Adéntrate en un viaje muy especial protagonizado por cuatro jóvenes que rememora las mejores aventuras plataformeras 2D de los 8 y 16 bits. Un título que los jugadores más veteranos seguramente no dejarán pasar. Análisis de Vulture Island.
Vulture Island nos ha proporcionado una de las experiencias retro más sugerentes de las que hemos disfrutado últimamente en el panorama de juegos diseñados para móviles. Y es que esta producción de Donut Games para sistemas iOS y Android bebe de fuentes tan fascinantes como pueden ser las sagas Super Mario Bros y World, Adventure Island o Alex Kidd por citar varios ejemplos de los cientos que podríamos mencionar.
Se trata de una aventura plataformera de gráficos y jugabilidad 2D bien resuelta e increíblemente inspirada en cuanto a su diseño se refiere. Y encima posee algunos elementos relativamente originales, dando como resultado un título muy recomendable para una amplia cantidad de usuarios ávidos de este tipo de producciones.
Como sucedía con las producciones de los 80 y 90 de este mismo estilo, la excusa que sirve para dar vida a la aventura es de todo menos seria y trabajada. Benjamin y sus amigos se embarcan en un viaje a bordo de una especie de aeroplano muy sencillo… y poco resistente. Sí, porque a mitad de camino sufre un accidente que da al traste con su estructura y los cuatro van a parar a una isla insólita: Vulture Island.
Los tres acompañantes de Benjamin (Alex, Paul y Stella) van a parar a tres zonas muy diferentes de la isla, si bien del primero no queda ni rastro. Y a partir de ahí este trío de personajes se las tiene que apañar para hallar la manera de escapar de dicha isla y, también, encontrar a su amigo.
Misión de rescate
Lo más curioso y atractivo de esta obra de Donut Games es la posibilidad de poder recorrer tres rutas diferentes con cada uno de los tres protagonistas. Al más puro estilo Super Mario Bros 3 (o World), cada una de las tres zonas que pueden transitar los protagonistas de manera independiente consta de su propio mapamundi u overworld, pudiendo ir de un punto a otro del mismo para recorrer la fase correspondiente.
Dichos niveles no son lineales y, de hecho, para poder superar muchos de ellos primero es necesario hacernos con un objeto, arma o instrumento concreto que nos permita superar ciertos obstáculos. Un toque a lo metroidvania que le sienta de maravilla a una fórmula de juego muy clásica que se asemeja a lo experimentado en los títulos del género aparecidos durante los 80 y 90.
A todo esto se suma la siempre sugerente necesidad de tener que superar ciertos puzles (algunos para nada sencillos) y, lo mejor, poder interactuar con vendedores ambulantes y otros personajes secundarios que aportan más vidilla a la aventura en general. Además es un juego que, sin ser extremadamente difícil, no es un paseo. Es cierto que se queda algo justo en cuanto a su duración, pero teniendo en cuenta su reducido precio, nos parece un fallo menor.
El control es bastante sencillo y responde muy bien, aunque como suele ocurrir en este tipo de títulos lo más recomendable es usar un mando. De esta forma el juego gana todavía más enteros, siendo una aventura absolutamente recomendable… y que encima ha sido dotada de mucho encanto.
Gráficamente no puede ser más sencillo, pero por fortuna los diseños de los protagonistas y enemigos (bastante variados) nos han parecido muy acertados, destacando sus notables animaciones. Además los escenarios (bosques, cuevas, aldeas, montañas…) son realmente diversos, decorados que quedan bien ambientados por melodías simpáticas y efectos funcionales.
Este videojuego de Donut Games sirve de homenaje a los grandes clásicos de las aventuras plataformeras de los 80 y 90. Jugabilidad 2D cautivadora y ciertos elementos de backtracking añaden interés a una fórmula de juego para nada sorprendente pero sí bien interpretada. Los jugadores más veteranos y nostálgicos encontrarán en este juego una fuente de recuerdos inolvidables.
- Poder controlar a tres protagonistas con sus respectivas rutas
- Las pinceladas de backtracking aportan frescura al desarrollo
- Ambientación retro bien recreada y colorida
- La interacción con personajes secundarios añade interés
- El control no es malo, pero mejora mucho con un mando compatible
- No es un juego fácil pero sí que resulta algo corto
