El estudio español Fictiorama se une con Daedalic, el bastión alemán de la aventura gráfica, para ofrecernos una obra atípica y distópica. Un paseo por un mundo post-apocalíptico desolador, que llega con la abertura de una brecha en el cielo y termina con el fin de la civilización tal y como la conocemos.
Que Fictiorama rinde pleitesía a la aventura gráfica tradicional se nota no sólo en lo que muestra, sino también en lo que no se ve. Pequeños detalles que hacen la navegación por el mundo distópico de Dead Synchronicity más manejable, como el doble click en las salidas, una rápida gestión del inventario, usar los botones numéricos para los diálogos o el botón punto para acabar una frase (¿quién sigue acordándose de esto?). Son elementos que sólo recuerdan quienes han crecido con el género, y aunque parecen básicos, muchos títulos de aventuras modernos pierden su ritmo al no respetarlos.
Pero Dead Synchronicity no sólo sabe conservar el ritmo facilitando herramientas al jugador, también lo hace a través de su historia. Pese a utilizar el dudoso recurso de la amnesia, demasiado fácil para dar sorpresas al jugador de cuando en cuando, lo cierto es que las preguntas surgen en la mente del aventurero de forma natural y se resuelven con una serie de escenas bien hilvanadas, que saben cuándo entrar y cuándo parar.
Quizá llega cuando el universo post-apocalíptico está algo manido, pero lo que vemos en pantalla no lo es tanto. El tortuoso recorrido de Michael, un hombre que despierta en medio de un futuro decadente sin saber qué ha ocurrido, evita caer en lo banal aportando una serie de situaciones bien crudas sin necesidad de regodearse en lo morboso, ni falta que le hace. A su vez, los puzles se integran con la historia esquivando esa suspensión de la incredulidad de la que pecan muchas aventuras gráficas, donde lo que se nos cuenta y las situaciones que resolvemos tienen poco o nada que ver.
Ese es su gran acierto. En todo momento, estamos metidos en su mundo infernal. Una grieta en el cielo con forma de "ojo que todo lo ve" ha mandado al desastre la civilización y parece delatar la corrupción y la ambición humana. Los personajes con los que cruzamos nos revelan sus formas y fórmulas de afrontar los nuevos tiempos, donde veremos cómo se han adaptado al nuevo mundo, mientras a su vez y de forma sutil, nos dejan las suficientes pistas para que podamos saber qué hacer a continuación.
No es que no nos vayamos a encontrar atascados en algún momento. Tenemos unos cuantos logros de Steam que revelan que hemos estado un buen rato dando vueltas probando todos los objetos con todos los elementos del escenario (y es un gran acierto desbloquear estos logros, que al menos premian la tenacidad), pero curiosamente, justo antes de la desesperación, siempre hemos dado con una solución que parecía estar ahí, delante de nuestras narices. Se agradece además el sentido común de estos rompecabezas, que dado su carácter más serio de lo habitual, evita el puzle rápido y absurdo, haciendo que todo cobre mayor sentido.
El mañana es hoy
Puedes echar de menos una mayor variedad de escenarios. Dead Synchronicity es un título muy condensado en una serie de localizaciones bastante similares entre sí. En ocasiones, con un panorama tan desolador que definitivamente no estarás jugando a él para ver los típicos y bellos lugares fantásticos que suele regalar el género. Con su mundo árido, devastado y un estilo artístico muy singular, diferente y atractivo, Dead Synchronicity lo apuesta todo a la carta narrativa.
Una narración dura, sí, donde en muchas ocasiones las mujeres y los niños se llevan la peor parte, y en la que una extraña enfermedad parece conectar la vida con la muerte, terminando, eso sí, con un estertor brutal. Pero a diferencia de lo que parecía en un principio, Dead Synchronicity no trata de ser una reivindicación ni nada por el estilo, pues la obra de Fictiorama busca por encima de todo ser un buen videojuego. Y cuando su fórmula de puzles empieza a ser repetitiva, en ese punto donde muchas aventuras gráficas mueren, su mecánica empieza a dar un giro de 180 grados, que refresca la segunda porción de la aventura con un corte más "sobrenatural" que le sienta genial a la historia.
Ya hemos hablado del estilo visual, que es bastante característico en sus dibujos bidimensionales y sus trazos gruesos. Las imágenes hablan bien por sí mismas, logrando el tono adecuado para el mundo en el que nos adentramos, huyendo de la vertiente realista, pixelada o cartoon más utilizadas en las aventuras gráficas tradicionales. Lo acompaña a su vez un doblaje en inglés de muy alta calidad (a diferencia de Randal’s Monday, también española, no está doblada a nuestro idioma), pero con unos subtítulos que denotan que en el borrador inicial, el español vino primero.
No es fácil hacer una buena aventura gráfica en 2015. Encontrar la combinación exacta entre lo clásico y lo moderno, entre los puzles imaginativos y coherentes, es una prueba que pocos superan. Dead Synchronicity lo hace con creces, aportando además un guión que no tiene vergüenza en mostrar lo duro y crudo del ser humano y lo bello de ser una aventura gráfica. Le falta una chispa que te haga adentrarte por completo en su mundo, viviendo algo más la tensión y aportando algo más de trasfondo al universo que nos muestra (además de haber optado por el tan usado recurso de la amnesia), pero definitivamente es una aventura con personalidad propia y de una madurez que conecta intrínsecamente con los que éramos niños en los tiempos de la vieja escuela.
Dead Synchronicity recoge los grandes valores de la aventura gráfica tradicional, llevándolos a la actualidad con buen tino. Su éxito radica en una buena mezcla de historia con puzles bastante coherentes en su mayoría. Todo ello mezclado con un estilo visual que no se ve todos los días, que aporta lo necesario para crear un mundo post-apocalíptico crudo, real y visceral. Una dedicatoria al aficionado al género que busque en ella la esencia de la vieja escuela, con una historia que mezcla correctamente situaciones tan brutalmente realistas como sobrenaturales.
Comprar Dead Synchronicity: Tomorrow comes Today- Coherencia entre su historia y puzles
- Un estilo maduro, mezclado con la jugabilidad de la vieja escuela
- El recurso de la amnesia para comenzar su planteamiento
- Algunos puzles enrevesados con pocas pistas para resolverlos
