El debut de Rockstar en la nueva generación no podía ser más sorprendente. ¡Un juego de Tenis de Mesa! Los desarrolladores de la millonaria franquicia GTA han creado una brillante recreación de un deporte tan frenético y preciso como el vulgarmente llamado “pin pon”. Adrenalina e intensidad como pocas veces hemos visto en un juego de deportes. Bienvenido a Table Tennis.
Todo lo que hace Rockstar es motivo de atención por parte de los medios. Su desmesurado amor por la violencia explícita y por los formatos revolucionarios en cuanto a videojuegos, les ha granjeado el respeto de la prensa especializada y el desprecio de los políticos y de muchos sectores de la población.
Por todo esto resulta especialmente curioso que la compañía haya optado por un juego deportivo, y que todo el mundo haya quedado tan descolocado. Pero en realidad la apuesta de Rockstar no es tan descabellada como muchos piensan. Es chocante que a algo tan gigantesco en su propio concepto como es la saga Grand Theft Auto le siga un título tan minimalista como Table Tennis; al parecer tenían en mente realizar un juego de estas características desde hace mucho tiempo, pero la tecnología de la anterior generación de consolas no se lo había permitido. El punto fuerte de sus lanzamientos siempre ha sido una jugabilidad con pocos competidores que la igualen. En esta ocasión la filial de San Diego ha querido demostrar que están tan perfectamente capacitados para hacer un juego de dimensiones monstruosas como Grand Theft Auto, como uno tan parco y con tanta atención al detalle como el que nos ocupa.
Y es que Table Tennis es sobre todo precisión, sencillez y minúsculos detalles que lo engrandecen hasta límites insospechados; sobre todo teniendo en cuenta su, en principio, humilde temática.
Torneos y exhibiciones
Los modos de juego de Table Tennis son su único punto flaco. El modo entrenamiento es el ideal para empezar. De forma sencilla y rápida podemos aprender el uso de cada uno de los golpes con ejercicios, y además se ha fomentado el hacer uso de este modo, premiando el completarlo con puntos para el Gamerscore.
El modo exhibición es el clásico de los juegos deportivos. Una serie de partidos sin ningún nexo en común en los que elegiremos a nuestro jugador, a nuestro rival y el lugar donde batirnos. El juego también incentivará el que hagamos uso del modo exhibición con recompensas exclusivas como el ganar 3, 4 o 5 partidos consecutivos o vencer un juego a un rival dejándole en blanco.
En los torneos encontraremos una serie de circuitos en los que nuestro objetivo será proclamarnos campeones batiendo a una serie de rivales en eliminatorias a partido único. Los diferentes torneos se dividirán en base a su nivel de dificultad, y dentro de estos en diferentes categorías: regionales, nacionales y mundiales con sus diferentes grupos de eliminatorias.
Se hecha de menos un modo carrera y unos torneos más largos y variados, en Rockstar parece que esta vez se han centrado en el multijugador, que es uno de los tipos de juego más interesantes que ofrece Table Tennis. Podemos jugar con rivales humanos tanto en la misma consola como usando los servicios de Xbox Live para encontrar contrincantes.
Las diferentes opciones que tenemos para enfrentarnos contra otros jugadores por medio de la red son las de “Partida de Jugador” bajo cuyo críptico nombre se nos asignará aleatoriamente un contrincante de cualquier nivel; “Partida Igualada” en la que la consola nos asignará rivales de habilidades similares; también podremos utilizar los “Torneos Cronometrados” circuitos de todos contra todos en los que nos mediremos en partidos a cinco puntos contrareloj. A su vez empleando Xbox Live podremos observar partidos de otros jugadores o comparar nuestras estadísticas con las de otros usuarios.
Nunca jugar al ping pong fue tan sencillo
Uno se hace con el control de Table Tennis a una velocidad tan endiablada como a la que discurren los propios partidos. Todos los botones del pad tienen una función, pero su uso está tan bien distribuido y sus funciones son tan intuitivas, que nos sorprenderemos a nosotros mismos ganando puntos espectaculares a los pocos segundos de habernos sentado a jugar por vez primera.
Los botones serán cada uno para un tipo de golpe, los gatillos para activar el estado de concentración y las teclas frontales para hacer golpes cortos. Un uso sencillo e inteligente de todas las posibilidades del pad, que permite “entrar” en el videojuego con suma facilidad. Usaremos la palanca izquierda para desplazar a nuestro personaje y también para dirigir el golpe, marcando con ella el lugar aproximado del campo contrario al que queremos enviar la pelota. El propio pad nos advertirá de cuando estamos aplicando demasiada fuerza o demasiado efecto, con uno de los mejores usos de la vibración que hemos visto en Xbox 360.
Es rápido hacerse con los mandos, pero hace falta mucho tiempo para ser un verdadero maestro. Con el paso del tiempo aprenderemos a castigar los defectos de los rivales y lanzarles la pelota a su lado malo, conoceremos al dedillo la intensidad de la vibración que debemos sentir en el mando hasta apurar al máximo el límite del campo al que vamos a lanzar la pelota, y dominaremos a la perfección como parar en seco el ritmo vertiginoso de un partido con un golpe cortado que deje atónito a nuestro contrincante. En el comportamiento de la pelota existe un gran componente de aleatoriedad, siempre sujeto al tipo de golpe empleado, que le otorga al juego un componente imprevisible realmente fantástico.
Encontramos personajes con diferentes puntos fuertes y débiles. Deberemos ver cual se ajusta mejor a nuestro juego, si uno con un tiro muy potente u otro experto en la precisión o los lanzamientos con efecto.
No sólo de GTA vive el hombre
El apartado gráfico es otro de los puntos sobresalientes del juego, si bien hay pocos elementos en pantalla y disponemos de tan sólo 11 personajes para elegir, el cuidado por el detalle llega a extremos verdaderamente enfermizos. El nuevo motor gráfico que va a emplear Rockstar en sus juegos de nueva generación, R.A.G.E. (Rockstar Advanced Games Engine) y que hace aquí su debut, cumple con creces. Podemos hablar sin duda alguna de un modelado de jugadores que está fácilmente entre los mejores que hemos visto jamás. En una televisión de alta definición el desfile gráfico es inigualable, podremos observar con total nitidez las imperfecciones en las caras, los poros abiertos y el sudor corriéndoles por la piel.
El tratamiento de los tejidos es portentoso, todos ellos se mueven perfectamente con el balanceo de los golpes, con un realismo pocas veces visto con anterioridad, e incluso las ropas se irán empapando de sudor con el progreso de los partidos. Los brillos y reflejos que se producen en las superficies, tanto en las mesas como en los pavimentos también son de gran calidad. El apartado gráfico casi exclusivamente se reduce a eso, apenas veremos entornos, esporádicamente vislumbraremos al juez en un extremo de la sala. La atención está fijada en un punto muy determinado, en Rockstar prácticamente nos agarran de la cara y nos dicen donde tenemos que mirar. Incluso en los momentos de máxima tensión, el escenario desaparecerá y todo estará a oscuras salvo un foco cenital que iluminará la mesa y a los dos contrincantes. La interacción con las cámaras en las repeticiones será nuestra única oportunidad de desembarazarnos de la vista clásica del juego; la opción del boton “select” para alejar o acercar la cámara durante los partidos parece a todas luces insuficiente.
Se ha puesto gran atención en lograr que cada personaje tenga un carácter determinado que se deja ver especialmente cuando ganan o pierden puntos. El hieratismo del chino Liu Ping contrasta por ejemplo con la expresiva irlandesa Cassidy, que estará continuamente haciendo comentarios y aspavientos. Es un detalle interesante y poco explotado en los juegos deportivos.
Las animaciones también son brillantes y los “motion capture” que han hecho en Rockstar de jugadores profesionales no podían haber dado mejores resultados. Todos los personajes se mueven con gran realismo y encadenan golpes y movimientos veloces con gran veracidad.
El sonido es correcto. Una serie de adecuadas canciones de música electrónica nos acompañarán en los menús y también en los momentos de juego de máxima intensidad, aportando un componente de tensión al desarrollo de las partidas. Los efectos referentes al ruido de la pelota al golpear contra las diferentes superficies también son sensacionales.
Un título deportivo de los que no llaman mucho la atención por su nombre o temática, pero que enriquece tremendamente el catálogo de las consolas. Un precio de lujo, una jugabilidad desorbitada y un ritmo vertiginoso difícil de igualar son las señas de su carta de presentación. Acusa una cierta falta de contenidos, pero por casi la mitad de precio que los grandes lanzamientos de la plataforma ofrece más del doble de diversión que muchos de ellos. A destacar el sensacional uso que se ha hecho de los contenidos desbloqueables (personajes, atuendos, etc.), con una curva de acceso progresiva y muy graduada, que nos motivarán a seguir obteniéndolos aún transcurridas muchas horas de juego.
Sobresaliente juego deportivo en el inesperado debut de Rockstar en Xbox 360. Un lanzamiento marcado por su ritmo frenético, su sencillez en el manejo y su magnífica jugabilidad y adicción. Una opción más centrada en el multijugador que en los modos singleplayer, pero que no debes dejar pasar tanto si te interesan los juegos deportivos como si los aborreces.
