Análisis de Slain Back from Hell. Y RESURGIÓ DE SUS CENIZAS

Análisis de Slain Back from Hell. Y RESURGIÓ DE SUS CENIZAS
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Tuvo un lanzamiento desastroso; apuntaba maneras, sí, pero el videojuego presentaba tantos errores que era imposible disfrutar de él. Ya no. Slain vuelve a la vida gracias a una actualización que corrige la mayoría de estos defectos ofreciéndonos, esta vez sí, esa ansiada aventura de acción y plataformas con sabor retro. Las fuerzas del mal aguardan impacientes tu llegada; no les hagas esperar y muéstrales el poder del Metal.

Rara vez nos encontramos con una situación como esta. Lejos de mirar para otro lado ante el aluvión de críticas que recibieron por el nefasto lanzamiento de Slain, una prometedora aventura de acción y plataformas en 2D que terminó siendo un absoluto desastre, el equipo de Wolf Brew Games ha trabajado incansablemente durante los últimos meses para dar respuesta a sus seguidores ofreciendo, esta vez sí, el videojuego por el que tanto esperaron. Es de agradecer. Tras esa enorme retahíla de errores técnicos que lo condenaron a ojos de crítica y aficionados siempre ha habido un juego con potencial como lo demuestra este renacido Slain: Back from Hell, que aun con sus peros se deja querer gracias, sobre todo, a su espectacular y salvaje puesta en escena. Basta mirar un par de imágenes para entenderlo.

El trabajo de los artistas que han dado vida a este sombrío mundo de pesadilla es inmejorable. Desde el diseño de escenarios, increíblemente detallados, variados y con montones de referencias a la cultura heavy metal; pasando por toda esa ristra de monstruos que nos acosarán de principio a fin: esqueletos bañados en sangre, hombres lobo, cabezas voladoras escupiendo ácido, criaturas grotescas golpeando a diestro y siniestro con látigos, espadas llameantes o gigantescos martillos de guerra; hasta seremos atacados por niñas fantasmales corriendo de aquí para allá con un cuchillo en las manos. Eso sin olvidarnos de los jefazos de final de fase. ¡Vaya espectáculo! Esto es pixel art en estado puro; un derroche de creatividad, buen gusto y pasión.


Escapando del infierno
Nada que no viéramos en el videojuego original, es cierto, pero a diferencia de aquel entonces, Slain: Back from Hell no es una simple fachada bonita. Las sensaciones han mejorado. No solo porque ahora puedes disfrutar de su acción sin errores de por medio, que por supuesto; también el sistema de combate ha evolucionado de forma acertada. El del original era un completo desastre. Simplón, poco imaginativo, no daba más opción que la de repetir una y otra vez el mismo combo ante unos enemigos bobalicones, sí, pero desmesuradamente poderosos. Debías golpearles una barbaridad de veces antes de tumbarlos cuando ellos, con un par de estocadas, ponían fin a tu vida. Horrible.

Algunos escenarios son un verdadero espectáculo. Hay además una buena variedad de localizaciones, todas ellas con un aire Metalera bien logrado.
Algunos escenarios son un verdadero espectáculo. Hay además una buena variedad de localizaciones, todas ellas con un aire Metalera bien logrado.


Ahora los duelos son más interesantes, tienen algo más de chispa, aunque en general continúa siendo un videojuego simple; no ofrece variedad de acción ni tampoco un sistema de combos elaborado: golpeas, bloqueas o esquivas desplazándote hacia atrás dependiendo del monstruo al que te enfrentes. Hay poco más. Y es una lástima. Con ese espectáculo audiovisual de fondo, lo que menos esperas es machacar monstruos de forma rutinaria, sin emoción; que es lo que ocurre en la mayoría de ocasiones aun con las mejoras. Que las hay. Se han equilibrado las fuerzas; los combates son ahora más justos, menos frustrantes, y gracias a la incorporación del bloqueo y contraataque, requieren de algo más de precisión. No basta solo con golpear y golpear, pues de ese modo poco tardaremos en morir.

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Slain: Back from Hell apunta maneras, pero luego no saca partido a todo su potencial

Por el camino se han añadido también seis nuevos monstruos a los que batir en duelo, aunque en general todos actúan de forma similar o, dicho de otra forma, a todos se les derrota de forma idéntica. Hay variables. En algunos casos toca devolver sus hechizos mágicos con un buen golpe de espada y otros, los menos, requieren de un buen bloqueo en el momento justo antes de asestar un ataque mortal. Las sensaciones mejoran, insistimos, pero Slain sigue siendo un videojuego demasiado simple como para pretender ocupar el trono de los más grandes del género. Incluso las batalla contra los jefazos, con ese diseño tan genial, están totalmente desaprovechadas. Son anodinas, simplonas; casi que es como enfrentarse a un esqueleto cualquiera pero mucho más poderoso. Qué pena.

Escapar de las fauces de la muerte en la piel de un gran lobo. Este es uno de los momentos más frenéticos del videojuego. Ojalá hubiera más así.
Escapar de las fauces de la muerte en la piel de un gran lobo. Este es uno de los momentos más frenéticos del videojuego. Ojalá hubiera más así.


Cuando esperas una batalla épica, uno enfrentamiento de esos que no se olvidan con facilidad, te ves zurrando a un demonio gigantesco como si fuera una piñata. Menudo drama. Pero tristemente esta es la norma en Slain: Back from Hell. Apunta maneras, pero luego no saca partido a todo su potencial. Ocurre con el diseño de niveles. En lo estético son fantásticos, a nivel jugable son discretos. ¿Problema? Son simples y poco imaginativos.Los retos, estemos en una caverna, en el castillo de un demonio o sobre frías cumbres montañosas, son siempre los mismos; no hay puzles que se adapten al escenario, ni tampoco desafíos plataformeros que compliquen en exceso la marcha. Son además extremadamente lineales, repetitivos en la forma en la que entorpecen nuestros avances. Hay trampas, monstruos especiales y en algunos casos, incluso, algo de exploración, pero sabe a poco.

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Todo esto suena muy mal, es verdad, pero aun con estas pegas se disfruta mucho de esta nueva versión de Slain. Solo hace falta pasarse por Steam para comprobar cómo en las últimas semanas la tendencia ha cambiado: de la dureza con la que los aficionados criticaron al videojuego original hemos pasado a las alabanzas por las muchas mejoras que integra el videojuego de Wolf Brew Games. ¿Merece la pena? Se deja querer, lo puedes disfrutar, aunque nunca te abandona la sensación de que podría haber sido mucho mejor, ya sea por su espectacular puesta en escena, por lo cañero de su banda sonora compuesta por Curt Victor Bryant, antiguo integrante del grupo heavy Celtic Frost, o por la fiereza de sus combates, al final divierte y entretiene, que es lo importante.

Discreto

Sin sello
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Slain: Back from Hell

Por: El equipo de 3DJuegos
Sin sello

Nada tiene que ver Slain: Back from Hell con aquel desastre que llegó a manos de los jugadores en sus comienzos, aunque esta aventura de acción y plataformas sigue estando lejos del nivel esperado. Ha mejorado su sistema de combate y también corregido sus muchos errores técnicos, pero le falta algo: sus batallas son extremadamente simples, también el diseño de niveles, y aunque en imágenes parece el videojuego más épico del mundo, cuando entras en acción no lo es tanto. Aun así se deja querer. Si aceptáis sus limitaciones, sabréis disfrutar de su desafiante e intensa acción.

  • Genial apartado artístico. El diseño de escenarios y monstruos es una pasada
  • Acción intensa y muy desafiante
  • El sistema de combate es algo simple; no hay muchas alternativas
  • Los jefes finales están totalmente desaprovechados
  • Diseño de niveles algo pobre. Se echa en falta algo más de variedad en la acción
Jugadores: 1
Idioma: Textos en inglés
Duración: 5-8 horas
Ver requisitos del sistema
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