Nadie dijo que el trabajo en el campo fuera fácil, pero al menos Story of Seasons consigue que sea una experiencia de lo más divertida. Cuida de los animales, cultiva alimentos y haz amigos en esta colorista aventura de Nintendo 3DS, heredera del legado del clásico Harvest Moon.
Cada mañana te levantas sabiendo que debes regar los cultivos, cuidar de los animales e intentar vender tus productos al mejor precio. Lo haces durante días, semanas e incluso meses. Siempre igual. Saltas de la cama, cumples con tu obligación de granjero, y pasas el resto del día paseando por un colorista mundo campestre donde también se pueden forjar grandes amistades, aunque por mal que suene, no será esta vuestra principal motivación para seguir adelante. Lo es cuidar de la granja. Y por extraño que parezca no te cansas de ello. Aceptas esta rutina porque sabes que no hay otra forma de lograr que tu granja sea más grande, que produzca más variedad de alimentos y, por supuesto, que sea más la más bella del lugar. Y ese es el gran logro de Story of Seasons para Nintendo 3DS.
El Harvest Moon que ya no puede ser llamado así por problemas de licencia, pero que indudablemente conserva el alma y encanto que ha hecho triunfar a esta mítica serie durante sus cerca de 20 años de historia. No son muchas las novedades que incorpora el título de Marvelous, es verdad, pero sí encontramos en él algunos avances que mejoran la experiencia de juego de forma notable. Especialmente si hablamos de su renovada interfaz de usuario, que ahora nos permite plantar, regar y cosechar los cultivos en parcelas de 3X3 para que el día a día en el campo sea menos tedioso de lo que estábamos acostumbrados. Que a veces lo era, no lo olvidemos, pues antes se trabajaba con los cultivos de manera individualizada, perdiéndose mucho tiempo en estas labores cuando había grandes extensiones de tierra de por medio.
La vida en el campo
Que la cochambrosa casa con la que iniciamos la partida se convierta en esa majestuosa granja por la que todos suspiramos no es tarea sencilla, pero sí al menos lo suficientemente divertida como para tenernos pegados a la portátil de Nintendo durante incontables horas. Hay algo en Story of Seasons que engancha; que te atrapa de tal modo que aun sabiendo que jornada tras jornada estás realizando las mismas tareas de forma casi automática, siempre quieres un poquito más. Aguantas "otro día más" para ver si tus cultivos alcanzan un mayor nivel de calidad gracias a tus cuidados –abonos, riego, etc.-, o simplemente para disfrutar de los muchos torneos que de forma regular se celebran en la aldea de Villarrobledal. Y eso tiene mérito.
Más teniendo en cuenta que al margen de trabajar las tierras y cuidar de los animales hay pocos atractivos más en este videojuego, no por falta de opciones, que las hay a montones, sino básicamente porque estas tareas secundarias no son ni de lejos tan divertidas. Es el caso de las relaciones sociales, que están totalmente desaprovechadas. Sí, puedes entablar amistad con los habitantes de este entrañable pueblo, y sí, puedes encontrar al amor de tu vida virtual, casarte y formar una familia. La cuestión es que ni la historia es especialmente interesante, ni las conversaciones con estos personajes destacan por su calidad u originalidad. Así que por muy temprano que acabes con las tareas en el campo, hay pocos motivos que te impidan echarte a dormir hasta el día siguiente. Y esto, a la larga, termina por restarle un gran atractivo a Story of Seasons.
Se echa en falta algo más de ese encanto que define por ejemplo a los aldeanos del sobresaliente Animal Crossing: A New Leaf, donde de verdad empatizas con ellos; sientes que son realmente tus vecinos en la medida en la que se preocupan por tus andanzas por el pueblo ofreciéndote regalos, preguntándote por el día a día y cosas así. Todo ello por supuesto con un lenguaje y un estilo adorable que por desgracia no vemos en el juego de Marvelous salvo honrosas excepciones. Y mira que el juego se esfuerza constantemente para que te integres en la aldea, llevándote a participar en toda clase de eventos sociales donde es requisito indispensable relacionarse con otras personas.
Y aquí entra en juego otra de las novedades más interesantes de la obra: el comercio con países vecinos. Ya no tenemos un depósito donde vender nuestros productos cada vez que lo deseemos, sino que ahora nos toca esperar a que comerciantes de otras ciudades vengan a Villarrobledal para saciar esta necesidad. Y no de cualquier forma. Dependiendo del día y de la nación que nos visite, habrá productos que se paguen mejor que otros, así que tendremos que ser inteligentes si queremos sacar el mayor rédito económico a estas transacciones. Detalle que nos gusta por dotar a la obra de un mayor toque estratégico. Sin embargo también trae consigo alguna que otra pega, pues cuando hay necesidad de vender y no tienes a quién hacerlo, se genera cierto halo de frustración que ralentiza notablemente el ritmo de la partida.
Puedes pasarte días en la granja cumpliendo las tareas cotidianas, sí, pero sin avanzar realmente por no tener dinero con el que comprar nuevos planos, materias primas o incluso herramientas que te permitan desempeñar mejor tu trabajo. Y eso, insistimos, es un fastidio. Más todavía por culpa de esas tareas adicionales que como decíamos no son nada del otro mundo. Así que en los compases iniciales de la partida habrá momentos en los que os iréis a dormir a eso de las diez de la mañana, pues realmente no hay nada interesante por hacer. ¡Que tampoco es cierto del todo!, ya que se puede ir a pescar, capturar bichos, recoger flores y cosas del estilo que a la larga nos reportarán grandes sumas de dinero. Pero claramente Story of Seasons podría haber planteado su acción de otra manera, al menos en sus compases iniciales, que pueden hacerse muy cuesta arriba.
Lo que nos lleva a hablar del nivel de dificultad de este título, que requiere paciencia y mucha dedicación para sacarle todo el partido. Y no es fácil. Al menos durante las primeras horas de juego, donde en más de una ocasión nos toparemos con una alarmante falta de dinero. Los productos son caros, las reformas del hogar mucho más, y no siempre se generan ingresos a la velocidad deseada. También, dada la baja calidad de las herramientas con las que comenzaremos a trabajar, enseguida agotaremos la energía de nuestro granjero, al que no le quedará otra que irse a dormir o buscar comida para recuperar fuerzas. Y este es un detalle que nos gusta, por mucho que nos lo haya hecho pasar mal, por el realismo que dota a la acción. ¿Trabajar durante horas bajo la lluvia? No siempre es buena idea ya que vuestra salud se verá resentida.
También la de los animales, que requieren limpieza y cuidados médicos, o el de los cultivos, que habrá que tratar con mimo para que crezcan fuertes y saludables. Lo suficiente como para ganar concursos, obtener grandes sumas de dinero por su venta y, claro, cocinar suculentos platos. Que la comida es igualmente importante, con decenas de recetas por aprender; sin olvidarnos tampoco de los planos que nos darán acceso a nuevas herramientas, muebles y ampliaciones de la casa, o las manufacturas que podremos instalar en la granja para, por ejemplo, convertir la leche en mantequilla, confeccionar ropa y cosas del estilo.
Por eso decíamos que Story of Seasons es un juego donde siempre tienes algo que hacer. Puede que en el día a día sea muy repetitivo, pero es tan gratificante comprobar cómo crece y crece nuestra granja, que al final es difícil no engancharse a esta propuesta. Además tiene detalles que nos encantan como los cultivos estacionales o la competición contra otros granjeros, a los que desafiaremos para hacernos con tierras públicas para aumentar la producción de todos nuestros productos. Y será por productos: miel, setas, hortalizas, frutas, leche, platos combinados, forraje para los animales, ropa…. Lástima que Marvelous no haya explotado tantas opciones con un buen multijugador. Que ahí está, pero sin aportar grandes cosas al margen de ayudar a los amigos a mejorar la calidad de sus productos con una varita mágica.
Tampoco está muy trabajada la parte técnica del título, pues no solo nos encontramos ante un videojuego discreto en lo visual -los escenarios son pobretones y se sienten vacíos-, sino que además sufre de alguna que otra ralentización de entidad que puede entorpecer su pleno disfrute. Nos gusta el diseño artístico de los personajes y el colorido de las granjas, pero hay en 3DS títulos del estilo mucho más vistosos. La banda sonora adolece de los mismos problemas. Es insustancial y poco variada; amén de que los efectos de sonido son bastante pobres. Lo mejor que se puede decir en este punto es que Story of Seasons está traducido al español, que se agradece dada la cantidad de conversaciones y datos a leer.
Con otro nombre pero el mismo encanto de siempre, Story of Seasons es un juego francamente divertido con el que puedes pasar horas jugando sin aburrirte lo más mínimo. Hay mucho por hacer, grandes reformas que llevar a cabo y montones de personas con las que entablar amistad. Y eso está genial; aunque también echamos en falta más avances, un mejor ritmo de la partida, y relaciones sociales más originales que las presentes. Porque al final, más allá de las ansias por ver prosperar nuestra granja, que no es poca cosa, el juego es poco atractivo en lo social. Las relaciones con otros aldeanos no son la gran cosa y tampoco su discreto multijugador ayuda mucho.
Comprar Story of Seasons- Ver crecer tu granja es muy satisfactorio
- Buena interfaz de usuario
- Siempre hay algo que hacer: cuidar animales, confeccionar ropa, cocinar, etc.
- El tutorial es tedioso y extremadamente largo
- Relaciones sociales poco interesantes. La historia no es la gran cosa
- Muy discreto en lo visual. También sufre ralentizaciones que son molestas
