsos para intentar escapar de la opinión pública.
Qué le ocurrió a Amelia Earhart
La teoría más plausible, la que apoya el gobierno de Estados Unidos y sobre la que se centra esta nueva investigación, es que durante un vuelo de 20 horas el sistema de navegación falló, provocando un desvío de 60 millas náuticas que provocó que se quedasen sin combustible y se estrellasen sobre el Pacífico.
Ahora Tony Romeo, piloto jubilado de las fuerzas aéreas que saltó al negocio inmobiliario donde amasó los 11 millones de dólares necesarios para su investigación, regresó recientemente de un viaje de casi 100 días en el que ha estado mapeando las profundidades de la zona en la que se cree que desapareció Earhart con un dron submarino.
Entre las imágenes conseguidas han encontrado la de un objeto sumergido a más de 5.000 metros de profundidad que se asemeja en medidas y forma al avión de Earhart, lo que ha servido para avivar la llama sobre el misterio y conseguir que varios inversores se sumen a la búsqueda para seguir investigando. Sólo al conseguir el número de serie del avión serán capaces de resolverlo por completo pero, como mínimo, ya tienen otra pista a la que agarrarse.
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