Análisis de Transference, un nuevo tipo de thriller cognitivo y digital

Análisis de Transference, un nuevo tipo de thriller cognitivo y digital
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Un científico tan obsesionado con su proyecto sobre la digitalización de la cognición humana. Una familia afectada por dicha obsesión. En el análisis de Transference, exploramos las mentes de esta familia atormentada por un experimento dispuesto a cambiar por completo nuestra realidad.

Cuando Transference fue anunciado, lo cierto es que me costó entender bastante lo que pretendía ser esta producción entre Spectre Vision y Ubisoft. Y es que ha tenido una promoción bastante dispar, entre esos tráilers comedidos por miedo a revelar más de la cuenta, llenos de destellos, glitches y mezcla entre juego e imagen real que dejaban demasiado a la imaginación. También la noticia de que Transference estaba producido por Elijah Wood (también encargado de la dirección artística si nos atenemos a los títulos de crédito) y, sobre todo, ese enfoque en la realidad virtual en el que, en algún momento del desarrollo cambió a ser una alternativa.

Todo para haya llegado a un conclusión bastante obvia en el momento en que llevaba escasos minutos de juego. Que Transference es un Walking Simulator. Uno bastante conservador, teniendo en cuenta lo que el género ha sido capaz de lograr en los últimos años. La historia, o más bien la ambientación, es de lo más original del trabajo de Spectre Vision, que se apoya en una investigación sobre la digitalización de la cognición humana, en el que el científico verá involucrada a su propia familia tanto en el proceso como en el resultado de dicha investigación. Así se se crea una historia con una clara orientación hacia el terror, pero en el que apenas es capaz de sumergirse sin la ayuda de afluentes "jump scares" dirigidos al jugador a poco que gires una esquina.

Se nota que Transference es un título pensado para disfrutarse con unas gafas de realidad virtual

De alguna forma, Transference me recuerda a Layers of Fear, en ese banal intento de aterrar al jugador a base de subir la música de súbito y lanzar elementos hacia la cara del jugador. Pero donde el juego de Bloober Team lograba plasmar los elementos de la psique humana en un entorno grande, con un buen diseño y complejo, Transference parece quedarse en la superficie. Todos los elementos que podemos recopilar, como los vídeos que sirven a modo de coleccionable, aportan poca información a la trama, mientras que el entorno de juego queda reducido a un pequeño apartamento que varía según la perspectiva de cada miembro de la familia de estos sucesos distorsionados en lo digital.


Cuestión de perspectiva

Pero quizá el mayor problema en lo narrativo es la falta de una cierta consistencia. Transference parece escoger todos los elementos en la búsqueda constante de transmitir esa sensación de incomodidad al jugador ante un entorno inquietante, saltándose todo tipo de normas internas o, más bien, sin tan siquiera detenerse a explicarlas. Si el juego necesita alterar recuerdos o realidades, lo hace. Si necesita un monstruo, aunque no venga al caso, lo incorpora.

Análisis de Transference, un nuevo tipo de thriller cognitivo y digital


Pese a que puede jugarse perfectamente sin gafas, el juego está mucho más pensado para ser disfrutado en realidad virtual.
Pese a que puede jugarse perfectamente sin gafas, el juego está mucho más pensado para ser disfrutado en realidad virtual.


Este desarrollo se ve aún más intervenido por los puzles, los cuales son relativamente básicos y, en ocasiones, poco intuitivos, que nos irán haciendo recopilar una serie de cristales para ir avanzando la aventura. No hay mucho más que decir sobre ellos, salvo que es probable que si el videojuego hubiera mantenido su exclusividad para la realidad virtual, habrían casado mucho mejor con su representación en pantalla.

De hecho, se nota y mucho que Transference es un título pensado para disfrutarse con unas gafas de realidad virtual y que su apertura al juego tradicional ha lastrado un poco el desarrollo. Todos los efectos, tanto visuales como sonoros, funcionan mejor cuando jugamos en esta modalidad. De hecho, el apartado sonoro es uno de los que más transmiten, siendo muy complejo tanto en sus capas como en la cantidad de efectos y recursos que utiliza. Sin embargo, como todos los juegos de realidad virtual que otorga completa libertad de movimientos al jugador, corren el riesgo de caer de que éste termine sufriendo de ciertos mareos que, en este caso, son poco evitables. Lo intenta con una velocidad de movimientos muy reducida que se acusa si juegas sin las gafas y unos controles que no están poniendo las cosas fáciles a los primeros usuarios, pero aun así no será una experiencia apta a según qué tipos de estómagos.

Análisis de Transference, un nuevo tipo de thriller cognitivo y digital


Transferencia narrativa

Creo que la idea de Transference es bastante más novedosa de lo que pueda parecer en un primer momento. La premisa de jugar con la cognición humana y aplicarle factores post-humanistas por medio de la digitalización de las conciencias es uno de los asuntos más interesantes de nuestra época y de la ciencia-ficción moderna, que otros juegos incluso ya se han acercado con grandes resultados, como SOMA. La fórmula del walking simulator es la correcta para ello y los elementos de terror, más que «jump scares», deberían ser simplemente un producto de encontrarse en un lugar inhóspito, casi surrealista.

Transference no pretende en su fuero interno ser una experiencia terrorífica, pero abusa de los jump scares en más de una ocasión.
Transference no pretende en su fuero interno ser una experiencia terrorífica, pero abusa de los jump scares en más de una ocasión.


En los últimos años, casi cuando este género narrativo parecía estar en los últimos estertores, las desarrolladoras han logrado introducir elementos diegéticos a sus entornos, pero sobre todo a sus mecánicas, para reforzar la trama sin que ésta quedase recluida en simples diálogos y apoyada por coleccionables en forma de notas de texto y audio. Transference, quizá por todo el tiempo que lleva en desarrollo, no parece haberse adaptado a los nuevos tiempos narrativas y no logra masterizar estas herramientas, mezclando adecuadamente las herramientas jugables con las narrativas, quedando en ciertos momentos una historia algo fría e inconsistente. Sus dos horas, no obstante, se siguen con interés gracias a lo poderoso de su planteamiento inicial, uno que con algo más de trasfondo y mensaje, podría haber transferido realmente nuestra imaginación a su historia.

Interesante

Sin sello
Análisis de Transference, un nuevo tipo de thriller cognitivo y digital

Transference

Por: El equipo de 3DJuegos
Sin sello

Transference es una idea muy original que no desarrolla todo el potencial que podría alcanzar, con un entorno y unos puzles bastante limitados. Siendo en su estructura la de un walking simulator, parece quedarse en la superficie de lo que el género ofrecía antaño, sin que los elementos jugables logren aportar grandes matices narrativos a la aventura.

  • La ambientación está muy lograda en algunos momentos
  • El sonido tiene una gran cantidad de matices bien explotados
  • La historia parece quedarse en la superficie
  • Los puzles son bastante básicos y en algunos momentos poco intuitivos
  • El juego no aprovecha todo lo que podría los elementos jugables y ciertas facetas visuales para reforzar su historia
Jugadores: 1
Idioma: Textos en español y voces en inglés
Duración: 2 horas
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