Análisis de WildStar. Un Mundo Persistente con Historia

Análisis de WildStar. Un Mundo Persistente con Historia
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El planeta Nexus está en pie de guerra… ¡y tú estás llamado a filas! Tú, y otros tantos miles de jugadores que ya disfrutan de esta apasionante aventura de rol en línea. Un videojuego que gracias a su desternillante sentido del humor, su intenso sistema de combate y la enorme variedad de contenidos jugables que presenta ya se ha convertido en todo un referente en el género.

Solemos decir que el género de los MMORPG está sobresaturado. Que ya son demasiados los videojuegos que tratan de arrebatarle el trono al exitoso World of Warcraft. Y puede que algo de razón haya en estas palabras; pero no es menos cierto que durante estos últimos años el género ha vivido una etapa de gran esplendor con lanzamientos de enorme calidad como The Secret World, Guild Wars 2, Final Fantasy XIV: A Realm Reborn, o muy especialmente el título que hoy nos ocupa: WildStar.

Un videojuego sorprendentemente divertido, ingenioso y muy completo a nivel de contenidos que, aún a pesar de mantenerse bastante fiel a los cánones jugables del género –si algo funciona, ¿para qué cambiarlo?-, ofrece una experiencia de juego increíblemente satisfactoria, fresca y en algunos aspectos incluso original. ¡Aunque en el fondo no lo sea! Y este es el mayor logro de un título que, de manos del equipo de Carbine Studios, se ha convertido en el mejor ejemplo de lo que todavía puede ofrecernos el género de las aventuras de rol en línea.

Aventura híper ¡chiflada!

Con su desternillante sentido del humor y una estética cartoon muy propia de las mejores películas de animación, WildStar nos transporta al caótico planeta Nexus en el que dos grandes facciones, el "malvado" imperio Dominion y los renegados Exiles, se disputan el control de la poderosísima tecnología ancestral de los Eldar, tiempo ha reyes del universo. Y como el diálogo y la diplomacia no son nada divertidos, o al menos para lo que nos interesa, ambos bandos han decidido enfrentarse entre sí con todo su poderío militar. ¡Que no es poco!

Así que casi sin apenas tiempo para aclimatarnos al genial mundo de ciencia ficción que propone esta obra de Carbine Studios, rápidamente nos veremos envueltos en esta cruenta y muy divertida guerra que ya desde hace semanas nos tiene absolutamente atrapados. Y no es para menos. Porque hablamos de un videojuego prácticamente ilimitado a nivel de contenidos que sorprende, y mucho, por la enorme cantidad de misiones que propone, por sus divertidas y muy desafiantes mazmorras para grupos, por su potente vertiente competitiva y, para rizar el rizo, por incluir también de serie un fantástico sistema de housing con el que podremos diseñar nuestra propia casa y alrededores.

Pero antes de todo eso, obviamente, tendremos que dar forma a nuestro héroe. Y en este punto WildStar también resulta bastante bueno por la gran libertad de personalización que nos brinda a la hora de moldear las habilidades de nuestro aventurero. Especialmente por la versatilidad que muestran las seis clases de personaje disponibles actualmente, permitiéndonos que un sanador también sea efectivo en las labores de ataque, o que un guerrero al uso, con las habilidades pertinentes y un equipo adecuado para tal función, también pueda desempeñar con garantías de éxito el papel de tanque.

El editor de personajes se queda algo corto en opciones estéticas. Tampoco resulta afortunado cuando hablamos del diseño del cuerpo en los personajes femeninos, bastante artificial.
El editor de personajes se queda algo corto en opciones estéticas. Tampoco resulta afortunado cuando hablamos del diseño del cuerpo en los personajes femeninos, bastante artificial.

En este sentido la variedad y cantidad de habilidades a nuestro alcance resulta encomiable. Tanto o más como la facilidad con la que podremos intercambiar entre todas ellas para modificar radicalmente el estilo de juego de nuestro aventurero. Por no mencionar que también podremos potenciar determinadas habilidades, invirtiendo en ellas puntos de experiencia adicionales para que así nuestro héroe sea especialmente bueno allá donde nosotros deseemos. Y creednos, estas decisiones marcarán las diferencias en el campo de batalla. Lo que nos parece un grandísimo acierto. ¡Pero aún hay más!

Porque WildStar también incluye los novedosos Path. Cuatro profesiones que determinarán parte del camino que recorrerán nuestros héroes a lo largo de la partida, recompensándonos no ya solo con una serie de misiones exclusivas, sino también con diversas habilidades únicas a las que se podrá sacar mucho provecho si somos inteligentes. Dicho lo cual, conviene destacar que estas vocaciones cuentan con su propia barra de experiencia que tan solo llenaremos si vamos cumpliendo las variadas tareas que se nos proponen. En el caso de los soldados, por ejemplo, centradas en la lucha indiscriminada contra toda clase de monstruos; mientras que los colonos se dedican a construir estructuras que podrían beneficiar a otros jugadores, o los científicos investigan y analizan toda la fauna y flora de Nexus.

Danza Mortal

A la gran libertad de personalización que nos ofrece WildStar debemos sumar un fantástico sistema de combate que debería servir de ejemplo para futuros MMO, en el sentido de que por fin nos encontramos ante un título dinámico como el que más en el desarrollo de las batallas. Y todo ello se debe a los llamados Telegraphs, que son esas marcas de colores que se dibujarán sobre el escenario de juego indicándonos el radio de acción de nuestros golpes y los de los enemigos. ¿En qué se traduce esto?

WildStar es un juego muy cachondo que constantemente se ríe de sí mismo, pero su argumento también tiene un punto de seriedad que nos encanta.
WildStar es un juego muy cachondo que constantemente se ríe de sí mismo, pero su argumento también tiene un punto de seriedad que nos encanta.

Para no extendernos demasiado… ¡en movimiento, mucho movimiento! Porque desde el primer minuto os veréis rodando por los suelos, saltando y corriendo de un lado para otro tratando de escapar de los ataques más poderosos de los enemigos, que constantemente os sorprenderán con efectos de lo más llamativos que al margen de aumentar la dificultad de determinados enfrentamientos, en los que un golpe de este tipo puede significar casi la muerte, potenciarán y de qué manera la diversión. Y no decimos esto por decir.

Gracias a la tensión que genera el hecho de saber que puedes evitar cualquier ataque, y que los enemigos pueden hacer lo propio con los tuyos –esto sobre todo va por el PvP-, los combates en WildStar son de todo menos aburridos y monótonos, que en muchos casos siempre ha sido el mayor de los males en el género. Es verdad que en algunos momentos la acción puede tornarse especialmente caótica cuando decenas de Telegraphs –enemigos y aliados- aparecen de golpe sobre el terreno de juego, pero lo cierto es que este es un mal menor en comparación con las horas de diversión que hasta la fecha nos ha deparado esta obra de Carbine Studios.

Un equipo que también nos ha sorprendido muy positivamente en el diseño de las mazmorras para grupos, que son sin duda uno de los grandes atractivos de WildStar. Tanto por lo difíciles de superar que resultan en muchos casos, como por lo divertido e ingenioso de su planteamiento. Los combates contra jefazos, la imperiosa necesidad de cooperar con los aliados, la cantidad de secretos que se ocultan en ellas… poco malo podemos decir de este tipo de encuentros, que en algunos casos incluso contemplan una serie de decisiones grupales que marcarán el devenir de los acontecimientos, tal y como en el paso vimos en Star Wars: The Old Republic.

Pero si pensabais que el juego en equipo tan solo iba a estar limitado a las Mazmorras o Aventuras estáis muy equivocados. Al margen de ellas, también existen una serie de misiones especiales en las que se nos propondrá acabar con determinados monstruos elite o de mundo, para los que en ocasiones tendremos que reunir a todo un ejército de aliados para acabar con su vida. Menudas batallas más épicas os esperan.

De profesión, aventurero

Como ya nos temíamos tras nuestras anteriores tomas de contacto con el juego, WildStar no se salva de las típicas misiones de recolectar objetos, acabar con infinidad de monstruos o andar de un lado para otro charlando con diversos personajes. Las tiene, y a montones. Por fortuna, lejos de resultar aburrido, el juego de Carbine supera este escollo con un acertadísimo enfoque jugable que descarta la necesidad de recoger/matar un número determinado de objetos/enemigos, para adoptar el formato de los porcentajes. ¿Qué significa esto?

Si acabamos con los enemigos más flojos, por ejemplo, el marcador subirá muy lentamente, mientras que si vamos directamente a por los rivales más poderosos lo hará de forma casi instantánea. De este modo, si jugamos con otros usuarios y podemos permitirnos el lujo de acabar con un par de élites, completaremos estas misiones en un santiamén; lo que se agradece por el trepidante ritmo de la acción que puede llegar a alcanzar este MMO. Un título que también sorprende con un montón de misiones muy cercanas a lo que veríamos en un plataformas en 3D, proponiéndonos recoger objetos sobre zonas elevadas a las que solo accederemos saltando de un lado para otro; o con sus desafíos, que nos darán pie a aumentar nuestros puntos de experiencia realizando tareas adicionales.

Como decíamos, los contenidos jugables de WildStar son prácticamente ilimitados desde el principio, amén de que ya tenemos en ciernes una nueva mazmorra que promete mantener los altísimos niveles de calidad a los que el equipo de Carbine nos ha acostumbrado. ¿Y qué hay del end game? Os preguntaréis algunos. Pues aparte de que para alcanzarlo hacen falta muchas horas de juego, solo podemos decir que el juego va bien servido. Porque aparte de las versiones más duras para las mazmorras y aventuras, también existen raids para 20 y 40 jugadores que de forma regular incluyen nuevos desafíos, con jefazos que incluso aprenden de las estrategias de los jugadores para que, en un segundo encuentro, sean todavía más duros de pelar.

Lo mejor del sistema de combate de WildStar es que resulta extremadamente dinámico. Quedarse quieto supondrá la muerte en la mayoría de ocasiones.
Lo mejor del sistema de combate de WildStar es que resulta extremadamente dinámico. Quedarse quieto supondrá la muerte en la mayoría de ocasiones.

Tampoco podemos olvidarnos de los Warplots. Batallas masivas 40 vs. 40 jugadores de nivel 50, en las que cada equipo deberá proteger su fortaleza mientras hace todo lo posible por acabar con la del rival. ¿Lo mejor? Que podemos usar tanques, mejorar nuestro bastión, encarnar diversos roles en el campo de batalla y… bueno, que mejor lo probáis vosotros y ya nos contáis. Pero seguro que os lo pasáis bomba porque este juego divierte cosa mala. Y esto es posible también gracias a su desternillante sentido del humor, que nos llevará a realizar misiones tan absurdas como increíblemente divertidas.

Además, pese a todo este humor, WildStar cuenta con una muy buena base argumental que nos incitará a explorar de cabo a rabo el extenso territorio al que tenemos acceso actualmente, afrontando cada misión con gran interés. Lo que se ve muy favorecido por las secuencias cinemáticas que constantemente salpican el desarrollo de la acción.

Nexus te necesita

Como todo buen MMO que se precie, el juego de Carbine también incluye un completo y algo rebuscado sistema de artesanías que presenta las opciones habituales en el género como el cocinero o fabricante de armas, el arquitecto –para crear mobiliario entre otras opciones-, granjero, minero, etc. Todas ellas con un extenso árbol de habilidades con nuevas tecnologías/opciones por desbloquear, y a las que solo accederemos tras horas de duro trabajo en las mesas de crafteo.

En este punto resulta sorprendente la complejidad jugable que atesoran algunos de estos oficios, con especial mención para el de cocinero, que presenta una serie de opciones algo fuera de lo común. Algo que gustará a muchos, pero también desagradará a otros tantos en cuanto se vean atascados sin saber muy bien cómo actuar, de qué modo combinar los ingredientes, etc. Y lo mismo se podría decir de otras profesiones, o del diseño de runas, que también presentan un sistema de trabajo bastante peculiar.

La interfaz de usuario puede resultar algo confusa al inicio de la partida, pero pronto os sentiréis como peces en el agua explorando estos vastos escenarios de juego.
La interfaz de usuario puede resultar algo confusa al inicio de la partida, pero pronto os sentiréis como peces en el agua explorando estos vastos escenarios de juego.

No queremos olvidarnos tampoco de la potente vertiente PvP de WildStar. Antes hablábamos de los Warplots, que ya de por sí suponen un aliciente más que destacable para mantener a los apasionados de estas batallas competitivas pegados al PC. Pero hay más. En concreto las clásicas batallas por equipos en diversas arenas de combate en las que, como en el juego principal, será esencial esquivar a tiempo los ataques enemigos para sobrevivir a los duros enfrentamientos en los que nos veremos envueltos. En este sentido, aunque hay algunas clases de personaje más poderosas que otras –el equilibrado de habilidades siempre llega con el tiempo-, las sensaciones generales son bastante satisfactorias.

Y esto nos deja con un videojuego al que muy poquitas pegas se le pueden poner. Mucho menos cuando hablamos de su apartado audiovisual, que a todas luces resulta espectacular. Sobre todo en lo estético, con un diseño de escenarios y personajes fantástico. Vale, es cierto que en algunas capturas o vídeos puede parecer un videojuego bastante normalito en lo visual; pero ¡nada más lejos de la realidad! WildStar es puro espectáculo, y en algunos puntos de la aventura nos dejará boquiabiertos ante la magnitud y esplendorosa belleza de sus entornos.

También las animaciones de los personajes y enemigos resultan bastante acertadas, con especial mención a las cinemáticas, en las que los rostros de los habitantes y monstruos de Nexus cobrarán protagonismo ¿Y a nivel sonoro? Pues exactamente lo mismo. El juego presenta una gran banda sonora con temas tan épicos como variados, que casan perfectamente con la ambientación de cada escenario. Cierto es que en comparación con otros lanzamientos recientes, WildStar se queda corto en el tema del doblaje, ya que son muy pocos los personajes que hablan con su propia voz. Pero en líneas generales, también en este punto el juego de Carbine está a la altura. Eso sí. Una vez más debemos hablar de un videojuego en perfecto inglés, aunque ya hay en ciernes una traducción no oficial al castellano por parte de la comunidad de aficionados.

Construir tu propia casa… ¡es una pasada! Existen montones de opciones de personalización, incluyendo incluso la posibilidad de moldear el ambiente, el exterior, etc.
Construir tu propia casa… ¡es una pasada! Existen montones de opciones de personalización, incluyendo incluso la posibilidad de moldear el ambiente, el exterior, etc.

Para rematar la faena el equipo de desarrollo también nos ofrece un videojuego prácticamente libre de los molestos errores que suelen salpicar estos lanzamientos. Hay fallos, claro que sí, pero bastante escasos y nada graves, si obviamos el error que atenaza a varios usuarios durante estos últimos días, por el que no pueden acceder a su cuenta debido a un problema todavía no concretado. Por último, en lo referente a la optimización del motor gráfico, WildStar responde bastante bien en una amplia variedad de equipos con una tasa de imágenes por segundo por norma sólida, a excepción de los momentos más concurridos en los que a veces el juego se ralentiza. Obviamente, para disfrutar de su apartado gráfico en todo su esplendor hace falta un equipo bastante potente, pero ya os garantizamos que merece la pena.

Y como sabemos que muchos de vosotros os lo estaréis preguntando… sí, WildStar está basado en el modelo de suscripciones de pago, así que para disfrutar de sus contenidos habrá que abonar religiosamente una cuota mensual. Sin embargo también existe la opción del C.R.E.D.D, que compraremos con oro recogido durante nuestras partidas en el juego para extender nuestra suscripción a WildStar. De este modo, no estamos obligados a pagar con dinero real para disfrutar de los contenidos de este MMO. ¿Tenemos una gran cantidad de oro? Invirtámoslo en C.R.E.D.D..

La mayor pega que pondríamos a WildStar, al margen de pequeños errores relacionados con lo caótico que puede tornarse el combate en momentos puntuales de la partida, es que estamos ante un videojuego bastante conservador en líneas generales. Aporta pocas novedades con respecto a lo ya visto en otros títulos de corte similar, aunque esta falta de originalidad no tiene por qué tomarse como algo excesivamente negativo dado que el juego, por encima de todas las cosas, divierte como el que más. Y a fin de cuentas eso es lo que importa.

Excelente

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Por: El equipo de 3DJuegos
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Durante estos años a nivel de repercusión mediática WildStar siempre ha aparecido como ese eterno segundón al que pocos hacían caso, pero finalmente ha demostrado ser un magnífico MMORPG. Sin duda, el juego de Carbine Studios se ha convertido en el mejor aliado con el que podíamos contar para los meses de verano, en los que disfrutaremos de la desternillante acción de esta aventura de rol en línea que promete mantenerse instalado en nuestros equipos durante mucho tiempo.

Comprar WildStar
  • Apasionante sistema de combate. Muy dinámico y cargado de posibilidades jugables.
  • Impecable apartado audiovisual. Es todo un gustazo perderse por Nexus.
  • Desternillante sentido del humor.
  • Gran variedad y cantidad de contenidos jugables: mazmorras, raids, pvp, housing, etc.
  • Diseño de misiones poco original y muy manido en el género.
  • Las batallas pueden llegar a resultar un poco caóticas.
  • Imposibilidad de equipar a los héroes con armas distintas a las propias de su clase.
  • Quienes no se desenvuelvan bien con el inglés lo disfrutarán menos.
Jugadores: Masivo online
Idioma: Textos en inglés y voces en inglés
Duración: Incalculable
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