Supervivencia y evolución en la prehistoria. El padre de la saga Assassin's Creed nos pone en la piel de nuestros primitivos ancestros para hacernos disfrutar de un viaje único y peligroso. En el análisis de Ancestors: The Humankind Odyssey verás que se trata de un videojuego especial.
Había estado jugando durante varias horas así que, de alguna forma, ya me sentía bastante cómodo explorando el gigantesco mundo salvaje que recrea Ancestors: The Humankind Odyssey. Saltaba de árbol en árbol a gran velocidad, sin preocupaciones, simplemente disfrutando del emocionante viaje que propone este videojuego desarrollado por el padre de la saga Assassin's Creed. Me confié creyéndome invulnerable y en un descuido... acabé muerto. ¡Así de rápido! Un visto y no visto en toda regla. Pero ¿qué otra cosa puedes esperar de una aventura que busca precisamente recrear la lucha por la supervivencia a la que se enfrentaron nuestros ancestros hace diez millones de años? Con gran valentía el equipo de Panache Games nos propone escapar de las garras de la muerte en un entorno hostil sin prestarnos la más mínima ayuda. "Nosotros nunca te daremos la solución", llegó a decir Patrice Désilets en un diario de desarrollo; y vaya si han cumplido.
La grandeza de Ancestors, y también la razón por la que algunos puede que acaben odiando el videojuego, es que nadie te dice a dónde ir, ni qué hacer, ni por supuesto cómo sobrevivir. "Depende de ti experimentar, probar y pasarlas canutas para tener buenos momentos también". A mi me ha resultado una experiencia fascinante pues he disfrutado una barbaridad con cada momento eureka al que te enfrenta el juego, si bien es verdad la frustración también ha hecho acto de presencia cuando, en la misma medida, me he pasado horas tratando de descubrir cómo robarle la miel a las abejas. Y ahí podría seguir, esperando un milagro, que este nunca llegaría. Porque aquí todo gira en torno a la experimentación. Es un juego en el que nunca dejas de aprender, que busca precisamente hacerte sentir tan perdido y asustado como debieron estarlo los primitivos ancestros de la humanidad. Y visto así, Ancestors: The Humankind Odyssey es una obra digna de elogio.
Ancestors, superviencia prehistórica
Que en muchos sentidos sea un videojuego tan difícil contribuye a que cada pequeño gran paso de nuestros homínidos se sienta como un logro increíble. La primera vez que fabricas un arma, que sanas tus heridas o te comunicas con otros primates podría parecer poca cosa en cualquier otro videojuego, pero no aquí, donde todo depende de ti. Estás solo ante el peligro, sin ayuda; sin unas directrices básicas acerca de a dónde ir o cómo reaccionar a ciertas amenazas. Así que juegas, exploras y aprendes sin cesar mientras descubres nuevas formas de escapar de la negra parca; de seguir adelante sin poner en riesgo la vida de unos homínidos que son muy vulnerables a las amenazas del mundo que les rodea.
Cada pequeño gran paso de nuestros homínidos se siente como un logro increíble
No hablo solo de serpientes gigantes o fieros dientes de sable. El veneno, las caídas o incluso tomar alimentos para los que no estás preparado también puede tener consecuencias fatales. Así que mueres, una y otra vez; y de cada muerte aprendes una valiosa lección. "Ya no cometeré ese error", te dices a ti mismo. Y pones en práctica lo aprendido; y sigues adelante sintiéndote cada vez más cómodo con unos primates que nunca dejan de aprender y evolucionar. A fin de cuentas, ese es el objetivo de la aventura. Transmitir los conocimientos de estos homínidos de una generación a otra preparándoles para los innumerables peligros que le esperan en la hermosa y letal África del Neógeno que recrea el videojuego de Patrice Désilets.
Ancestors: The Humankind Odyssey es a fin de cuentas una aventura de supervivencia que no se olvida de los fundamentos básicos del género, por lo que tendrás que buscar alimentos, beber agua y descansar en lugares seguros para evitar que los primates se sientan fatigados y, en última instancia, incapaces de seguir adelante. Cada acción que realices consumirá energía y si te quedas sin ella, adiós a escalar o siquiera escapar corriendo. Por eso debes controlar bien la salud de los primates evitando molestas indigestiones o las temidas roturas de hueso, pues obviamente tendrán serias dificultades para caminar y los depredadores lo tendrán fácil para hincarles el diente. ¿La mejor estrategia? Os toca averiguarlo por vosotros mismos.
Qué alimentos tomar, qué plantas usar para curar las hemorragias o protegerse del frío… al final será la experimentación la que marque el camino a seguir. Cuanto más investiguéis, más opciones tendréis al alcance de la mano, y es una sensación increíble. Al final Ancestors consigue que tu mismo sientas que estás aprendiendo a jugar, aprendiendo a sobrevivir, y se nota en acciones tales como saltar de rama en rama a velocidades de vértigo. Al principio sentía que el primate era torpe, que no respondía del todo bien a mis órdenes; pero poco a poco mejoras, te vuelves más ágil, y terminas recorriendo grandes extensiones de terreno sin pisar el suelo. Y es maravilloso, porque terminarás disfrutas como un niño explorando un escenario gigantesco repleto de lugares hermosos.
Evoluciona o muere
Serán precisamente estas zonas, estos puntos de interés, los que actúen como guía para moverse por el escenario ya que tampoco hay un minimapa o una brújula que nos indique dónde estamos o hacia dónde debemos dirigirnos. Una vez más eres tú quien decide el destino de unos primates que con cada acción que realizan aprenden algo nuevo. Aquí entra en juego una red neuronal que es uno de los elementos más originales de Ancestors: The Humankind Odyssey. En esencia es el clásico árbol de habilidades que encontrarías en cualquier RPG, pero con acciones a desbloquear tan básicas como poder intercambiar un objeto de una mano a otra. El objetivo, claro, es que te sientes totalmente desvalido; un primate expuesto a toda clase de peligros. Y visto así Panache Games ha dado en el clavo; otra cosa es que como experiencia de juego resulte tan divertido como debiera ser.
Cada vez identificarás mejor los olores o detectarás antes a los depredadores por el ruido que provocan, del mismo modo que los miembros del clan aprenderán a reaccionar a los peligros que le rodean, ya sea escapando o usando armas improvisadas. Llegado el momento tendrás que dar un salto temporal de 15 años para seguir progresando, para continuar con la evolución de la especie, lo que te obligará a usar los llamados "refuerzos" para afianzar ciertos conocimientos. De este modo, y aunque tendrás que volver a aprender la mayoría de mejoras -lo harás rápido-, tus primates cada vez estarán mejor preparados para sobrevivir a ese mundo salvaje en el que se encuentran. Tu mismo sabrás reaccionar mejor a las amenazas que te rodean, llegando incluso a provocar con ingenio que algunas fieras ataquen a otros animales. Y eso, una vez más, dice mucho en favor de Ancestors, pero obviamente no todo es bueno.
El no saber cómo combinar ciertos objetos, o el simple hecho de no tener un objetivo claro, un lugar al que dirigirse más allá de ese "sigue adelante a ver qué encuentras" que define a Ancestors, hará que muchos desistan a las pocas horas de juego. También he echado en falta acciones más complejas a la hora de interactuar con el entorno que nos rodea. En la mayoría de casos basta con pulsar un botón, y soltar en el momento oportuno, para fabricar lanzas o empalizadas, o una ungüento con el que sanar heridas. Y lo mismo ocurre con las interacciones entre primates. Aparearse y dar a luz a la nueva generación requiere de un simple botón. No hay más. Estos tampoco destacan por su inteligencia artificial así que al indicarles que nos sigan puede que se pierdan o acaben en las fauces de un cocodrilo. Y duele, claro, porque aquí la muerte es permanente. Tanto es así que si pierdes a todos los miembros del clan y no hay crías con las que dar un salto evolutivo, la partida se acaba. Es difícil llegar a ese punto, también os lo digo, pero si ocurre... y si ocurre además por un fallo del juego (dejándote sin defensa frente a una guarida de dientes de sable, por ejemplo), el drama es bestial. Y la frustración mayor.
Es un juego bonito de ver y con la capacidad de dejarte boquiabierto con algunas de sus bellas estampas naturales
He disfrutado de Ancestors. Aunque llega un punto en el que la acción se vuelve algo repetitiva, pues los fundamentos básicos son los que son, nunca ha desaparecido esa sensación de maravillarme con cada nuevo descubrimiento. Llegar a una guarida de cocodrilos, ¡y sentir miedo!, o trepar hasta lo alto de una montaña para encontrar allí piedras preciosas me animaba una y otra vez a seguir adelante, en la línea de lo vivido en el genial The Legend of Zelda: Breath of the Wild. La pena es que hay pocas recompensas más allá de la satisfacción personal por desbloquear una serie de logros que, en cierto modo, sirven para conocer la magnitud del videojuego. Puedes rescatar a algunos primates perdidos, cartografiar todos los lugares de interés, interactuar de formas distintas con los animales salvajes… y poco más, la verdad. Por eso, una vez más, perder la vida y tener que intentarlo de nuevo se hace tan cuesta arriba. Siempre es lo mismo, y el castigo es extremo para las pocas recompensas reales que brinda el juego de Panache Digital.
Me lo he pasado en grande explorando y sobreviviendo a los desafíos que propone Ancestors, pero entiendo que esta es más que nunca una experiencia de lo más personal. El hecho de guiar a los primates hacia un nuevo hogar y descubrir por el camino parajes de una belleza sin igual ha sido recompensa más que suficiente para mi; sobre todo también gracias a la gran puesta en escena de un videojuego que sorprende por la variedad de escenarios y la enorme calidad de una banda sonora que se adapta a la perfección al mundo que nos rodea. El colorido de sus parajes naturales, lo frondoso de las selvas, lo árido de los desiertos africanos, los pantanos... pero también el diseño de los primates y su forma de moverse e interactuar entre ellos. A veces las animaciones son algo ortopédicas, pero en general este es un juego bonito de ver y con la capacidad de dejarte boquiabierto con algunas de sus bellas estampas naturales.
Ha habido momentos de desesperación; me ha frustrado no saber qué hacer con ciertos objetos o hacia dónde debía ir, pero al final, en mi caso, la satisfacción por dar un paso más ha sido suficiente. Aún con sus peros, Panache Digital ha sido valiente ofreciendo un juego original, único en su especie, que consigue algo tan difícil como hacerte sentir un superviviente en la prehistoria.
Podrá gustarte más o menos pero de lo que no hay dudas es que Ancestors: The Humankind Odyssey es un videojuego valiente y original que busca sorprender con una experiencia de supervivencia única en su especie. La ausencia de ayudas y la falta de un objetivo claro más allá de sobrevivir pueden frustrar y asustar a más de uno, pero el viaje que propone lo nuevo del creador de Assassin's Creed merece la pena ser vivido.
- Una experiencia de supervivencia única en su especie
- La sensación de progresión; de aprender por tu cuenta cómo debes actuar
- Gran variedad de escenarios y un curioso sistema de evolución
- Una dificultad a veces mal entendida con escasa recompensa para los jugadores
- Se echan en falta mecánicas de juego más elaboradas y más variedad en su acción
- El combate podría estar más trabajado
- La inteligencia artificial de los primates no siempre responde como debería
