El día de ayer pudimos presenciar uno de los eventos más surrealistas que hemos podido ver en los últimos años en internet, el Dogfight Wild Tournament. El torneo de MMA callejero liderado por Jordi Wild recogió todo lo que se esperaba en un evento de este creador de contenido: violencia, sangre y muy poca vergüenza.
Con 282.000 espectadores de media y un pico de 355.000 viewers en su canal de Youtube, el creador de contenido catalán estuvo a la altura de los eventos de Ibai en Twitch y dejó a todos atónitos con 6 peleas bastante interesantes, aunque es cierto que algunas de ellas duraron menos de lo que esperábamos.
El primer combate enfrentaba a Alex y Salah, un duelo que tenía mucha tensión acumulada al casi pegarse en el cara a cara del día anterior. En menos de minuto y medio, Salah pudo acabar con Alex a través de una llave de la que no pudo escapar, llevándose el primer combate de la velada.
El sugendo combate enfrentaba a Mireia y Luvi en boxeo con guantillas. Con un enorme respeto entre las dos combatientes y tras 5 asaltos de 2 minutos cada uno, fue Mireia la que acabó ganando un enfrentamiento muy parejo y emocionante.
Tras esto llegaba el esperado 2 vs 1 con Luisra y Tortuga en un equipo contra Cesar Alonso, un experimentado luchador que tardó tan solo una ronda en acabar con los dos combatientes.
Luego de esta vendría una de las grandes peleas de la noche Edye vs Franco en un Bare Knuckle bastante sangriento y violento. Después de 25 minutos de golpes, puñetazos y algún que otro ojo hinchado, sería Edye el gran ganador de esta velada.
Los dos últimos enfrentamientos fueron de lo más visto de la noche, aunque también es cierto que fueron dos de los duelos que menos duraron. Por un lado tuvimos un David vs Goliath donde ganó Formiga tras una llave efectiva, mientras que en la muerte súbita el luchador español Aitor fulminó en 30 segundos con Zdravko, aunque casi nos llevamos un susto por cómo acabó este último.
Además de las peleas, también tuvimos la oportunidad de ver un concurso de tortazos bastante divertido, un concierto de metal al más puro estilo Jordi Wild, y un roast de David Suárez que mejor no comentaremos si no queremos recibir unas cuantas demandas.
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