Análisis de Pacific Rim. Combate de colosos

Análisis de Pacific Rim. Combate de colosos
Facebook Twitter Flipboard E-mail

Robots gigantescos luchando a muerte contra criaturas alienígenas de proporciones colosales. ¿Cómo no esperar con ansias un videojuego de lucha con estos alicientes? Desgraciadamente, como en otras tantas adaptaciones de película, Pacific Rim hace aguas por todos lados y no alcanza, ni de lejos, el mínimo nivel de calidad exigido en una producción de estas características. Y es que no es nada divertido, tiene fallos por doquier y por si fuera poco, aburre como el que más.

Constantemente nos esforzamos por abordar el análisis de videojuegos basados en películas sin prejuicios de ningún tipo. Pero creednos, no resulta fácil. Y menos con obras como la que hoy nos ocupa. Porque al final, inevitablemente terminamos cayendo en los tópicos de siempre recordando por qué tenemos tan pocas esperanzas puestas en las producciones de este tipo. Las prisas nunca son buenas compañeras de viaje, la mayoría de los juegos de película son un fiasco, desaprovechan grandes oportunidades de crear algo único o, peor aún, son simple y llanamente un auténtico timo. Y desgraciadamente, esta es la sensación que nos invade al afrontar el análisis de este Pacific Rim, que lejos de la espectacularidad y épica del nuevo film de Guillermo del Toro –se estrenará en España a principios de agosto-, presenta un acabado general paupérrimo e indigno de los tiempos que corren.

Por muchas razones, huelga decirlo, aunque sin duda destacaríamos negativamente la absoluta falta de contenidos jugables que atesora este mediocre juego de luchas 1 vs 1, que para colmo presenta un sistema de combate tan rematadamente simple y mal ejecutado, que todavía seguimos preguntándonos por qué diablos sus desarrolladores han sacado a la luz un juego tan deleznable como este. Lo que es una auténtica lástima si tenemos en cuenta que el programa parte de un punto de partida francamente interesante, que sin duda con algo más de tiempo habría dado como resultado una obra, cuanto menos, infinitamente más divertida que la que nos encontramos en estos momentos. No por nada, ¿a quién no le encanta ver a robots gigantescos repartiendo tortas a diestro y siniestro contra descomunales alienígenas?

Desastre mayúsculo

Su punto de partida resulta cuanto menos prometedor, pero bastan un par de minutos para darse cuenta que a este programa no hay por dónde cogerlo. Y es que pocas veces nos hemos encontrado frente un título de lucha con un sistema de combate tan paupérrimo como este, que destaca muy negativamente por su extremada simpleza en lo que se refiere a las opciones con las que contamos a la hora de pelear contra nuestros oponentes. Problema que se ve agravado por un ritmo de la acción insufriblemente lento y errático, que nos desesperará de tal modo que aún estamos sorprendidos por no haber machacado a golpes a nuestra consola.

Una auténtica catástrofe convertida en videojuego, que por si no fuera suficiente, también presenta innumerables errores en su sistema de control, especialmente en el tiempo de respuesta de estos –desesperante, creednos-; así como una desastrosa detección de colisiones, que nos hará vivir momentos surrealistas al ver cómo nuestros golpes no impactan sobre el enemigo aún a pesar de haber “acertado” de pleno sobre su posición. Y tristemente, no exageramos.

Para más inri, los escasos personajes a nuestra disposición no están nada equilibrados, obligándonos a recurrir siempre a las mismas alternativas para evitar sufrir derrotas humillantes a manos de enemigos mucho más poderosos por cuestiones que poco o nada tienen que ver con nuestra habilidad a los mandos de los imponentes robot Jaegers, o en la piel de los terroríficos Kaijus.

El sistema de combate es tan malo que nos tocará actuar por instinto tratando de adivinar qué debemos hacer en cada momento. ¡Y eso que no somos videntes!
El sistema de combate es tan malo que nos tocará actuar por instinto tratando de adivinar qué debemos hacer en cada momento. ¡Y eso que no somos videntes!

En este sentido, y a pesar de que nos encanta que el juego incluya un completo editor de personajes para que demos vida a nuestros propios luchadores, tanto a nivel estético como en lo que respecta a sus habilidades de combate, entendemos que las cosas podrían haberse hecho de otro modo, ya que en las partidas online los jugadores que más hayan invertido en las mejoras de nivel tendrán una grandísima ventaja frente a los que no lo hayan hecho. Algo terrible teniendo en cuenta que el emparejamiento en las partidas online no siempre responde a criterios lógicos, enfrentando a usuarios noveles con veteranos con más tiempo de juego a sus espaldas.

Detalles y más detalles que han arruinado lo que bien podría haberse convertido en un buen videojuego de lucha. Porque muy en el fondo Pacific Rim esconde algunas ideas interesantes que de haberse ejecutado con muchísimo más tino, la cosa sería bien distinta. Hablamos por ejemplo del daño localizado en los Jaegers, que hará que perdamos el control de ciertas partes del robot dependiendo del daño que recibamos; o la importancia que tiene el gestionar correctamente la energía de los luchadores. Eso sí. No habría estado de más añadir también la opción de agarrar a los contrarios para disfrutar de esos duelos cara a cara tan habituales en este tipo de películas.

Lo más sorprendente es que el título ha sido desarrollado por el mismo estudio que durante más de una década ha creado los videojuegos basados en la WWE, Yuke’s, por lo que con más razón todavía no entendemos cómo es posible que hayan dado vida a un título tan malo como este. Y es que Pacific Rim ni tan siquiera se salva en su faceta tecnológica, con un pobre apartado visual que no hace justicia al espectacular film de Guillermo del Toro. Sí, por supuesto que el diseño de los Jaegers y Kaijus está ahí y, huelga decirlo, resulta espectacular. Pero es imperdonable que un juego que cuesta 800 puntos de Microsoft tan solo ofrezca dos escenarios de juego con un nulo atractivo visual y un nivel de interactividad ridículo -por no decir inexistente-.

Poder diseñar a nuestro propio luchador es un punto a favor de Pacific Rim; pero tampoco en este punto el juego luce como debería..
Poder diseñar a nuestro propio luchador es un punto a favor de Pacific Rim; pero tampoco en este punto el juego luce como debería..

¿Lo que más nos molesta? Que haya contenidos descargables de pago que dan acceso a un mayor número de personajes y escenarios de juego. Lo que es imperdonable, repetimos, cuando el título de base presenta tal escasez de contenidos y de tan poca calidad. Porque es que ni tan siquiera se salva el modelado o las animaciones de los luchadores, que únicamente destacan por su diseño. Y en lo que respecta al apartado sonoro más de lo mismo. Nula variedad de temas musicales para amenizar las batallas; y unos efectos sonoros nada contundentes y de escasa calidad para lo que se espera de un videojuego basado en una de las superproducciones hollywoodenses del año.

Así que ni tan siquiera la opción de disputar batallas junto a un amigo en Xbox 360 o a través de Internet salvan de la quema a este título, que se ha quedado lejísimos del aprobado.

Terrible

No recomendado
Combate de colosos

Pacific Rim

Por: El equipo de 3DJuegos
No recomendado

Haciendo un gran esfuerzo incluso a los videojuegos más discretos se les encuentra algún punto a su favor, pero Pacific Rim es tan malo, que nos cuesta horrores encontrar algo positivo a destacar. Una vez más, una gran licencia cinematográfica se va al traste con un videojuego mediocre y poco recomendable incluso para los fans de la película.

Jugadores: 1-2
Idioma: Textos en inglés y voces en inglés
Duración:
Comentarios cerrados
VÍDEO ESPECIAL

12.876 visualizaciones

100 DETALLES OCULTOS de RED DEAD REDEMPTION 2

¿Qué detalles ocultos guarda Red Dead Redemption 2? En el video de hoy os presentamos más de 100 curiosidades distintas acerca de la aventura de Arthur Morgan y de John Marston que nos presentó Rockstar Games en 2018.