Tras casi dos décadas de ausencia, Shadowrun está de vuelta. Y lo hace, como no podía ser de otro modo, con una aventura rolera de gran calidad que si bien es cierto no ha alcanzado el nivel de excelencia que esperábamos, sí supone al menos un muy buen punto de partida para esta veterana franquicia, que promete darnos grandes alegrías en el futuro cercano gracias a su potente editor de niveles y la comunidad de usuarios que se ha creado a su alrededor.
La echábamos muchísimo de menos, para qué negarlo. Así que el que uno de los creadores del legendario Shadowrun, Jordan Weisman, decidiera traer de vuelta esta saga de aventuras de rol con el apoyo de la comunidad de usuarios fue algo que nos alegró una barbaridad. Y no solo a nosotros, porque hablamos de una de las campañas de financiación colectiva más exitosas hasta la fecha, con casi dos millones de dólares de recaudación destinados única y exclusivamente a devolver a la primera plana de la actualidad a una franquicia que no debió abandonarla nunca. Todo ello, por supuesto, respetando a pies juntillas los elementos más característicos de este universo rolero de estilo cyberpunk. ¿Misión cumplida?
En parte sí, afortunadamente. Aunque tras disfrutar de la primera campaña de este Shadowrun Returns es inevitable no sentirse ligeramente decepcionados por lo que pudo haber sido y no fue. Principalmente en lo que se refiere a la libertad de acción y la complejidad de su sistema de combate, algo por debajo de lo que intuíamos. Sin embargo, y aun con esas, el programa de Harebrained Schemes es un digno sucesor del clásico al que honra y un muy buen juego de rol táctico que no deberíais perder de vista, en parte debido al futuro tan prometedor que se atisba en el horizonte gracias al completo editor de niveles que incluye, y que promete brindarnos grandes alegrías.
Tras la pista del asesino
Si algo ha caracterizado a la serie Shadowrun desde sus orígenes esto ha sido su original y complejo universo de ficción, en el que se entremezclan los elementos clásicos de las historias cyberpunk, implantes cibernéticos y oscuras mega-corporaciones incluidas, con la imaginería propia de las aventuras de fantasía como la magia, orcos, elfos, trolls y demás criaturas místicas, conviviendo tensamente con la humanidad en un deprimente mundo futurista.
Una fusión francamente llamativa que ha sido explotada de manera inteligente por este notable Shadowrun Returns, que con un estilo propio de novela negra nos relata la historia de un sanguinario asesino al que tendremos que dar caza para vengar la muerte de un viejo amigo. ¿Original? Para nada. Pero la historia es tan intrigante y está tan bien narrada, que no podemos más que alabar el gran trabajo realizado por el equipo de Harebrained Schemes. Eso sí, con matices. Porque si bien es verdad nos ha encantado el hilo conductor de esta historia de suspense con situaciones de juego francamente elaboradas, creemos que la acción resulta lineal en exceso para lo que esperábamos de una aventura rolera como esta.
Y es que al final, aun a pesar de estar ahí la opción de resolver ciertas situaciones de juego de manera diferente dependiendo del personaje al que encarnemos, Shadowrun Returns deja muy poco margen para la exploración; para el libre albedrío por la oscura ciudad de Seattle que se recrea. Algo no negativo per sé, puesto que la historia resulta atractiva y muy interesante, pero sí bastante decepcionante. Valga como ejemplo el que ni tan siquiera se nos permita saquear los cadáveres de los enemigos abatidos, limitando el acceso a nuevo equipo de batalla a través de los comerciantes.
Shadowrunners a la carta
Fieles al espíritu Shadowrun, el equipo de Jordan Weismar ha mostrado especial cuidado en el diseño de todas y cada una de las clases de personaje disponibles en el juego, con una amplia variedad de opciones para que disfrutemos de la acción como prefiramos. ¿Nos gusta el combate directo? Apostemos por los poderosos Samuráis Callejeros y mostremos a nuestros enemigos cuán peligrosos podemos ser con un arma en nuestras manos. ¿Nos va más el rollo mágico? Los Chamanes, capaces de usar las fuerzas de la naturaleza para invocar toda clase de criaturas, o los temibles Magos y sus conjuros serán nuestra mejor opción. ¿Qué somos más propensos a usar las nuevas tecnologías? Pues ahí están los Ingenieros y sus robots de combate, o los Tecmonantes y sus dotes de piratas informáticos, para satisfacer nuestros deseos.
Dependiendo de la elección realizada nuestro estilo de combate variará de manera ostensible, obligándonos a actuar de uno u otro modo en base al tipo de mejoras que hayamos desarrollado con los puntos de Karma que obtendremos al completar las misiones. Tiros, explosiones, golpes de machete, magia… hasta podemos hacer que los sistemas de seguridad se vuelvan contra sus propietarios y acaben con su vida. Todo dependerá, como decíamos, del tipo de personaje que controlemos y de los atributos físicos que hayamos desarrollado a través de un sencillo pero muy completo árbol de habilidades.
En este sentido, el sistema de combate por turnos de Shadowrun Returns presenta un más que aceptable nivel de profundidad táctica gracias a la amplia variedad de habilidades especiales, armas, conjuros y demás equipo de batalla con el que contamos, incluyendo en este punto las coberturas y el apoyo estratégico de otros shadowrunners, a los que habrá que usar con cabeza para maximizar nuestras habilidades de combate. Algo que, huelga decirlo, nos encanta. Sin embargo, el juego también cuenta con ciertos puntos negros que conviene tener en cuenta. Por un lado, hemos echado en falta un mayor grado de complejidad en estas batallas, que en ocasiones se nos antojan algo limitadas en comparación con lo visto en otros títulos de corte similar.
Igualmente, aunque en la mayoría de situaciones la inteligencia artificial de los enemigos funciona de manera correcta, no han sido pocas las ocasiones en las que estos han reaccionado de forma ilógica, dejando escapar la oportunidad de asestar el golpe de gracia a cualquiera de los integrantes de nuestro equipo incluso en los niveles de dificultad más elevados. Y a esto debemos sumar también ciertos desequilibrios entre algunas clases de personajes, que se muestran terriblemente superiores al resto incluso en condiciones de combate desfavorables.
Distintos caminos, un mismo destino
Shadowrun Returns es un videojuego muy lineal, demasiado para nuestro gusto. Pero esto no significa que no haya libertad de acción durante la partida. Al contrario. Dependiendo del tipo de personaje al que controlemos, y siempre teniendo en cuenta el modo en el que desarrollemos sus atributos físicos, desbloquearemos una serie de acciones especiales que tendrán efecto fuera de las batallas en sí.
Forzar cerraduras, piratear sistemas informáticos, usar la fuerza bruta para coaccionar a la gente, manipularles, engañarles o sobornarles dependiendo de nuestras dotes como interlocutor… Como en otros tantos juegos de la misma índole, el programa de Harebrained Schemes casi siempre nos dará la oportunidad de resolver ciertas situaciones de juego de varias formas distintas. Acciones que no cambiarán en exceso el transcurso general de la aventura, por desgracia, pero sí consiguen al menos que sintamos que nuestro héroe es eso, "nuestro".
En este punto, una vez más, conviene ensalzar el gran trabajo realizado por el equipo de desarrollo al dar forma a una historia tan atractiva e intrigante como la de Shadowrun Returns, que nos mantendrá en vilo durante las 10 a 12 horas que puede llevarnos superar su campaña principal. El inteligente diseño de sus diálogos, el perfil psicológico de los personajes, la variedad de localizaciones, su ambientación, los destacables rompecabezas que bloquearán nuestro camino … estos son solo algunos de los principales atractivos de este programa, al que desgraciadamente le ha faltado un poquito más de ambición en ciertos aspectos para alcanzar las cotas de excelencia que esperábamos de él.
Porque es innegable la calidad que se oculta tras esta notable aventura de rol que en todo momento bordea, pero nunca atraviesa, esa delgada línea que separa los buenos juegos de los grandes clásicos del género. Lo que no significa que no vaya a hacerlo en un futuro cercano. Y es que en este punto conviene hablar del potente editor de niveles que incluye el programa, con las herramientas necesarias para que los aficionados creen con total libertad nuevas aventuras roleras ambientadas en el universo Shadowrun. Algo que esperamos ocurra lo antes posible para que no decaiga la fiebre por esta franquicia.
Por otro lado, a pesar de estar ante un programa nada espectacular en lo tecnológico –al margen de sus herramientas de edición-, nos encontramos frente a un título audiovisualmente muy interesante, que sorprende sobre todo por el mimo por el detalle con el que se han diseñado sus escenarios haciendo uso de fondos 2D. En cambio, el modelado poligonal de los personajes que pulularán por este decadente mundo cyberpunk no está a la altura, con un muy bajo nivel de detalle para lo que hemos visto en otros juegos de corte similar. En este caso, nos quedamos con el gran trabajo que han desempañado los artistas gráficos de Harebrained Schemes, bastante inspirados a la hora de crear las ilustraciones que representan a los personajes principales de esta historia de asesinatos.
También la interfaz de usuario, diseñada para funcionar perfectamente en dispositivos táctiles, resulta bastante clara e intuitiva, aunque al principio puede que debamos dedicar unos minutos a familiarizarnos con ella. Igualmente, el programa está perfectamente optimizado y funciona a las mil maravillas en una amplia variedad de equipos. Algo por otro lado lógico teniendo en cuenta que no es una obra demasiado exigente.
Por último, tampoco podemos obviar el buen trabajo realizado con el apartado sonoro del juego, ya que esta aventura cuenta con un muy buen acompañamiento musical que casa perfectamente con el estilo al que estábamos acostumbrados en la serie Shadowrun. Desgraciadamente el juego se ha estrenado únicamente en inglés –no tiene voces-, por lo que todos aquellos que no se manejen con soltura con el idioma tendrán serios problemas para seguir el hilo narrativo de esta aventura. Próximamente, pero aún sin una fecha concreta, se publicará la traducción al castellano que prometieron durante su campaña de financiación colectiva.
Por todo ello, como destacábamos al inicio de este análisis, Shadowrun Returns se trata de un muy buen juego de rol táctico que sin duda satisfará a los aficionados al género y, por supuesto, a los fieles seguidores de este universo de ficción. Sin embargo, como hemos apuntado repetidamente, el programa de Harebrained Schemes peca de ser excesivamente lineal en el desarrollo de su acción, y de estar algo limitado en lo que se refiere a su sistema de combate y opciones de juego. Pequeños detalles que si bien es cierto no ensombrecen un resultado por otro lado notable, sí lo alejan del nivel de excelencia que esperábamos. Aún así, gracias a las potentes herramientas de edición que incluye el programa, esperamos recibir muy pronto grandes alegrías relacionadas con el universo Shadowrun.
Al fin podemos gritar a los cuatro vientos que Shadowrun está de vuelta. Y lo ha hecho con una notable aventura de rol táctico que destaca sobremanera por su argumento, ambientación y lo divertido de su sistema de combate. Ciertamente, esperábamos un título más complejo en sus opciones de juego y con mayor grado de libertad de acción, pero esto no es óbice para que dejéis escapar esta aventura rolera, que sin duda os hará disfrutar rememorando los viejos tiempos. Además, su potente editor de niveles promete darnos más de una alegría.
