Análisis de Reality Fighters

Análisis de Reality Fighters
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Luchar con Chuck Norris ya es posible, y todo gracias a Reality Fighters. Los españoles de Novarama se estrenan en PS Vita con un videojuego que nos propone hacernos una foto (o un famoso si queremos) para ponernos a luchar. Personalización, tecnología giroscópica y Realidad Aumentada son los mejores términos para presentar uno de los lanzamientos más innovadores de la portátil en su recta inicial de lanzamiento.

Desde su incontestable éxito con el mundialmente reconocido Invizimals (ya con dos entregas y una tercera por llegar), lo cierto es que al estudio español Novarama se le notan las ganas de querer seguir sorprendiendo a la industria. Tal vez esa sea la principal razón por la que vayamos a ver al equipo de desarrollo barcelonés (con apenas 20 empleados en plantilla) presente en el lanzamiento de PS Vita, gracias a un videojuego de lanzamiento, Reality Fighters, que -al igual que su más actual obra- es de todo menos convencional.

El equipo de Daniel Sánchez-Crespo nos propone un título de luchas al estilo clásico, con batallas "versus" de las de toda la vida, pero con una importante característica: aquí crearemos a nuestro propio luchador. Para la ocasión, la compañía ha perfeccionado una técnica de detección de rostros para que, con tan sólo hacernos una foto (ya sea con la cámara frontal o trasera de la portátil), el sistema realice una conversión para meternos dentro del juego con un modelado 3D que respeta nuestros rasgos. Y tenemos que decir que el resultado, aparte de cómico, resulta netamente satisfactorio y original, ya que pocas veces se nos ofrece este tipo de acercamientos donde el propio jugador pueda manejar a un personaje diseñado a imagen y semejanza.

Obtén a tu luchador... ¡por la cara!
De hecho, tal es la importancia de que nos sintamos a gusto con nuestra creación, que el factor de personalización es otro de los componentes más importantes de la obra. Así, una vez hemos sacada la imagen de nuestra persona, la de un amigo o incluso famoso (nosotros nos atrevimos con una foto de Chuck Norris), podremos seguir con el entretenimiento gracias a un buen puñado de aspectos a configurar.

Reality Fighters, en este sentido, posee un editor de personajes bastante potente donde podemos controlar nuestra figura (más obeso, esbelto o musculoso), pero también nuestro atuendo, disponiendo en este sentido de más de 400 elementos equipables, desde uniformes, pantalones o faldas hasta guantes, brazaletes y botas. Los accesorios ridículos están también incluidos, para los que en vez de crear el arma de matar definitiva, opten por algo más extravagante y personal. Además, cada objeto equipado no sólo tiene un impacto sobre la estética, sino también sobre el rendimiento del luchador, algo que incrementa aún más el interés por obtener la mejor combinación posible (entre las millones que se arrojan).

Si todavía no tenemos suficiente, el programa nos invita a colocar un comentario grabado -con nuestra propia voz- al inicio y final de cada combate, pero lo más interesante si cabe es que se nos ofrecen hasta 15 estilos de combate diferentes (break dance, ballet, zombi, kung-fu, superhéroe, kárate, boxeador, muay thai...), cada uno con su grupo de movimientos, combos y ataques especiales. Más de 50 armas equipables -entre las que encontramos espadas, pero también guitarras o extintores- ponen la guinda a este generoso pastel de posibilidades.

El videojuego de Novarama destaca por ofrecernos de poner cara a nuestro propio luchador. Y no pongas caras raras, porque el videojuego ya se encargará de generarlas por ti mientras juegas.
El videojuego de Novarama destaca por ofrecernos de poner cara a nuestro propio luchador. Y no pongas caras raras, porque el videojuego ya se encargará de generarlas por ti mientras juegas.

Evidentemente, no todo en el videojuego de Novarama es customización de personajes, pero sí que supone su motor, desde el punto de vista de que la mayor parte de elementos mencionados serán desbloqueables. Dicho de otra forma, uno de los alicientes para luchar será precisamente la consecución de estrellas que nos permitan disponer de un armario cada vez más completo. Por supuesto, el título incluye un puñado de personajes predeterminados, pero nada tendrá tanta magia como controlar a nuestra propia creación.

Queda pues fuera de toda duda que la posibilidad de diseñar nuestro luchador es lo mejor de Reality Fighters, y es que, por desgracia, la mecánica combativa no está tan trabajada. Fuertemente apoyado en un esquema de batallas laterales “versus” muy tradicional (con barras de vida y poder), el transcurso de las contiendas, aunque respetable, no logra emular el nivel de profundidad de otros exponentes dentro del género. En consecuencia, y a pesar de contar con una respuesta rápida y un número de movimientos elevado por personaje, el sistema queda descompensado, al ser más fácil ganar machacando botones que empleando una estrategia.

Es cierto que es un error en el han caído continuamente muchos títulos que han intentado -evidentemente sin éxito- introducirse en este difícil género, pero al menos los desarrolladores se defienden, con una cruceta que funciona a la perfección (preferible sobre el “stick” analógico) y un ritmo muy fluido.

Puede que el sistema de combate de Reality Fighters no sea el más profundo, pero no nos cansaremos de sus 15 estilos combativos, algunos tan divertidos como los de zombi o superhéroe.
Puede que el sistema de combate de Reality Fighters no sea el más profundo, pero no nos cansaremos de sus 15 estilos combativos, algunos tan divertidos como los de zombi o superhéroe.

Sólo se podría criticar, a este respecto, lo incómodo que resulta luchar moviendo la consola, puesto que otra de las características distintivas del videojuego es que aprovecha la tecnología giroscópica para permitirnos desplazar la cámara (en clásica perspectiva lateral) y seguir así la acción de la batalla. Una decisión algo arriesgada, y es que, por motivos de espacio -por ejemplo, yendo en el tren- lo que menos nos apetece es que nos vean desplazando la PS Vita de un lado a otro.

Adicionalmente, el hecho de que la cámara se mueva por esta tecnología provoca un temblor continuo en la imagen (involuntario debido a la intensidad de este tipo de experiencias), amén de que resulta frustrante que -en ocasiones, y debido a interferencias con otros dispositivos electrónicos- podríamos perder el control sobre la misma. Si existiera la opción para desactivar esta función todo estaría solucionado, pero no la hay, siendo este el principal causante de uno de los mayores inconvenientes jugables con que nos encontramos a la hora de luchar en Reality Fighters.

Combate real
Sin embargo, hay más aspectos positivos que negativos en el juego. El repertorio de modos de juego, de esta forma, es muy completo, donde no faltan incondicionales como Entrenar, así como la Lucha Rápida (donde podemos escoger entre siete niveles de dificultad) y la típica modalidad Historia, en la que el maestro Miyagi nos pondrá a prueba a través de sus variados alumnos. Y no es que se trate de lo mejor que hayamos visto hasta la fecha, pero nos mantendrá entretenidos al menos durante un par de horas despachando a diestro y siniestro. La duración no es elevada, el ajuste de la dificultad tampoco es el mejor (echándose de menos un mayor reto), pero se agradece la opción.

Adicionalmente, el programa nos presenta una modalidad Contrarreloj, con varias fases de dificultad progresiva que nos invitan a golpear los objetos en pantalla dentro de un límite de tiempo. Concepto sencillo, como el de Supervivencia, archiconocido modo en el que deberemos superar, uno tras otro, a todos los luchadores que se nos vayan presentando, siempre evitando que el reloj caiga a cero y que nos vacíen la barra de vida.

¿Estás orgulloso de tu creación? Pues también tendrás un modo foto (con distintos efectos incluidos, así como poses y muecas) para compartir tu nueva imagen con los amigos.
¿Estás orgulloso de tu creación? Pues también tendrás un modo foto (con distintos efectos incluidos, así como poses y muecas) para compartir tu nueva imagen con los amigos.

Por último, cabe citar que el programa hace gala de una vertiente multijugador. Apreciamos el hecho de que, en adición a un modo local (mediante tecnología Ad Hoc), se haya implementado el juego online (mediante Infraestructura previa conexión a la plataforma PlayStation Network).

Desconocemos las posibilidades y rendimiento a este respecto -ya que las redes todavía no están abiertas y el videojuego no ha sido puesto a la venta-, pero al menos sabemos que existe una tabla de puntuaciones (para comparar resultados), la opción de jugar directamente con amigos conectados y hasta la acción de enviar invitaciones. Es digno de alabanza que Novarama haya apostado, en adición, por NEAR, para compartir objetos con jugadores que nos encontremos por la calle.

Indudablemente, y teniendo en cuenta los medios con los que cuenta el estudio barcelonés, entendemos que Reality Fighters no haya llegado a más, pero aún así nadie puede negar lo interesante e innovador de su propuesta. No obstante, estamos seguros de que el resultado hubiera ganado enteros si se hubiese prestado algo más de atención al apartado visual. Nada más acceder al juego, lo primero que intuimos son los escasos recursos del estudio. Menús austeros, pero muy funcionales, nos dan la bienvenida, eso sí, siempre aprovechando las ventajas táctiles de la consola para navegar entre ellos.

Las batallas no disponen de gráficos a la vanguardia, de texturas a alta resolución o escenarios detallados, pero la fluidez es sorprendente, y eso es importantísimo en un videojuego de luchas.
Las batallas no disponen de gráficos a la vanguardia, de texturas a alta resolución o escenarios detallados, pero la fluidez es sorprendente, y eso es importantísimo en un videojuego de luchas.

Una vez metidos en combate, el diseño de personajes ciertamente resulta adecuado a las intenciones del programa, aunque se antoja simplista, por otra parte comprensible si pensamos que los modelados debían ser fácilmente combinables con cada uno de los objetos de personalización. Indudablemente, no estamos ante un videojuego con el que puedas presumir de gráficos con tus amistades, principalmente porque el detalle aplicado -y, en concreto, las texturas- apenas se preocupan por sacar partido del “hardware” de PS Vita. Por ejemplo, los fondos de combate son completamente estáticos (fotos sacadas de 360cities.net), con lo cual os podéis hacer una idea de la estampa que recibiremos.

Pero todo tiene su lado positivo, y en este caso lo tendremos en que podremos colocar nuestras propias imágenes como decorado de las peleas. Incluso, y gracias a la tecnología de Realidad Aumentada, nos será posible utilizar el salón, la cocina o el jardín de casa para pelear en absoluto tiempo real.

Se aprecia el dominio de Novarama sobre esta técnica. Si no, sería imposible explicar el grado de integración que adquieren los personajes con respecto a la imagen que capta la cámara de nuestra PS Vita. Hasta tal grado llega, que el sistema tratará de recolocar a los personajes sobre una superficie (por ejemplo, una mesa), a fin de lograr que el escenario sea más verosímil desde un punto de vista estético.

Los efectos visuales que atesora el programa suponen uno de los mayores atributos del programa, llenando nuestra pantalla con una buena variedad de explosiones y ondas de choque.
Los efectos visuales que atesora el programa suponen uno de los mayores atributos del programa, llenando nuestra pantalla con una buena variedad de explosiones y ondas de choque.

Además, existe un factor que se ve potenciado por el hecho de que no existan fondos detallados y repletos de polígonos: la fluidez. Reality Fighters demuestra una tasa de imágenes por segundo muy adecuada al tipo de juego que es, y los tiempos de carga son de los más bajos que estamos experimentando actualmente en la nueva portátil. Por tanto, un trabajo de implementación bien culminado y que se ve acompañado por una banda sonora y unos efectos sonoros que tampoco destacan sobremanera, aunque cumplen bien su función, tanto dentro de los menús como en las propias contiendas.

El videojuego, faltaría más siendo un desarrollo patrio, está completamente en castellano, y a pesar de sus deficiencias (que parecen más derivadas de una falta de medios que de talento), supone uno de los exponentes más frescos y originales que se pueden encontrar no sólo en PS Vita, sino en el género de la lucha. Con una brillante apuesta por la personalización y la divertida opción de jugar con nuestra propia cara, a lo nuevo de los barceloneses sólo le habría faltado un poco más de profundidad en su planteamiento (y probablemente algo más de tiempo en su desarrollo) para haber alcanzado el nivel de excelencia logrado con Invizimals.

Interesante

Sin sello

Reality Fighters

Por: El equipo de 3DJuegos
Sin sello

Novarama se introduce en el dificil género de las luchas "versus" con un videojuego que hace de la posibilidad de jugar con un personaje a imagen y semejanza su principal reclamo. Sin tener un sistema de combate profundo, desafiante o equilibrado, Reality Fighters presenta aún así un buen repertorio de modos de juego, así como un factor de personalización potentísimo y un aprovechamiento exhaustivo de las características de PS Vita (principalmente la cámara y la tecnología giroscópica). No será un referente, ni tampoco supondrá lo mismo que Invizimals, pero sí es una buena alternativa, diferente y original, en el catálogo actual de la portátil de Sony.

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Jugadores: 1-2
Idioma: Textos en español y voces en español
Duración:
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