Teníamos bastante claro que HEY! Pikmin no iba a parecerse demasiado a los títulos anteriores. Es una versión para portátil, y como tal debía estar adaptada a las características de Nintendo 3DS. El resultado, como verás es su análisis, es un videojuego sin la profundidad de las entregas numeradas, pero aún así interesante de descubrir.
Resultaba bastante obvio que la adaptación de Pikmin a un dispositivo portátil como Nintendo 3DS traería bastantes cambios… o, mejor dicho, una auténtica reformulación. Lo cierto es que no nos pilla por sorpresa. Suele ser la mejor solución en estos casos, optando por una vía diferente que aún así logre mantener la esencia de una determinada franquicia.
Básicamente, lo que se ha hecho en Hey! PIKMIN es cambiar la exploración en vista cenital por un enfoque 2D plataformero, aunque manteniendo claves identitarias. Reclutamiento de pikmin, hallazgo de objetos, presencia de enemigos y, por supuesto, ayudar a Olimar a reparar su nave. Esta adaptación contiene todos esos ingredientes, dispuestos en un novedoso formato que podría decirse que conecta mejor con el público más juvenil de la plataforma portátil de Nintendo.
No queremos decir que carezca de profundidad, pero sí que se han simplificado las mecánicas. No pretendemos afirmar que suponga un paseo, aunque no es lo mismo que las entregas numeradas. Por ello, al aproximarse a este título lo más conveniente es dejar de lado expectativas y prejuicios. La obra de los nipones de Arzest no pretende una evolución de la serie (de eso podría encargarse Pikmin 4), sino descubrirnos una nueva forma de jugar con ella… que por cierto sigue conteniendo buenas dosis de diversión.
Silbato portátil
Hey! Pikmin recupera el concepto de encontrar pikmin y lanzarlos para avanzar a través de varios niveles repartidos en un total de seis regiones. La diferencia principal con respecto a otros videojuegos de la saga es que aquí manejamos al capitán Olimar en "scroll" lateral, con la pantalla táctil dedicada al lanzamiento de las criaturas que nos vamos encontrando.
Lo interesante es que el sistema resulta preciso. Donde tocas van a parar tus pikmin. Y los hay de distinto tipo: están los resistentes a la electricidad, los que bucean, los que rompen rocas, los que vuelan… La variedad está asegurada, y es uno de los aspectos que mejor funcionan en el videojuego, con situaciones que dependen del uso de un tipo u otro de pikmin.
Eso sí, la profundidad y complejidad disminuyen con respecto a otros videojuegos de la franquicia, aunque esto no quiere decir que la curva de dificultad sea inexistente. Hay diseños laberínticos y alguna que otra situación que te obliga a pararte y pensar. Avanzar por los niveles no es complicado, pero alcanzar el 100% en el juego es un reto. No debería costarte mucho ayudar a Olimar a volver a su hogar (el pobre ha vuelto a estrellarse en un planeta desconocido), pero sí hallar los varios objetos desperdigados en cada área.
El planteamiento es sencillo. Controlas a Olimar, reclutas pikmin e interactúas con ellos hasta alcanzar el final de cada nivel. Sólo hay que tener en cuenta unas pocas acciones: el movimiento de nuestro protagonista mediante el stick direccional, la presión de un silbato para llamar a tus amigos de colores, y la pantalla táctil para lanzarlos al punto que desees. Como buen plataformas que es, aquí prima más la habilidad, dejando de lado la gestión táctico-estratégica.
Lo interesante es que, a pesar de ello, Hey! PIKMIN sigue siendo interesante. El juego incentiva a que acabes cada nivel con el mayor número de pikmin, porque sirven como mano de obra en una especie de jardín donde seguir obteniendo lustronio con el que escapar del planeta en que te encuentras atrapado. Luego hay pequeñas pruebas y jefes finales que añaden distintas capas de variedad al conjunto, erigiendo una experiencia satisfactoria.
Los desarrolladores de Arzest, especialistas en trabajar con dispositivos portátiles, han realizado un buen trabajo. Uno que no quiere ser ambicioso ni ganar protagonismo en la serie Pikmin, pero que se defiende para proponer su propio enfoque. Desde esa perspectiva, se entiende que no sea visualmente puntero (no hace uso del efecto 3D), con un diseño que no impresiona, pero que tampoco decepciona.
En definitiva, un título enfocado a expandir la serie, más que a continuarla. Es un alto en el camino, una experimentación en el ámbito portátil que significa Nintendo 3DS y que… quién sabe, podría dar alguna idea interesante para el futuro de la licencia. Tiene buenas intenciones y algunas se explotan bien. Sólo le falta haber recuperado la robustez y profundidad de los originales, aunque también habría que considerar si su público es el mismo. Esa tarea... dejamos que la descubráis y valoréis vosotros mismos.
Los nipones de Arzest realizan un trabajo de adaptación interesante de las posibilidades de Pikmin a Nintendo 3DS. El videojuego carece de la profundidad jugable de los juegos anteriores, pero su propuesta es novedosa y disfrutable, sobre todo si es tu primera vez con esta licencia. ¿Podría haber sido mejor? Seguramente, y es ese fuerte sentimiento de falta de ambición lo que aleja a Hey! PIKMIN de sus hermanos mayores.
Comprar Hey! Pikmin- Interesante adopción del esquema 2D plataformero
- Buena variedad de situaciones, incluyendo jefes finales
- El jardín Pikmin supone un gran y acertado incentivo
- Falta de profundidad jugable
- Se aleja de anteriores Pikmin en cuestión de calidad
