Cómo pensar en salvar el mundo cuando sentados en el trono de hierro... ¡nuestra propia vida está en peligro! La conocida serie de televisión Juego de Tronos se adapta a la perfección a la implacable acción de Reigns con un videojuego narrativo en el que cada decisión cuenta. ¿Sobrevivirás al largo invierno? Análisis de Reigns: Game of Thrones.
Nadie debe sentirse cómodo sentado en el Trono de Hierro. Esa fue la idea con la que se diseñó esta grotesca obra construida con mil espadas afiladas y, qué decir, Reigns: Game of Thrones la refleja con una maestría digna de elogio. Hasta la elección más insignificante puede cambiar el destino de Poniente… y el nuestro propio, porque nadie está a salvo en este universo de fantasía que ha demostrado en la literatura y ficción televisiva ser cruel e implacable. ¿Morir? Lo harás mucho, de las formas más terribles imaginables, sucumbiendo a revueltas del pueblo, traiciones de los nobles, por la fe, por envenenamiento, en mitad de una sangrienta batalla entre grandes ejércitos, o perdiéndote más allá del muro, en el frío norte, mientras buscas el modo de frenar a los Caminantes Blancos. Reyes y reinas, héroes y no tan héroes, en la todavía inacabada serie de novelas Canción de Hielo y Fuego todo puede ocurrir, y lo mismo pasa en el nuevo videojuego de Nerial y Devolver Digital, que ha adaptado con brillantez la esencia de la serie de HBO adaptándola a su peculiar estilo de toma de decisiones.
El resultado es un videojuego de carácter narrativo capaz de sorprenderte una y otra vez no ya solo con la fuerza de su historia sino, también, con los inesperados giros de guión que llevarán a personajes como Daenerys de la Tormenta, Sansa Stark. Jon Nieve o Tyrion Lannister entre otros a morir una y otra vez de forma atroz… y divertida. Que suena macabro, sí, pero al final os volveréis locos tratando de descubrir todas las variopintas escenas de ejecución que esconde este notable Reigns: Game of Thrones, que acaba de estrenarse en PC tras su paso por dispositivos móviles. ¿Merece la pena? Sí, porque es una experiencia narrativa de calidad con la que resulta fácil engancharse. Su acción se limita casi exclusivamente a escoger entre dos posibles respuestas pero es un juego tan imprevisible, y a la vez también estratégico, que enseguida le coges el gusto y no paras hasta completar las historias y objetivos adicionales de los nueve reyes que protagonizan el juego. ¿El desenlace? Aquí la historia va más allá de lo visto en HBO, con su estilo claro, lo que supone un plus de interés para los aficionados a este mundo de fantasía.
Una decisión lo cambia todo
Puede sonar ridículo pero elegir cenar ostras frescas en lugar de un maloliente guiso de verduras puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte. Así de delirante y loca puede ser por momentos la acción de este nuevo capítulo de la saga Reigns, que una vez más erige su esencia de juego sobre cuatro pilares básicos que son ejército, iglesia, pueblo y economía. ¿Tu trabajo? Mantener un férreo equilibrio de poder entre todos ellos para evitar desgracias. No es un aviso baladí. Satisfacer al máximo al pueblo generará envidias entre la nobleza, que no dudará ni un ápice en alzarse en vuestra contra… y mataros. Así que de nada sirve alcanzar el máximo nivel de satisfacción entre cualquiera de estos grupos, pues en Poniente, los extremos queman hasta matar.
Con este aviso sobre la mesa tendremos que ser inteligentes a la hora de tomar decisiones, tragándonos el orgullo si fuera necesario con tal de sobrevivir. ¿No os da la gana? ¿Queréis ser nobles y heroicos? Seguramente duraréis menos de tres turnos, descubriendo pro el camino un logro dedicado a aquellos que mueren tan rápido. Para evitar tan trágico desenlace el videojuego siempre avisa de a qué grupos afectará tu decisión y hasta qué punto lo hace, aunque nunca desvelará si es en positivo o negativo. Esto ayuda a manejarse mejor en el gobierno de Poniente sin perder por ello esa tensión que te mantiene pegado a la silla, rezando para que nadie te acuchille por la espalda.
Reigns: Game of Thrones se esfuerza por contar una historia atractiva para cualquier aficionado a la obra de George R. Martin
El juego suele ser bastante parco en detalles para que nunca te sientas a gusto sentado en el Trono de Hierro, aunque con el paso de las horas aprenderás a reaccionar ante ciertos acontecimientos. Eso no impedirá que mueras en repetidas ocasiones, pero la buena noticia es que el videojuego, aun cuando repites partida con un mismo monarca -que es una opción-, presentará eventos distintos para evitar que sientas estar jugando una y otra vez las mismas escenas. Se agradece. Más todavía por la calidad del guión, lo que resulta sorprendente si se tiene en cuenta que hablamos de cartas con unas pocas líneas de texto traducidas al español. A veces no hace falta más para contar una buena historia que en este caso mezcla con brillantez la tensión y drama, propio de Canción de Hielo y Fuego, con un cierto punto de humor que le sienta realmente bien. Hay mucha ironía, sorna y malicia en algunas de las respuestas que lanzarán nuestros monarcas, que por lo general reflejan bien la personalidad de su encarnación televisiva.
Para darle más vida a la acción de Reigns que, insisto, básicamente consiste en escoger entre dos opciones una y otra vez, el equipo de Nerial nos da la oportunidad de visitar diversas localizaciones como la Taberna, Invernalia o el Muro para disfrutar de eventos especiales, que incluye el propio viaje a estos lugares, pudiendo sufrir por el camino graves altercados. También tendremos potestad para encargar ciertas tareas a personajes concretos, e incluso participar en grandes batallas tomando decisiones relacionadas con las tácticas de guerra. Por si no fuera suficiente, cada uno de los nueve monarcas de Reigns: Game of Throne posee una habilidad especial que marcará las diferencias si logramos despertar su poder, como puede ser el uso de Drogon por parte de Daenerys. Al final, la idea es que un título con una acción tan limitada nunca aburra, y lo mejor que se puede decir de él es que lo consigue. Vale, sí, no pasa de ser un juego en el que tomas decisiones y poco más, pero la historia que cuenta es emocionante y además transmite como pocos la tensión y miedo a morir.
Hay otro punto interesante. Además de los objetivos que te marca el juego para guiarte paso a paso en direcciones todavía no exploradas, hay una segunda parte de la aventura que nos enfrenta directamente al frío invierno. Al final, es el objetivo del juego; sobrevivir a la amenaza de los Caminantes Blancos. No es fácil alcanzar este punto y mucho menos escapar de las garras de los muertos, pero en este sentido, Reigns: Game of Thrones se esfuerza por contar una historia atractiva para cualquier aficionado a la obra de George R. Martin.
Por todo ello, a pesar de lo limitado que se muestra como videojuego, la experiencia narrativa nos deja con una obra que merece la pena jugar y disfrutar de principio a fin. Hay muchos secretos por descubrir, habilidades especiales con las que cambiarlo todo y alcanzar nuevos desenlaces, así como un buen envoltorio que destaca por la bella selección de melodías procedentes de la serie de HBO, así como la propia estética de Reigns, que adapta muy bien a su formato el universo de Juego de Tronos.
Una aventura narrativa donde, simplemente, escoger entre dos opciones. Así una y otra vez hasta alcanzar el desenlace… o morir en el intento. Dicho así suena simple, y realmente como videojuego lo es, pero su potente base argumental y lo divertido que resulta experimentar todas las historias de Reigns: Game of Thrones hacen de este un título de lo más recomendable. Pasarán horas antes de que completéis todos los desafíos que propone y aún así, os quedarán divertidas y tensas escenas por vivir, duras y peligrosas decisiones que tomar.
- La tensión e intriga por saber qué ocurrirá, cómo moriremos
- Los diálogos están bien escritos con una pizca de humor que le sienta fenomenal
- Buena adaptación de Juego de Tronos, que incluye la banda sonora de la serie
- Los poderes especiales de los monarcas y los eventos especiales…
- … aunque la acción es limitada y puede echar para atrás a más de uno
- Algunas tramas se vuelven demasiado repetitivas, con pocas variaciones
- Pequeñas incongruencias del relato en algunas partidas
