Análisis de Sniper Ghost Warrior 3. En tierra hostil

Análisis de Sniper Ghost Warrior 3. En tierra hostil
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Una bala, un muerto. Más ambiciosos que nunca, el equipo de CI Games da el salto a la acción de mundo abierto con un videojuego de gran potencial que, sin embargo, está lejos de alcanzar el nivel de calidad deseado. En el análisis de Sniper: Ghost Warrior 3 exploramos los pros y contras de un shooter bélico capaz de lo mejor y lo peor, pero que sabe cómo divertir con su desafiante acción.

Tienes una misión. Acabar con un sangriento señor de la guerra que se ha atrincherado en una fortaleza aparentemente inexpugnable. Allí se siente a salvo, seguro de su victoria, pero nada ni nadie le salvará. Siempre hay un camino, una debilidad que explotar en este ambicioso Sniper: Ghost Warrior 3, que lleva la acción de la franquicia a una nueva dimensión, la de los juegos de mundo abierto, concediéndonos gran libertad para resolver todas y cada una de sus misiones del modo que deseemos. Tú decides. Tiroteos por doquier y muchas explosiones… o bien el sigilo, las muertes a cuchillo y disparos desde la distancia, con un buen rifle de precisión, que para algo este es un juego de francotiradores. El más grande y completo de cuantos ha desarrollado el estudio polaco CI Games, cuesta no ilusionarse ante su premisa, pero también uno que por desgracia no alcanza las cotas de calidad deseadas. No hablo solo del apartado tecnológico que en estos momentos, por decirlo de forma suave, es bastante discreto.

Aunque apunta maneras y hay buenas ideas de fondo, este nuevo Ghost Warrior 3 no termina de sacar partido a las cualidades que atesora. Casi que parece un "quiero y no puedo" de otros grandes videojuegos de acción sandbox, con el aliciente, eso sí, de hacerte sentir un tirador de élite, alguien capaz de abatir a cualquier enemigo a cientos de metros de distancia. ¡Y es genial! Cuando más se disfruta de esta obra es cuando te convierte, precisamente, en un francotirador; cuando desde la lejanía cumples tu misión sin levantar sospechas, con un tiro limpio, a la cabeza, en las peores condiciones imaginables. No importa que el objetivo se mueva, que diluvie o que haya baja visibilidad; un tiro y ¡está muerto! La emoción se apodera de ti, es algo épico… pero tristemente, también un mero oasis en un videojuego que no destaca por su diseño de misiones; son en exceso repetitivas y cuando se alejan de esta premisa, cuando te lanzan directamente a la acción, sucumben a una notable falta de imaginación.


A la caza del terrorista

Me apasiona la gran libertad de acción que brinda el videojuego, que te permita sortear sus desafíos como te venga en gana, siguiendo una u otra ruta, usando esta o aquella arma, valiéndote de la fuerza bruta, del sabotaje, o del sigilo y la lucha a distancia. Cualquier método es válido en Sniper: Ghost Warrior 3 aunque obviamente, quien se lance a la batalla pegando tiros por doquier acabará muerto en cuestión de segundos. Lógico. Somos uno contra un ejército; un simple francotirador contra cientos de soldados que no dudarán ni un segundo en abrir fuego. Para evitarlo contamos con diversos gadgets tales como trampas explosivas o alarmas que avisarán de la presencia de enemigos, pero sin duda, nuestro mejor aliado es el dron que podemos lanzar al aire para investigar, con cierta seguridad, la zona de conflicto marcando la posición de los rivales como vimos en Metal Gear Solid V: The Phantom Pain y otros juegos del estilo.

La historia de los hermanos North se sigue con relativo interés, pero cuesta empatizar con los anodinos personajes protagonistas de Ghost Warrior 3.
La historia de los hermanos North se sigue con relativo interés, pero cuesta empatizar con los anodinos personajes protagonistas de Ghost Warrior 3.


Siempre hay alternativas, es algo que me gusta, pues te anima a probar nuevas tácticas de combate, a ser original en el modo que afrontas la lucha. Y cuanto más difícil ¡mejor!, pues el miedo se te meterá en el cuerpo sabiendo que el mínimo error te llevará a la tumba. Hay que planificar cada movimiento, estudiar bien los escenarios, determinar cuál es la mejor posición de disparo o, ¡por qué no!, infiltrarse tras las líneas enemigas a golpe de cuchillo. La verticalidad de los escenarios, y la variedad de caminos a seguir, ayuda a que cada partida se sienta única. Usa el alcantarillado para colarte en las instalaciones enemigas, crea el caos a base de explosiones, o provoca una distracción que obligue a tu objetivo a ponerse a tiro; que se asome a la ventana, lo justo, ¡un poquito!, para que a 400 metros de distancia le vueles la tapa de los sesos. Cuánta épica se respira en estas situaciones de juego; qué emocionante puede ser Sniper Ghost Warrior 3 cuando hace las cosas bien. Lo malo, ya lo decía antes, es que no siempre es así.

En tierra hostil


Cuando más se disfruta del juego es cuando desde la lejanía cumples tu misión sin levantar sospechas

La irregular inteligencia artificial de los enemigos tiene parte de culpa. Resulta muy fácil engañarles, sacar partido de sus defectos, aunque a veces son tan letales que en cuestión de segundos pueden discernir desde donde has abierto fuego y disparar con una precisión asombrosa. No hay término medio en un título que ofrece pocas variaciones en su acción, pocos momentos que se salgan de la tónica habitual. Recuerdo una misión en la que el objetivo cambiaba de forma repentina obligándote a actuar con presteza; y aunque parezca una tontería, es algo que da vidilla a la acción. Te saca de tu zona de confort, de tus tácticas habituales, y te lleva a combatir de una forma radicalmente opuesta. Por eso, con más secuencias del estilo, con más momentos así, Ghost Warrior 3 habría mejorado un mundo. No es el caso, y lo que nos queda, es un videojuego que sí, da libertad para resolver sus misiones, pero no te motiva a hacerlo. Qué lástima.

Cuando efectúas un buen disparo la Killcam mostrará al detalle la trayectoria de la bala antes de hacer blanco, pero se echa de menos la cámara de rayos X de Sniper Elite.
Cuando efectúas un buen disparo la Killcam mostrará al detalle la trayectoria de la bala antes de hacer blanco, pero se echa de menos la cámara de rayos X de Sniper Elite.


El videojuego de CI Games transmite muy buenas sensaciones cuando coges el rifle de precisión y abres fuego contra enemigos que están a cientos de metros de distancia. No es fácil abatirles. Hay que tomar en consideración la fuerza del viento, también ajustar la mira telescópica y, a ser posible, buscar una posición cómoda, con apoyo, para que el pulso no nos tiemble en el momento decisivo. Con una gran variedad de armas entre las que elegir, que realmente transmiten sensaciones muy distintas entre sí, podemos personalizar el equipo con actualizaciones que también se aplican a gadgets como el dron, que aprenderá nuevas habilidades tales como los señuelos, mejor camuflaje, mayor autonomía de su batería, o incluso una mejor capacidad para detectar enemigos y puntos débiles en sus instalaciones. Si algo me gusta de Ghost Warrior 3 es que se adapta a tu estilo de juego de forma lógica, concediéndote puntos de experiencia a invertir en tres árboles de habilidad bien distintos: Guerrero, para los que gustan de la acción más directa; Fantasma, para los que apuestan por el sigilo y la lucha furtiva, y Francotirador, para los que obviamente utilizan los rifles de precisión.

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Hay buenas ideas de fondo, pero no termina de sacar partido a las cualidades que atesora

Algunas de estas mejoras tienen escaso peso en la acción, parece que están por que sí, porque quedan bien en un juego de mundo abierto… que para más inri, adolece de una apabullante falta de vida en sus escenarios. La Georgia a la que nos transporta este nuevo Sniper: Ghost Warrior ¡es un páramo!; un yermo en el que cuesta encontrar vida animal o incluso civiles. Los parajes que muestra no son especialmente bellos, falta frondosidad en los bosques, o un mayor nivel de detalle en unas ciudades y edificios que son en su mayoría clones, el mismo diseño repetido una y otra vez. Las tres regiones en las que se divide este mundo están plagadas de misiones secundarias y tareas opcionales con suculentas recompensas para los coleccionistas, para aquellos que quieran, por ejemplo, hacerse con todos los rifles de precisión; pero realmente el juego no te motiva a ello. También estas misiones pecan de falta de originalidad; por cada una que te sorprende con un reto distinto, o una historia llamativa, la mayoría van a lo que van: mata a X enemigo, salva a los rehenes, mata a otro enemigo…

Hay varios tipos de munición, y también diversas mejoras con las que potenciar las armas de fuego del protagonista. Tienes total libertad para escoger tu arsenal.
Hay varios tipos de munición, y también diversas mejoras con las que potenciar las armas de fuego del protagonista. Tienes total libertad para escoger tu arsenal.


No hay motivación extra ni tampoco ganas de perderse por un escenario de guerra que está muy lejos del impacto visual de otros títulos del estilo. Se ha apostado por el CryEngine 3, pero esto no garantiza nada. El modelado de personajes, sus animaciones, las expresiones faciales… ni los efectos que recrean explosiones, columnas de humo y demás están al nivel esperado. Más grave son las ralentizaciones, muy presentes sobre todo en la versión para consolas (donde funciona a 30fps), los insufribles tiempos de carga de casi cinco minutos al inicio de la partida, o los errores de programación que pueden evitar que completes incluso algunas misiones. El equipo de desarrollo ha publicado varias actualizaciones, pero de momento no son suficientes; Ghost Warrior 3 no funciona con la finura que se le exige a un videojuego de estas características y al final, sumado al resto de problemas ya citados, por mucho potencial que esconda en su interior, te quedas con una sensación agridulce.

En tierra hostil


Si al menos la historia que se cuenta fuera interesante, si de verdad te importaran las problemáticas a las que se enfrenta Jonathan North en la búsqueda de su hermano desaparecido, tal vez pasarías por alto la falta de originalidad de las misiones o la escasa variedad en la acción; pero no es el caso. Tampoco hay buenas noticias si lo que buscas es la acción más directa; es una opción más, ya lo decía antes, pero queda claro casi desde el principio que este no es un videojuego para andar por ahí corriendo y disparando. Apunta maneras, es el camino adecuado, pero CI Games todavía tiene trabajo por delante. De momento, habrá que esperar a los meses de verano para disfrutar de la vertiente multijugador de Sniper: Ghost Warrior 3. Hasta entonces toca lidiar con los separatistas en una campaña en solitario que dependiendo del nivel de dificultad seleccionado, puede llevarnos completar en torno a las 15 horas.

Discreto

Sin sello
En tierra hostil

Sniper: Ghost Warrior 3

Por: El equipo de 3DJuegos
Sin sello

Más grande, más ambicioso y también mejor que sus antecesores… pero no es suficiente. Sniper: Ghost Warrior 3 tiene el potencial necesario para convertirse en un gran videojuego de acción, pero se ha quedado a medio camino. Su mundo abierto brinda nuevas posibilidades de juego y concede gran libertad de acción, pero un pobre diseño de misiones y errores técnicos lo alejan de los grandes referentes. En muchas ocasiones es imposible no sentirse decepcionado, pero quien apueste por él disfrutará de una atractiva experiencia bélica que consigue hacerte sentir como un auténtico francotirador.

Comprar Sniper: Ghost Warrior 3
  • Libertad de acción, puedes cumplir las misiones de varias formas distintas
  • Las sensaciones con el rifle de precisión
  • Un mundo abierto con poca vida
  • Errores técnicos que afectan al desarrollo de la acción
  • Escasa originalidad en las misiones, la historia está plagada de clichés
Jugadores: 1
Idioma: Subtítulos en español y voces en inglés
Duración: 15-20 horas
Ver requisitos del sistema
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