Después de darnos varios años de Sniper Elite, Rebellion amplía su baraja con Strange Brigade, un adictivo shooter cooperativo que nos invita a formar un equipo y plantar cara a las infinitas monstruosidades y fuerzas sobrenaturales de Seteki, la Reina Bruja.
Diversión sin demasiadas complicaciones: Strange Brigade es un shooter simple y directo, de esos que se prestan a invitar a unos amigos y ponerse a jugar de inmediato. No hay niveles de por medio, ni demasiados impedimentos para progresar y desbloquear nuevos mapas y modos con los que jugar. Lo nuevo de Rebellion se vuelca por completo en la acción, y lo cierto es que a ese nivel funciona muy, pero que muy bien.
Sabemos que las comparativas a menudo son odiosas, pero para que te hagas una idea del tipo de juego que es te diríamos que está más cerca de Left 4 Dead 2 que de Killing Floor 2 o Warhammer: Vermintide II. Pero la idea de todos ellos, es en el fondo, la misma: sobrevivir a incontables hordas de enemigos, usando armas, trampas y poderes. Los padres de Sniper Elite recorren la misma senda con total soltura, como si hubieran trabajado en este tipo de juego durante años. Y como un chef maestro, experimenta también con nuevos ingredientes: rompecabezas, armas especiales o incluso el típico "goblin del tesoro". Todo ello con buenos resultados.
¿Y qué tipo de contenidos tenemos en Strange Brigade? El aperitivo es una campaña de nueve misiones donde interpretamos a la Brigada Extraña que da nombre al juego: un pequeño grupo de aventureros e investigadores dispuestos a llevar a Seteki, la Reina Bruja, de vuelta a la oscura tumba de la que salió. Aunque no le falta rejugabilidad, el plato fuerte es sin duda el modo horda y un divertido componente contrarreloj que muy probablemente te mantenga pegado a la pantalla durante un buen puñado de horas. Si no te parece suficiente, no te preocupes: sus responsables ya han anticipado que actualizarán el juego con contenido gratuito en clave mensual, además del pase de temporada.
Cruzada contra los horrores
Técnicamente, podrías instalar el juego y empezar a jugar directamente por el modo horda, pero ya sabes cómo va esto: normalmente, el punto de partida es la campaña. Y en este punto, tengo sensaciones encontradas. Todo lo referente a la jugabilidad me parece muy sólido, bien trabajado y en ciertos aspectos incluso sobresaliente; pero a la narrativa ni siquiera le encuentro sentido. Es más, parece que Rebellion no se la toma muy en serio y tampoco tiene problemas en encasquetarnos alguna broma de esas que te hace pensar si de verdad quisieron hacer una historia desde el principio.
El caso es que cada misión comienza en una cinemática granulada y en blanco y negro para meternos en el meollo del asunto, que generalmente es aprender más sobre Seteki antes de darle caza. Después, la Brigada Extraña se despliega en la jungla, templo o pirámide de turno para completar la misión. Hay un narrador increíblemente molesto que nos acompaña en todo momento, metiendo chistes malos con calzador y comentando nuestros progresos. Incluso aquellos tan tontos como obtener un desbloqueable.
Todo lo demás está francamente bien diseñado y mejor ejecutado: durante la misión, la acción sólo se interrumpe con breves cinemáticas y alguna que otra broma —todas de buen gusto, por suerte— donde se nos presentan nuevos enemigos. No encontraremos ningún mapa marcadamente abierto, pero todos nos ofrecen la posibilidad de desviarnos un poco para encontrar secretos, desbloqueables o pociones, munición y dinero. Permíteme tomar un momento para subrayar lo bien que lo hace aquí, ¿de acuerdo? Porque en este punto brilla como pocos.
Es un shooter simple y directo, de esos que se prestan a invitar a unos amigos y ponerse a jugar de inmediato
Cuando juegas, digamos, Uncharted 4 o Rise of the Tomb Raider, esperas encontrar rompecabezas totalmente encriptados aquí y allá. La acción se detiene, te pones a pensar, resuelves el problema y lo mismo sigue una sección de disparos o de plataformas. Strange Brigade hace esto de forma similar, pero con un giro de tuerca: los rompecabezas son mucho más dinámicos, y permiten al jugador resolverlos a su manera. ¿Cómo es eso? Por ejemplo, añadiendo un componente de aleatoriedad (el rompecabezas es el mismo, pero la resolución varía cada vez que entras a la misión), dándote la oportunidad de organizarte con tus amigos para resolverlo o manteniendo los tiroteos durante la resolución del problema.
Vamos con algo más ilustrativo. En la primera misión, hay un rompecabezas en una puerta (A) con tres grabados, que hay que disparar en un orden muy específico, pero ese orden aparece dibujado aleatoriamente tras una puerta más lejana (B). No puedes disparar desde B hasta A, así que debes memorizar el código, hacerle una foto o apuntarlo en un papel para reproducirlo bien en la primera puerta. Si estás jugando con un amigo, este puede irte diciendo el código directamente, o gastarte una broma diciéndotelo mal adrede. Casi todos los rompecabezas de este juego nos dan un pequeño margen de libertad para resolvernos a nuestra manera, y a menudo son increíblemente divertidos. Aún más cuando estás lidiando con monstruos a la vez que los resuelves.
Este tipo de jugabilidad emergente y libre está presente en todo el juego, animándonos a ser creativos con las trampas, hablar con nuestros amigos y combinar el poder destructivo de todo nuestro arsenal. Por supuesto, puedes jugar a la campaña o al resto de modos en solitario, pero no sacarás partido a todo lo que Strange Brigade tiene que ofrecer hasta que te unas a uno o más amigos para jugarlo. Es el tipo de juego que se presta a desafiar a los que se lo toman en serio y hacer reír a los que no, y da lo mejor de sí cuando participas con gente dispuesta a jugar de la manera en la que lo haces tú. Como te decimos, no es que todo se pueda tomar en broma, ni mucho menos.
Todo lo referente a la jugabilidad me parece muy sólido
Los minotauros no cargan de frente, sino haciendo zigzag. Muchos enemigos llevan armadura. Hasta cualquier zombi pequeño puede hacerte daño notable de un arañazo si no tienes cuidado. Algunos tienen partes cercenables, otros son escurridizos y portan tesoros y algunos muy de vez en cuando pueden llevar una poción en la mano que dejan caer al morir. Strange Brigade no tiene niveles de personaje ni una progresión compleja, pero sí una jugabilidad lo suficientemente profunda como para aprender y superarse conforme inviertes horas en él. Nos hubiera encantado ver algunas secciones de plataformeo aquí y allá, tal vez una mayor variedad de armas y herramientas, una historia más épica o un componente de personalización más interesante para considerarlo redondo.
Eso que te decimos es muy general, pero podemos entrar en más detalles si hablamos del modo horda o del contrarreloj. En ambos casos sacrificamos la narrativa, los rompecabezas y las cinemáticas de la campaña por una acción aún más directa si cabe. En el modo horda, la munición y las pociones se hacen cada vez más escasas, y el juego nos obliga a gestionar nuestros recursos a cuentagotas: ¿prefieres mejorar tus armas o desbloquear un edificio lleno de recursos? La clave, por supuesto, es coordinarnos con nuestros compañeros y tener algún arma especial para darle la vuelta a la tortilla si fuera necesario.
El modo contrarreloj es refrescante y divertido, aunque sólo durante un tiempo. Nos ofrece recursos casi ilimitados: energía para el talismán, trampas, explosivos, armas especiales… prácticamente todo lo que quieras. Pero si quieres sacar las máximas puntuaciones, tendrás que perfeccionar al máximo tus reflejos, y entender al instante cómo sacar el mayor provecho a cada trampa. A veces, tendrás que explotar un contenedor, que queme una enredadera, que libere una piedra, que caiga en un pedestal… y así. Es divertido, pero también cansa rápido y no hay recompensas que te motiven a exprimir las mejores puntuaciones.
Lo tocante al apartado técnico es digno de elogio, por su parte: los escenarios no son muy grandes ni abiertos (como anotábamos anteriormente) pero sí son hermosos y variados. Nos hubiera encantado contar con una banda sonora como mínimo del estilo de Indiana Jones para acompañar la campaña en sus momentos más relajados, pero en este sentido es un título muy conformista, que hace los deberes y poco más. Si juegas en ordenador, te alegrará saber que es un juego bastante bien optimizado y que una tarjeta gráfica de gama media te servirá para mantener la tasa de imágenes por segundo incluso en momentos donde la cantidad de enemigos en pantalla parece prohibitiva.
Strange Brigade, la nueva IP de Rebellion, es una grata sorpresa para los aficionados a los shooters cooperativos: no inventa la rueda, claro; pero sí es capaz de condensar la acción, el ritmo y la fantasía de templos y bestias mitológicas en un paquete compacto y divertidísimo. Nos hubiera gustado ver una campaña más cuidada, una acción un poco más variada y algo más de personalidad audiovisual para encontrar un título obligatorio en su género.
- Simple, directo y divertido como pocos. Tiene un gran sentido de la acción
- Los rompecabezas son variados, entretienen y no interrumpen el ritmo
- Tiene pocos modos, pero todos son bastante rejugables
- A la campaña le hubiera sentado bien una narrativa más cuidada
- Le faltan jefes y secciones más variadas e interesantes
- Con sólo tres modos y sin objetivos claros, se te puede hacer repetitivo
