Si tuvieras la oportunidad de hacer feliz a todas las personas del planeta... ¿lo harías? ¿Eliminarías la depresión? ¿El sufrimiento? ¿La tristeza? Esta es la gran pregunta que da origen a esta sorprendente aventura cyberpunk donde las decisiones lo son todo. Tras su paso por PC, analizamos The Red Strings Club en Switch.
Acabas la partida siendo testigo de las consecuencias de tus decisiones, ¡fin del viaje!... pero no concluye ahí la experiencia The Red Strings Club. El videojuego de Deconstructeam, el estudio español que años atrás sorprendía con Gods Will be Watching, perdura en la mente; sus dilemas morales, sus personajes y las dificultades que deben atravesar en el mundo cyberpunk en el que tiene lugar la acción de esta aventura narrativa siguen ahí, machacando tu cabeza, haciéndote recordar tus decisiones, tus errores. Y es una sensación increíble; además de una muestra del gran talento creativo que define a este pequeño estudio independiente. No es fácil contar una buena historia, ellos lo consiguen, y mucho menos que te impliques emocionalmente en ella, pero así ocurre en este título de estilo retro que tras su paso por PC se adapta ahora a los circuitos de Nintendo Switch.
Puede que al principio el relato no te parezca especialmente interesante pero poco a poco, decisión tras decisión, el videojuego te atrapa en sus redes y ya no te suelta hasta el final. ¿La premisa? Una gran corporación planea lanzar una "píldora de la felicidad" que erradique la tristeza y sufrimiento en todo el planeta, lo que estaría genial de no ser porque no dan opción a elegir. Toda persona con un implante cibernético recibirá esta "actualización gratuita", lo que ha motivado que un hacker y el dueño de un bar, que es a su vez bróker de la información, se movilicen en su contra. Y ahora llega la pregunta del millón. ¿Realmente es tan malo el Bienestar Psíquico Social? ¿De verdad estamos en contra de acabar con el miedo y dolor? La grandeza de The Red Strings Club es que, a lo largo de las cerca de cinco horas que puede llevarnos completar la aventura, te hace pensar a conciencia en esta cuestión. Más todavía. Puede que en algunos momentos dudes incluso de ti mismo. ¿Realmente quiero hacer lo que voy a hacer? ¿Es tan mala la iniciativa de Supercontinent Ltd.? Os toca elegir, tomar decisiones, y luego apechugar con las consecuencias.
Una cruzada contra... ¿la felicidad?
En la línea de Gods Will be Watching, The Red Strings Club se plantea como una aventura point & click basada casi exclusivamente en las conversaciones. Y recalco el "casi" porque, realmente, nos encontramos con tres juegos en uno. Me explico. Los diálogos son el eje de la acción; en base a nuestras preguntas y respuestas determinaremos el curso de la historia con notables variaciones, pero no es tan simple como preguntar y responder. En el papel de Donovan, tendremos el poder de cambiar el estado de ánimo de las personas preparando unos cócteles muy especiales, y en base a ello obtendremos unas u otras respuestas. ¿Queremos sonsacarle información a alguien? ¿Qué nos interesa? ¿Qué esté asustado o confiado? Como decía antes ¡tú decides!, y la verdad es que la sensación de poder es increíble. También el miedo al fracaso, pues este es un videojuego donde no hay marcha atrás. Cada acción tiene sus consecuencias y, hagas lo que hagas, la historia va a seguir adelante.
Cada acción tiene sus consecuencias y, hagas lo que hagas, la historia va a seguir adelante
Preparar cócteles no es una acción especialmente compleja, y tampoco es que te lo vayas a pasar en grande haciéndolo; basta con crear la mezcla perfecta, usar la dosis adecuada, y aderezarla o no con un par de hielos. La gracia radica, sin embargo, en dar con la emoción adecuada y las preguntas correctas. Es ahí, cuando das en el clavo, cuando de forma sibilina obtienes la información deseada cuando te sientes increíblemente poderoso. ¿Qué más ofrece The Red Strings Club? De forma muy puntual también haremos frente a un minijuego basado en la elaboración de implantes cibernéticos en una suerte de torno de alfarero, donde moldearemos distintas piezas que, igualmente, cambiarán las emociones y actitud de las personas. No vayáis a pensar que es un simple pasatiempo. Incluso esta acción tendrá consecuencias inesperadas a lo largo de una aventura que mantiene siempre alto el interés en su relato.
A esto ayuda y mucho la calidad de los diálogos; la naturalidad con la que los protagonistas de The Red Strings Club viven y sufren las consecuencias de sus actos. Deconstructeam ha sabido dar forma a un relato apasionante con múltiples ramificaciones que desearás explorar aunque solo sea por simple curiosidad, por saber qué hubiera ocurrido de tomar un camino distinto. Y aunque es cierto que en lo jugable es un título bastante simple, con poco que ofrecer, la calidad de su historia traducida al español es lo suficientemente buena como para querer seguir adelante pase lo que pase. Las emociones que despierta en ti, lo genial que resulta por momentos cuando, incluso, tomas notas en una libreta para tener presente datos de relevancia para la investigación, hacen de este un título algo especial. Si es que hasta el simple hecho de sentarse, coger el teléfono y llamar a varias personas con el fin último de extraer información es muy divertido, y una buena muestra del gran trabajo realizado narrativamente hablando.
La versión de Nintendo Switch, con su pantalla táctil, ofrece una experiencia de juego cercana a la original de PC
No menos espectacular resulta el videojuego en lo estético, con un estilo retro de gran calidad que sorprende por el nivel de detalle alcanzado en escenarios y personajes. Cada localización, cada uno de los protagonistas de la historia, posee un acabado artístico de gran calidad que se suma a una banda sonora digna de elogio que consigue meterte de lleno en la acción. "Crear un videojuego es súper difícil", afirma Deconstructeam una vez completas la aventura, pero mucho más crear una obra de tanta calidad cuyo argumento fluya de forma tan natural, tan sorpresiva, hasta alcanzar un cénit simplemente espectacular. Y esta es la gran virtud de The Red Strings Club, que no es poca cosa.
Su salto a Nintendo Switch se ha resuelto de forma acertada, destacando una vez más la posibilidad de disfrutar de su acción en cualquier lugar gracias al Modo Portátil de la consola híbrida. En este sentido, Decostructeam saca partido a la pantalla táctil de la máquina, permitiéndonos así disfrutar de una experiencia de juego cercana a la original con el uso del ratón.
Sentirte parte de la historia que narra, ¡tomar partido en ella!, es una de las mayores virtudes de The Red Strings Club, una gran aventura narrativa que te enfrentará a difíciles decisiones morales que, incluso una vez completada la partida, seguirán ahí, haciéndote pensar, llevándote a cuestionar tu forma de ver el mundo. No es fácil; y es así como el estudio español Deconstructeam denota gran talento dando forma a un videojuego que sí, ofrece poco reto a nivel jugable, pero resulta apasionante en lo argumental.
- Una historia sorprendente con una narrativa de enorme calidad
- Las decisiones a las que te enfrenta y las consecuencias
- Su estética, la música, el estilo noir del relato.
- Pocos desafíos en lo jugable; casi todo gira en torno a los diálogos
