Análisis de Wolfenstein Cyberpilot, acción subjetiva muy inmersiva y efímera para Realidad Virtual

Análisis de Wolfenstein Cyberpilot, acción subjetiva muy inmersiva y efímera para Realidad Virtual
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Con la mente puesta de manera exclusiva en la Realidad Virtual de PS4 y PC, Bethesda y MachineGames crean una aventura subjetiva plagada de acción tremendamente intensa… mientras dura. Análisis de Wolfenstein Cyberpilot.

Se ha hecho de rogar durante un tiempo, pero ha llegado por partida doble. Una de mis sagas de shooters subjetivos favoritas de los últimos años, Wolfenstein , ha regresado con dos ofertas claramente diferenciadas. Por un lado tenemos a Wolfenstein: Youngblood, título del que ya os ofrecimos un completo análisis hace unos días (y que, personalmente, su nueva fórmula de juego me gusta bastante menos que la ofrecida antaño). Y luego nos ha llegado también Wolfenstein: Cyberpilot, una obra que ha sido diseñada específicamente para los diferentes dispositivos de Realidad Virtual, si bien yo sólo he tenido acceso a la versión destinada a PSVR . Se trata, cómo no, de otra experiencia puramente FPS, pero su sistema de juego dista bastante de lo que ha sido integrado en el citado Youngblood.

Antes de entrar en materia, lo suyo es situar la acción, dado que como en toda entrega de esta franquicia, la historia posee bastante interés y se va narrando de manera progresiva a medida que superamos los niveles… y en perfecto español además.

La acción nos traslada hasta principios de los años 80 y nosotros asumimos el papel de hackers. Como miembros de la Resistencia Francesa ante la amenaza nazi, debemos reprogramar el código de hasta tres máquinas distintas que dicha Resistencia ha robado a las tropas alemanas para controlarlas más tarde en el campo de batalla. El guion está bien escrito y nos aporta numerosos datos sobre lo que está pasando tanto en la capital francesa como en otras localizaciones, pero tiene un problema: la trama resulta demasiado efímera como para llegar a “explotar” y enganchar del todo. Y eso se debe a que la aventura da de sí para un par de horas únicamente, siendo este precisamente el principal inconveniente que presenta el título.


Acción a destajo y toques de sigilo intensos pero muy breves

Lo primero que debemos hacer nada más pasar a integrar las filas de la Resistencia es conocer sus instalaciones. Su cuartel general consta de cuatro plantas principales, cada una de ellas dedicada a una función concreta. El sótano hace las veces de hangar y ahí es donde debemos reprogramar a las tres máquinas. En el segundo piso se encuentra la sala de conferencias y es el lugar donde solemos recibir la mayor parte de la información vinculada a la misión que tenemos que materializar. La tercera planta es la zona de tecnología y, finalmente, la cuarta es el lugar donde está situada la cabina que nos permite controlar a los robots. ¿Y cómo accedemos a unas plantas y a otras? Pues de manera sencilla: accionando la palanca correspondiente que hace que la silla en la que estamos sentados permanentemente ascienda o descienda de un piso a otro.

Podemos reparar a nuestras máquinas siempre que queramos gracias a la ayuda de unos pequeños robots que se encargan de dicha tarea.
Podemos reparar a nuestras máquinas siempre que queramos gracias a la ayuda de unos pequeños robots que se encargan de dicha tarea.


El sistema de juego de Wolfenstein Cyberpilot es bastante sencillo pero tiene su gracia, más que nada porque antes de cada misión debemos realizar una serie de preparativos que aportan más sustancia a la acción. Reprogramar a los robots y hackear sus códigos en el hangar, construir armas en el laboratorio o practicar en una zona de entrenamiento los controles básicos de las máquinas son algunas de las tareas que debemos efectuar antes de salir a campo abierto. Todos vienen a ser una especie de pequeños minijuegos en los que es necesario manejar determinados objetos, lo que nos permite relajarnos un tanto después de la acción intensa que nos ofrecen los niveles en sí… especialmente los que tienen que ver con dos de los robots que podemos controlar: el Panzerhund y el Zitadelle.

Análisis de Wolfenstein Cyberpilot, acción subjetiva muy inmersiva y efímera para Realidad Virtual


El desarrollo de las fases en las que controlamos a estas dos máquinas es muy lineal

El Panzerhund es una especie de perro metálico que es capaz tanto de cargar con fuerza contra los enemigos (o contra objetos de gran tamaño, coches incluidos) así como lanzar fuego por la boca. Y, por su parte, el Zitadelle es una bestia de hojalata que posee una resistencia increíble y una gran capacidad ofensiva, pudiendo incluso lanzar misiles. El desarrollo de las fases en las que controlamos a estas dos máquinas es muy lineal, siendo necesario avanzar por escenarios de reducidas dimensiones eliminando a todo rival que se nos ponga a tiro, existiendo una buena variedad de ellos: tropas nazis, robots mecánicos, vehículos de guerra… Gozamos de movimiento libre para ir de un sitio a otro pero, para aquellos que son más sensibles a los mareos, deben saber que debido a que su movimiento es más bien lento y al hecho de que siempre seguimos la acción desde una cabina, todo se suaviza mucho en este sentido.

Análisis de Wolfenstein Cyberpilot, acción subjetiva muy inmersiva y efímera para Realidad Virtual


El dron protagoniza los niveles más interesantes del juego, que combinan la exploración con el hackeo de terminales y el sigilo.
El dron protagoniza los niveles más interesantes del juego, que combinan la exploración con el hackeo de terminales y el sigilo.


Sin embargo, todo esto que os acabo de comentar cambia por completo cuando nos toca manejar al robot que más me gusta de los tres disponibles: el dron. ¿Y por qué? Pues porque la acción a destajo que nos proporcionan los niveles protagonizados por las dos máquinas anteriores deja paso al sigilo, la exploración y los hackeos de terminales. Al tratarse de un dispositivo mucho más frágil y pequeño, apenas puede recibir impactos, por lo que el ir a saco y enfrentarse cara a cara contra los nazis no tiene mucho sentido. En cambio, podemos usar su gran movilidad y su camuflaje para ir de un lado a otro rápidamente y para buscar caminos alternativos más seguros, pudiendo además fulminar a los adversarios que pillemos desprevenidos mediante su arma principal.

Gracias a la presencia del dron la jugabilidad se equilibra bastante y acaba resultando gratificante, si bien en mi opinión las fases de acción acaban siendo demasiado predecibles en global. Pero el problema principal de Cyberpilot es el que os señalaba al comienzo del análisis: su duración. En menos de dos horas (en el nivel de dificultad medio) es posible superar todas las fases que nos propone el título, muy escasas. Pero eso no es lo peor, dado que la rejugabilidad que ostenta este shooter subjetivo es más bien nula. Por fortuna es un juego que cuesta menos de 20 euros, pero al margen de eso entiendo que la adición de algún que otro nivel más así como encontrarnos con modalidades adicionales hubiera sido lo pertinente para dar el empaque necesario a esta, por otra parte, intensa e inmersiva aventura FPS.

Sí, porque todo lo demás funciona de manera muy correcta, comenzando por el manejo de los tres robots desde el DualShock 4, control que me ha parecido muy preciso y que apenas presenta problemas de detección.

Toda la aventura ha sido doblada a nuestro idioma de manera brillante, siendo una de las grandes virtudes que alberga esta producción.
Toda la aventura ha sido doblada a nuestro idioma de manera brillante, siendo una de las grandes virtudes que alberga esta producción.


Además se trata de un título que posee unos valores de producción bastante más elevados de lo que suele ser habitual en este tipo de producciones… al menos a las que conforman el catálogo de PSVR, que es la versión que he probado, acercándose bastante (salvando las distancias) a lo vivido en el sobresaliente Blood and Truth.

Posee unos valores de producción bastante elevados

El modelado de los robots es bastante detallado, el aspecto de los adversarios se encuentra a un nivel similar y los numerosos efectos especiales han sido recreados con mucho acierto. Los decorados son más irregulares, más que nada porque se nota bastante el cambio de los entornos abiertos a los escenarios interiores, mucho más detallados estos últimos.

El sonido también rinde a un buen nivel, destacando el ya citado doblaje en español, realmente sensacional, así como los estruendosos efectos sonoros. Eso sí, la banda sonora pasa más desapercibida, pero tampoco molesta.

Regular

Sin sello
Análisis de Wolfenstein Cyberpilot, acción subjetiva muy inmersiva y efímera para Realidad Virtual

Wolfenstein: Cyberpilot

Por: El equipo de 3DJuegos
Sin sello

Respaldando al lanzamiento de Wolfenstein: Youngblood, Bethesda nos trae un juego diseñado de manera específica para la Realidad Virtual. Y lo cierto es que se trata de un título poco sorprendente en lo jugable pero más que entretenido, que nos permite tomar el control de tres máquinas bastante diferentes entre sí, especialmente el dron. Lo que pasa es que Wolfenstein Cyberpilot sólo da para dos horas de juego y, además, no ofrece nada especialmente sustancioso como para repetir, por lo que tampoco es que sea una aventura muy rejugable.

Comprar Wolfenstein: Cyberpilot
  • Valores de producción bastante elevados
  • Las fases del dron ofrecen una experiencia distinta
  • Dos horas de juego y poca rejugabilidad
  • Los niveles del Panzerhund y Zitadelle son demasiado lineales en general
Jugadores: 1
Idioma: Textos en español y voces en español
Duración: 2 horas
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