Tras pasar por Xbox Live Arcade con mucho éxito, el legado de Splosion Man sigue ampliándose, en esta ocasión, con la versión de iOS de su segunda parte. Volvemos a disfrutar de un entretenimiento frenético, adictivo y genial con esta revisión de la joya de los chicos de Twisted Pixel que ahora llega con formato Games for Windows Live... ¡Vivan los científicos locos!
Fue en 2009 cuando se lanzaba el Splosion Man original, el título que puso en el mapa a los chicos de Twisted Pixel, y un título que se convertía en uno de los mejores juegos descargables de plataformas que nos dejaría aquel ya lejano año. Algo de la frescura del primer juego se perdió, lógicamente, en la secuela que disfrutábamos en 2011 para Xbox Live Arcade; no obstante seguíamos estando ante una propuesta igualmente genuina e incluso de calidad superior, protagonizada por una fémina que tenía las mismas características que el protagonista de su predecesor.
Ahora, dos años después, tenemos una nueva ración por delante de las más alocadas acrobacias propulsadas por las explosiones espontáneas de nuestra protagonista, que en esta ocasión visitan nuestros teléfonos móviles y tabletas. Un diseño genial y enormes contenidos por un precio más que razonable, 2,69 euros, son las claves de lo recomendable que resulta el port llevado a cabo para plataformas táctiles que tan bien se adaptan a su sencilla fórmula.
No Hay Sexo Débil
Al igual que en la primera entrega en Ms. Splosion Man, volveremos a encarnar a un fallido experimento de laboratorio a cargo de los mismos científicos locos que crearon al protagonista de la primera parte. En esta ocasión, sin embargo, seremos una mujer que, eso sí, tendrá idénticas capacidades explosivas a las del héroe de la primera parte y también la misma misión: Escapar a toda velocidad de los laboratorios en los que nos han atrapado.
Este vuelve a ser el pretexto que los chicos de Twisted Pixel emplearon para crear un videojuego de plataformas 2D de la vieja escuela, que recoge elementos de las grandes referencias del género pasándolas por su hábil tamiz y convirtiéndolas en buena parte del carácter genuino de su propuesta. La clave en este sentido es la capacidad de salto de la protagonista, que se dispara con sólo apretar la pantalla con el pulgar derecho, y que de nuevo nos permite acompañar su frenético movimiento en carrera con hasta tres explosiones que no nos causarán daño alguno pero que nos permitirán ascender gracias a su onda expansiva. Éstas se recargan con sólo volver a posar nuestros pies sobre tierra firme, de modo que sólo podemos utilizar esta "trinidad explosiva" cada vez, todo ello en un planteamiento que es idéntico al de su predecesor.
Los niveles son enormes, y cuentan con un diseño formidable que fomenta el ingenio del usuario a la hora de encadenar de forma vertiginosa todas las maniobras que se nos exigen. Las pruebas a superar son de lo más diverso, con infinidad de mecanismos y de plataformas muy ingeniosas que aportan el plus necesario a la velocidad que acabaremos adquiriendo tan a menudo. Lo genial del título en este sentido es lo intuitivo que resulta en todo momento, presentándonos montones de situaciones muy ingeniosas y sorprendentes de las que siempre tenemos la sensación de saber cómo solucionarlas sin que se interrumpa el ritmo del programa.
¿Significa esto que se ha sacrificado la complejidad en pos de la accesibilidad? En absoluto, la sensación de recompensa se mantiene en todo momento puesto que a pesar de que casi siempre intuimos cómo resolver las situaciones, el componente de desafío sigue estando ahí... Y de hecho en esta segunda parte mucho más acusado. Eso sí, el juego vuelve a incluir la posibilidad de saltarnos algunos retos si éstos se nos atragantan y nos vemos obligados a repetirlos repetimos demasiadas veces.
El videojuego no observa grandes cambios jugables en unas versiones para iOS y Windows Phone que se adaptan como un guante con sus controles táctiles, pero sigue siendo muy variado en cuanto a sus escenarios, y esto se traduce directamente en unsentido del humor muy remarcado. Pero sí que hay en esta edición algunos extras exclusivos que aportan detalles que no van más allá de lo anecdótico como la explosión nuclear o el acelerador de velocidad. La hiperactiva protagonista es una verdadera locura como heroína, y consigue también resultar mucho más simpática que el personaje de Splosion Man, lo que acompañado de los abundantes guiños al cine, a los videojuegos o a los personajes de la cultura pop que trufan el videojuego lo convierten en una experiencia muy divertida.
I'm Just a Girl
La oferta del título es generosísima desde cualquier punto de vista. No sólo aporta un sentido del humor a prueba de bombas, sino que además lo adereza con una experiencia muy larga que incluye 50 niveles cooperativos (on-line y local para cuatro usuarios) y otros 50 para disfrutar en solitario. Destacan además la infinidad de desafíos que hay para superar pequeños retos como los de acabar con todos los enemigos de una zona o batir el record fantasma entre muchos otros para alcanzar un total que supera el millar.
A esto hay que sumar, por supuesto, el componente de rejugabilidad del que hace gala el videojuego y que se basa en animar al usuario a volver a intentar cada nivel para perfeccionarlo. Si somos amantes de que nuestros nombres aparezcan en los rankings de mejores tiempos de videojuegos de velocidad vamos a tener una cita ineludible en los rankings de puntos. Para lograr el éxito vamos a necesitar unos cuantos intentos con cada nivel, y es que el título que nos ocupa es uno de esos que busca que el aficionado memorice cada nivel para dominarlo y superarlo cuantas veces sean necesarias hasta afinarlo.
En cuanto a los apartados gráficos y de audio hay pocas pegas que poner a una fantástica versión para iOS. Los gráficos rayan a gran altura tanto en teléfonos como en tabletas, y el rendimiento del programa es fantástico como exige un producto donde la velocidad debe ser tan alta. Por lo demás, dentro del aspecto gráfico, la versión de iOS cuenta con las lógicas limitaciones, aunque sigue haciendo gala de la misma calidad en una dirección artística que resulta de verdad efectiva en cuanto su planteamiento colorista e histérico. La aplicación llega traducida a nuestro idioma únicamente en sus textos y con una música y un doblaje en inglés de su protagonista hilarante.
iOS continúa ampliando su catálogo de ofertas de calidad con un port fantástico de la versión de Xbox 360. Casi idéntico desde el punto de vista visual y jugable, es éste exactamente el tipo de trabajo que esperábamos para un lanzamiento como el de Ms. Splosion Man.
