Sobrevive al fin del mundo en esta bella pero desafiante aventura protagonizada por una joven y su perro, a los que solo les queda dejarse guiar por las aguas de un río sin fin, con la esperanza de encontrar un lugar mejor donde vivir. Busca alimentos, sana tus heridas y defiéndete de la fauna salvaje en este buen juego aderezado por una banda sonora de enorme calidad.
Al enfrentarte a una aventura de supervivencia de esas que tanto abundan hoy en día tu primer instinto suele ser el de atrincherarte, construir un fortín o lo que sea que mantenga lejos de ti a las criaturas de la noche. Recolectas recursos, construyes mejores herramientas y te haces fuerte en una posición fija. Esa es la norma. Pero ¿qué pasa si eso no funciona? ¿Y si lo que necesitas es simplemente seguir adelante? Avanzar sin echar la vista atrás con la esperanza de encontrar un lugar mejor lejos, muy lejos de ese vasto yermo infernal en el que se ha convertido el mundo a causa de un gran cataclismo que ha anegado la Tierra. No parece un gran cambio y sin embargo lo es todo en The Flame in the Flood.
A bordo de una destartalada barcaza que a duras penas se mantiene a flote te dejas llevar por las aguas torrenciales de un río sabiendo que ese acto de fe puede ser lo último que hagas en la vida, pero también entendiendo que es tu única oportunidad de supervivencia. Al menos ahí no hay lobos sedientos de sangre, ni peligrosas serpientes de cascabel, ni implacables osos acechando en la oscuridad. Tan solo tú y el río. Aunque nada es tan sencillo como parece. Necesitas alimentarte, beber agua potable, descansar adecuadamente e incluso protegerte de las inclemencias del tiempo; y para ello no queda otra más que pisar tierra firme. Adentrarte en un mundo hostil con la única finalidad de arramplar los más recursos posibles para entonces… continuar tu viaje.
Viaje de no retorno
Si te quedas solo con la parte en la que una joven y su perro se dedican a recolectar recursos y fabricar objetos en tierra firme sí, The Flame in the Flood es una aventura de supervivencia de manual. En ella encontraréis todo aquello que ha hecho tan popular al género estos últimos años, aunque desde una perspectiva algo más amigable en el sentido de que no son tantas las recetas por aprender ni muchas las materias primas que afanar. Pero ahí está el río y esa necesidad de avance constante para darle algo de chispa al asunto.
Quedarse en una misma zona durante mucho tiempo solo tiene un final: la muerte. Y no solo por la falta de alimentos, que por supuesto. La fauna salvaje, las enfermedades, la ausencia de un lugar seguro donde cobijarse… son tantos los peligros y tan pocos los recursos a vuestro alcance, que prácticamente viviréis al día en esta dura aventura desarrollada por el estudio independiente The Molasses Flood. Saquear todo a vuestro paso y seguir adelante, ese es el camino hacia la supervivencia; uno plagado de obstáculos.
Guiados por el curso del río tendréis que visitar localizaciones de diversa índole como granjas, iglesias, zonas urbanas, industriales, bosques y demás, en cada una de las cuales encontraréis distintos tipos de recurso. ¿La gracia? Dado que no podéis volver atrás, pues la fuerza de la corriente es abrumadora, en muchas ocasiones tendréis que decidiros por uno u otro camino: ¿exploraréis una granja en busca de alimentos, o echaréis un vistazo a la iglesia para ver si allí encontráis materiales necesarios para tratar heridas?
Sobre el papel puede sonar una decisión la mar de sencilla pero cuando el estómago ruge, y además sufrís una grave enfermedad, la cosa se pone bastante seria. Y es ahí donde The Flame in the Flood muestra su mejor cara. Debéis priorizar vuestras acciones. Decidir en cuestión de segundos, lo que tardaréis en pasar de largo de una de estas zonas, si os conviene ir en una u otra dirección. Y eso genera mucha tensión. Al menos en los primeros compases de la aventura, en los que sobrevivir puede convertirse en un auténtico desafío: hay poco espacio en el inventario, pocos recursos y peores herramientas con las que trabajar.
Que no os engañe esa bella aunque inquietante apariencia de dibujos animados que define la obra. The Flame in the Flood es un videojuego difícil que no perdona los errores. Adentraos en una zona protegida por lobos sin una antorcha con la que ahuyentarlos y en cuestión de segundos estaréis agonizando en el suelo con un par de zarpazos en la espalda. O corred sin prestar atención por donde camináis para comprobar lo rápido que las serpientes os envenenan, mermando vuestra salud de forma lenta pero constante. Aunque en vuestro viaje podéis encontraros con algún que otro superviviente, en esta aventura no tenéis amigos a los que recurrir al margen de ese entrañable perro que hará de guía marcando con sus ladridos la posición de objetos de interés o, claro, peligros. ¿Cómo defenderse de estas amenazas?
Alejado del "belicismo" de otros juegos del estilo, no son muchas las opciones con las que contaréis a la hora de acabar con la fauna salvaje. Un rudimentario arco, carne envenenada y par de trampas es lo único que os mantendrá lejos de las fauces de estas criaturas. Bueno, todo esto y la antorcha, que como decíamos ahuyentará a la mayoría de fieras, aunque también atraerá a las serpientes. Que es otro detalle que nos ha encantado. ¿No tenéis flechas o una trampa con la que defenderos de las embestidas de un jabalí? Haced que una serpiente le muerda y acabe así con su vida.
Esta clase de situaciones nos han encantado, aunque no son tantas como nos hubiera gustado. Ya lo decíamos antes. The Flame in the Flood ofrece menos opciones de supervivencia que las vistas en otros títulos del estilo, con una escasa variedad de materias primas, herramientas, alimentos o armas en general. Tampoco es que sean exiguas, pero al cabo de las horas, cuando ya lo has descubierto todo, la acción se torna relativamente fácil; tienes de todo y te puedes defender de cualquier peligro. Lo que no quita para que en cualquier momento, por un despiste o lo que sea, termines mordiendo el polvo.
La excusa de alcanzar un lugar seguro al final del trayecto es lo suficientemente atractiva como para manteneros pegados al juego cerca de diez horas, que es lo que tardaréis en completar su modo historia. En este sentido, hay un interesante trasfondo argumental y varios niveles con objetivos especiales que ayudan a dotar de algo más de variedad a la acción, aunque ciertamente se echan en falta más contenidos del estilo. Por muy vistosa que sea la acción y por muy satisfactorio que nos resulte el viaje a través de ese río torrencial, protagonista silencioso de la obra, es difícil no quedarse con la sensación de que el juego se ha quedado algo corto en opciones.
Y es una verdadera lástima. Artísticamente hablando estamos ante una auténtica maravilla; un juego con gran personalidad que sorprende por la vistosidad de sus escenarios, el diseño de criaturas y el tratamiento de la iluminación. Mención especial a las tormentas que nos azuzarán en momentos puntuales de la partida, creando una oscura atmósfera de terror que puede dejar sin habla. Se nota aquí la mano del director de arte de BioShock, que ha realizado un trabajo encomiable dotando de vida a este mundo post-apocalíptico que no podía contar con mejor acompañamiento musical.
Una increíble banda sonora de estilo country que ameniza como pocas el sinvivir de nuestra protagonista y su perro, creando situaciones de una fuerza artística arrebatadora. Peores sensaciones nos ha generado la interfaz de usuario, que en lo tocante a la gestión del inventario no funciona con la soltura que desearíamos. No es fácil navegar entre tantos menús, ni mucho menos acceder a los objetos con presteza. Lo que se torna grave cuando tienes ante ti a un lobo, ya que la acción no se detiene en ningún momento. Así que o eres rápido sacando el arco o... ¡ZAS!
El tortuoso viaje que propone The Flame in the Flood es un buen ejemplo de que no todo está inventado en el marco de las aventuras de supervivencia extrema. Sus bases jugables son las mismas que las de otros juegos del estilo, pero ese concepto de seguir adelante sin echar la vista atrás, de dejarse llevar por las aguas torrenciales de un río que no parece tener fin, es lo que hace de él un título tan especial. Puede que se quede corto en opciones a medio plazo, pero pasarán horas antes de que os canséis de explorar este peligroso pero increíblemente bello mundo post-apocalíptico.
- Una experiencia de supervivencia clásica que a la vez se siente fresca
- Artísticamente el juego es genial. Los escenarios, el uso del color, la fauna salvaje….
- La banda sonora es una protagonista más en la aventura
- Se echa en falta algo más de profundidad jugable y más variedad en su acción
- Algunos errores enturbian la experiencia de juego
- La gestión del inventario y la interfaz en general, es algo engorrosa
