¡Alegría por partida doble! Los autores de Shadowrun Returns sorprenden con un apasionante videojuego de estrategia por turnos que supone el regreso de una franquicia legendaria. En el análisis de BatteTech profundizamos en las virtudes de un desafiante juego de combates tácticos que captura como ningún otro hasta la fecha la mejor esencia estratégica del juego de mesa ideado por Jordan Weisman y FASA Studio.
Una fuerte explosión te devuelve a la cruda realidad. Acabas de perder un brazo mecánico, ¡el de la lanzadera de misiles!, y el tiempo se agota. Necesitas derribar tus objetivos en cuestión de pocos turnos pero no encuentras la manera de hacerlo. ¿Dónde golpeas? ¿Con quién atacas? ¿De qué modo puedes protegerte de la furia de los enemigos? El peligro es constante, la muerte acecha, y ese incesante tic tac que marca el trágico final de la misión no hace sino llevarte a un estado de nervios extremo.·"¡Que se acabe este infierno!", gritas desesperado, pero en BattleTech no hay espacio para los cobardes; te armas de valor, piensas a conciencia tu siguiente jugada... ¡y zas! Un disparo certero derriba a ese maldito BattleMech que bloqueaba el camino hacia la victoria. Avanzas buscando coberturas, flanqueando a los pocos rivales que quedan en pie, ¡disparando justo donde más duele!, en las partes dañadas confiando que la explosión de un depósito de munición, o la voladura de una de sus piernas, acabe tumbando a ese monstruo de acero que tanto daño ha provocado. Y sigues; sigues adelante confiando en la táctica, en el arsenal de armas y habilidades especiales con las que cuentan tus tropas pero sin dejarte llevar por la euforia. En el nuevo videojuego de los autores de Shadowrun Returns una mala jugada, un movimiento fallido, puede resultar fatal. Es lo que hace tan emocionante y dramática la acción estratégica que propone este título basado en el genial universo MechWarrior.
Combatir sin tregua una y otra vez contra unos colosos mecánicos que nos lo harán pasar realmente mal. Es la gracia de un videojuego de estrategia por turnos que ha sabido capturar como ningún otro hasta la fecha la esencia del mítico juego de mesa con el que Jordan Weisman y el tristemente desaparecido equipo de FASA Studio sorprendieron hace más de 30 años. Hay tantas opciones tácticas, tantas posibilidades a la hora de afrontar la lucha, que cuesta no emocionarse con la épica acción de BattleTech, pero si algo he de destacar son los lazos afectivos que estableces con tus pilotos. O bueno, esta es la forma romántica de hablar de ellos porque realmente... ¡lo que importa es el dinero! Sí, duele perder a un piloto experimentado como en X-COM resultaba agónico ver morir a una unidad veterana, pero en este videojuego de Harebrained Schemes, sin recursos, ¡no eres nadie! Se acaba la partida, pues no tendrás para pagar sueldos, ni tratamientos médicos, ni las reparaciones de los BattleMech que usarás en el campo de batalla. Por eso decía que duele, y mucho, sufrir pérdidas durante la lucha. Superar la mayoría de las misiones es una tarea relativamente fácil, ¡aunque tiene lo suyo!, pero hacerlo a la perfección, con daños mínimos en tu equipo, ya es otro cantar. Y es lo que hace de este un juego tan desafiante y especial.
Colosos de acero
He gritado hasta casi perder la voz cuando uno de mis BattleMech ha sufrido daños irreparables; y por poco no reinicio la partida ¡no una!, sino varias veces, al tener que lidiar con la amenaza de la bancarrota sin contar con apenas efectivos para continuar la guerra. Así de cruel puede ser este videojuego de estrategia que, a pesar de todo, y mira que lo pone difícil, rara vez llega a frustrarte con su acción. No culpas al juego de tus fracasos; aunque a veces puedes errar un disparo con un 90% de probabilidad de acierto, ¡y cabrea!, también es verdad que con una tropa de novatos, usando vehículos ligeros, se puede derrotar a un ejército de BattleMech acorazados usando la cabeza; aprovechando al máximo la movilidad de tus huestes, evitando que los enemigos usen sus mejores armas, golpeando por la retaguardia, flanqueándolos, usando posiciones elevadas o la protección de los bosques para evitar sufrir daños mayores. Y es en esos momentos cuando te das cuenta del enorme potencial que atesora este videojuego de Harebrained Schemes, que brinda la libertad de acción suficiente como para que afrontes la lucha de formas muy dispares.
A pesar de su crueldad en las partidas, rara vez BattleTech logra frustrarte con su acción
¿Tu ejército? Puedes personalizarlo a tu gusto. Equipar a cada BattleMech con un amplio abanico de armas: apostar por los láseres, misiles, balística; centrarte en la guerra a larga distancia usando armas de precisión, usar fuego de artillería para reventar a todo aquel que se plante a pocos metros de vuestra posición, o bien equipar a tus tanques verticales con potentes herramientas de combate cuerpo a cuerpo para dañar a los contrarios por medios poco convencionales. Podréis castigar y destruir por separado las piezas de un robot usando disparos certeros; arrancar brazos para evitar que usen ciertas armas o, si tenéis suerte, volar un depósito de munición para provocar una reacción en cadena que termine con la muerte del contrario. ¿Os sabe a poco? En este juego de estrategia tenéis la opción de desestabilizar a los colosos de acero, hasta tumbarlos, o incluso prenderles fuego con un lanzallamas para aumentar la temperatura del casco hasta terminar dañando su estructura ¡y al piloto! Que a veces morirá aún cuando su vehículo permanece relativamente intacto. Es genial. Dramático y genial. Pero son estos pequeños detalles los que hacen grande al nuevo trabajo de Jordan Weisman.
Con más de 30 BattleMech entre los que elegir y generosas opciones de personalización para definir su potencia de ataque, defensa y radio de acción, cada batalla se siente única en un videojuego en el que no solo importa cómo y con qué disparamos sino, también, desde dónde lo hacemos. Las distancias son importantes, pues cada arma tiene su propio rango de acción que debes conocer al detalle para sacarles el máximo provecho, y si golpeas desde una zona elevada, tendrás ciertas ventajas sobre aquellos que están en terreno inestable, por poner un ejemplo. El nivel de detalle es tal, que para evitar el sobrecalentamiento de las armas, podéis usar lagos y ríos para refrigerar vuestros vehículos de combate, pudiendo así usar de forma reiterada la máxima potencia sin miedo a saltar por los aires. Lo decía antes. Hay tantas posibilidades de juego que a veces puedes llegar a sentirte abrumado, aunque BattleTech hace bien los deberes a la hora de explicar sus fundamentos básicos. Cierto es que su tutorial no termina de explicar todas las opciones a tu alcance, es algo que aprendes con experiencia, pero seas o no veterano en el género, en cuestión de minutos estarás disfrutando de la emocionante acción del videojuego.
Otro aspecto que me encanta es la sensación de progresión. Las tropas ganan experiencia durante el transcurso de la guerra, adquiriendo nuevas habilidades -no hay muchas- y ventajas tácticas como más salud, precisión o capacidad de evitar los golpes; pero también los vehículos crecen y crecen con más y mejores armas que te permiten afrontar la lucha desde otras perspectivas. Incluso puedes personalizar la nave en la que viaja tu tropa de mercenarios, adquiriendo así bonificaciones a la hora de reparar desperfectos, sanar a los pilotos heridos o incluso, potenciando la moral, necesaria para hacer uso de las habilidades especiales como el disparo certero. Con un buen diseño de misiones, que siempre busca el modo de sorprender con retos más difíciles, con situaciones de combate que se salen de la tónica habitual, la campaña de BattleTech es una gran muestra del gran talento creativo que impera en el estudio responsable de Shadowrun Returns. Cierto es que las misiones secundarias terminan volviéndose repetitivas, contando además con una pobre base argumental, pero cada vez que te embarcas en una lucha capital para los intereses de tu facción la emoción gana protagonismo y el juego sabe recompensar con escenas de acción memorables, aún cuando a veces se pasa con la dificultad volviendo algo frustrantes las batallas. Lo que me lleva a hablar de la inteligencia artificial de los rivales, que saben golpear donde más duele, aprovechando sus ventajas. ¡Malditos!, que se ensañan con las unidades más desfavorecidas creando escenas de auténtico terror.
Por otro lado, haciendo uso del motor gráfico Unity, BattleTech no es un título espectacular pero sí cumple con lo esperado. El diseño de los robots es genial y muestra un gran acabado, pero los escenarios presentan una estética algo más pobre. Hay lugares capaces de sorprender por su belleza, pero son los menos en un juego que, eso sí, destaca por la capacidad que tienes para destrozar todo lo que encuentres a tu paso. Con un estilo cinematográfico, la cámara mostrará en todo momento la acción desde la perspectiva más espectacular posible, aunque a veces se arma un lío y termina mostrando rocas, árboles o el cielo. En lo tocante al sonido, la banda sonora posee un tono épico que le sienta fenomenal, con una gran variedad de partituras que casan perfectamente con la intensa acción de BattleTech. La mala noticia, al menos por ahora, es que el videojuego no está traducido al español, lo que puede dificultar las cosas a aquellos que no dominan el inglés, pues además se van a perder otro de los atractivos del juego, que es su historia. No muy original, ni con giros de guión inesperados, pero sí lo suficientemente atractiva como para que desees saber más del fantástico universo MechWarrior. Y eso, claro, es una buena noticia para una franquicia a la que ya se echaba de menos.
BattleTech es un videojuego apasionante y divertido que atrapa con su desafiante acción estratégica
Con un buen modo multijugador para disputar batallas contra otros jugadores, al final lo que importa es que BattleTech es un videojuego apasionante y divertido que atrapa con su desafiante acción estratégica. Puede que no explique bien algunas de sus mecánicas de juego y que, a veces, te frustre cuando te enfrenta a picos de dificultad bastante elevados pero qué duda cabe, si le das una oportunidad, disfrutarás mucho con él. En este punto conviene hablar de ciertos problemas que están impidiendo que algunos aficionados disfruten del videojuego, con imposibilidad incluso de participar en las misiones del modo historia. Algo que no ha ocurrido durante mis sesiones de juego, en las que solo he sufrido una salida al escritorio.
BattleTech es un gran videojuego de estrategia por turnos que atrapa no ya solo por su emocionante acción, por toda esa libertad que define sus combates tácticos, sino también, por cómo te implica en su universo de ciencia ficción hasta el punto de lamentar la pérdida de tropas, ¡o las piezas de tus robots! Todo cuesta dinero en un videojuego que destaca por permitirte crear y personalizar tus propias máquinas de guerra. Seas o no veterano en el género, encontrarás en este un gran divertimento con el que poner a prueba tus dotes como estratega.
- Fiel recreación del mítico juego de mesa BattleTech
- Amplias opciones tácticas; puedes afrontar la lucha de muchas formas distintas
- La personalización de los BattleMech y el apego que sientes por ellos
- El juego no siempre explica del mejor modo sus opciones
- Picos de dificultad elevados que pueden terminar frustrando
