Tan absurdo que por fuerza te hará reír, el divertido Octodad llega a PlayStation 4 para hacernos disfrutar una vez más de la divertida y original aventura protagonizada por un pulpo que se hace pasar por un humano. Una propuesta delirante, y no exenta de fallos, que hace suya la máxima del "cuanto más loco mejor" con buenos resultados.
Esposa, dos hijos, una bonita casa bien amueblada… cualquiera diría que la vida del protagonista de Octodad: Dadliest Catch es de lo más cotidiana; incluso deseable. Y no lo discutiríamos de no ser porque hablamos de un pulpo, con largos tentáculos y un intenso color amarillo, que sorprendentemente ha hecho creer a todos los de su alrededor que se trata de un simple mortal. Vamos, igualito que Superman cuando se pone unas gafas de pasta y de repente, oh sorpresa, se convierte en Clark Kent.
Pero a diferencia del héroe de DC Comics, nuestro peculiar padre de familia no está fornido, ni tiene superpoderes, ni mucho menos pasaría por lo que habitualmente definimos como una persona normal. Todo lo contrario. Es grotescamente feo, no es capaz de articular ni una sola palabra, tan solo ruidos guturales propios de la peor de las borracheras; y para más inri, la falta de brazos y piernas le impide realizar con tranquilidad incluso las tareas más cotidianas. Un delirante punto de partida para una aventura de lo más simpática y divertida que si por algo destaca, es por hacernos sentir realmente como auténticos inútiles en la piel de un pulpo para el que, el simple hecho de preparar un café, es toda una odisea. Cosa que descubrimos hace unos meses en PC junto a cerca de un millón de aficionados, que apostaron por este disparatado videojuego, y que ahora también se adapta a PlayStation 4.
¡Que me devuelvan las manos!
Vestirse, preparar el desayuno, cortar el césped, ir de compras con la familia… ¿os habéis parado a pensar en lo difícil que sería realizar todas estas tareas cotidianas, tan aparentemente sencillas, con unos largos y pegajosos tentáculos en lugar de brazos y piernas? Si no lo habéis hecho todavía tranquilos, porque Octodad os lo demostrará rápidamente. Y lo hace además con un gran sentido del humor, por momentos incluso extremadamente absurdo, poniéndonos a los mandos de un cefalópodo con traje y corbata cuanto menos incontrolable. O bueno, mejor dicho, difícilmente controlable.
Lo que tiene lógica, como decimos, teniendo en cuenta que más que andar lo que hacemos es deslizamos por el suelo con un ridículo e hilarante bamboleo; y que en vez de agarrar las cosas con fuerza, nos dedicamos a atraparlas cual Kraken furioso con unos gelatinosos e inestables tentáculos que nos jugarán más de una mala pasada. Y tiene gracia. Muchísima además. Aunque esto es algo que va perdiendo fuelle a medida que avanzamos en la aventura, pasando de los desternillantes compases iniciales, en los que el sinvivir que supone tropezar y echar al suelo todo el mobiliario a nuestro alrededor nos hará soltar más de una carcajada, a un desarrollo de la acción algo más frustrante y monótono debido a las serias dificultades que tendremos para manejar a nuestro protagonista.
Que sí, que tiene muchísima gracia verle pelear contra viento y marea tratando de no arrasar con todo a su paso como un elefante en una chatarrería; pero es eso, una broma que tiene efecto durante la primera hora de juego. Después, sufrir frente a unas escaleras mecánicas que van en la dirección contraria a la deseada; o atravesar cuidadosamente un escenario plagado de obstáculos causarán el efecto contrario. Sobre todo por un sistema de control que si bien es verdad cumple con su cometido, que es el de hacernos sentir lo más torpes posibles, en ocasiones raya lo desesperante. Menos que en PC, es cierto, ya que con el ratón nos sentíamos más limitados que con un buen mando en las manos.
En este caso el uso del sistema de control por movimientos PS Move, tanto de manera individual como con dos de estos dispositivos en las manos o el combo PS Move mas su mando de navegación, mejora algo la experiencia de juego; pero es eso, un espejismo, porque al final nos quedaremos con la misma sensación. Octodad parte de una gran premisa jugable, verdaderamente original y muy divertida, a la que no se le saca todo el partido. Muy a pesar de los esfuerzos del joven equipo independiente Young Horses, que en todo momento tratan de dotar de algo de variedad al desarrollo de la acción con ciertas fases de sigilo, en las que tendremos que evitar a toda costa que nos vean; ciertas secuencias de acción en las que nos tocará actuar con presteza para no caer en el intento, sencillos puzles e incluso algún que otro minijuego.
En este sentido, nos ha gustado mucho la importancia que se le ha dado al argumento de esta aventura, que más allá del absurdo que supone que un pulpo se haga pasar por humano e incluso forme su propia familia sin que estos se den cuenta de que es un cefalópodo -¿alguien más se pregunta por la noche de bodas?-, tiene su encanto. Sobre todo porque en el fondo hablamos de una bonita historia de amor en la que no falta el villano de turno ni tampoco los clásicos mensajes de afán de superación como el "tu puedes con todo", o "nada es imposible si te lo propones". Vamos, si es que salta a la vista con solo ver al protagonista.
Un simpático personaje al que tendremos que guiar durante las cerca de tres horas que nos llevará completar esta aventura, en la que también existen ciertos objetos coleccionables para desbloquear algunos extras, y un alocado modo multijugador cooperativo local que permitirá que hasta cuatro jugadores controlen al unísono a este pulpo dirigiendo de manera individualizada cada una de sus extremidades. Un auténtico despiporre por lo caótico y delirante que puede resultar si no nos compenetramos adecuadamente.
También nos ha gustado el apartado audiovisual de esta obra, aun entendiendo las limitaciones técnicas de la misma. Porque si bien es verdad estamos ante un título que para nada sorprende en lo visual, sí presenta un acabado artístico de gran factura que nos hará sentir dentro de una película de animación gracias a la intensidad y viveza de los colores, o el diseño de personajes y escenarios. Igualmente, las animaciones de nuestro protagonista son memorables por su ridiculez extrema, ya que le veremos contornearse de mil formas distintas, todas ellas desternillantes, mientras trata de pasar desapercibido a la atenta mirada de los viandantes. Personas frente a las que tendremos que comportarnos con la mayor normalidad posible para que no descubran quiénes somos en realidad.
Del mismo modo, las melodías que nos acompañarán a lo largo de la partida cumplen con su cometido amenizando de manera efectistas todas nuestras acciones. Especial mención a los ruidos que emitirá nuestro protagonista, que inevitablemente nos hará reír constantemente por su forma de comportarse. A lo que debemos añadir, por último, que el juego ha sido traducido al español.
Y eso es justo lo que ofrece Octodad: Dadliest Catch. Un divertido título con el que nos lo pasaremos muy bien aun a pesar de sus pequeños fallos en el sistema de control o lo frustrante que puede tornarse por momentos. Cierto es que para algunos el que dure cerca de tres horas puede sonar a demasiado poco, pero en este punto también os diremos que alargar la experiencia mucho más habría sido un error fatal para este videojuego, al que le ha faltado algo más de chispa para mantener bien alto el nivel de divertimento y sorpresa con el que da inicio esta aventura.
Divertido y muy original, Octodad nos ha dejado con un sabor de boca agridulce. Sin duda te lo vas a pasar muy bien con él, sobre todo por su gran sentido del humor. Pero esta fórmula de juego se agota con gran rapidez, logrando que por momentos sintamos cierto grado de frustración por culpa de un sistema de control algo irregular. Cumple porque te hace sentir de manera premeditada que eres torpe, pero a la vez también falla por no divertir con esta idea tanto como prometía.
- Absurdamente divertido. Difícilmente no terminarás riéndote con esta aventura.
- El apoyo de la comunidad de usuarios. Sus mods prometen alargar la vida de este juego.
- Simpático y colorista apartado visual. Octodad, por su forma de moverse, es un primor.
- El juego consigue que te sientas condenadamente torpe, y eso nos gusta mucho.
- Resulta frustrante en ciertos puntos clave de la aventura.
- Es divertido, pero la aventura va perdiendo fuelle con el paso de las horas.
