Algo debió de ir bien con el primer videojuego de Warlocks como para que los desarrolladores polacos de Frozen Distinct decidieran crear una secuela. El resultado es un RPG de acción con sentido del humor, pero no demasiada atención a la experiencia de usuario. Os lo contamos en el análisis de Warlocks 2: God Slayers
Valoro mucho cuando un videojuego se pone a disposición de los usuarios con un funcionamiento sólido, sin errores. Eso indica que los desarrolladores se han tomado en serio la experiencia, que se ha pensado en el consumidor. Por eso, encontrarme con un título como Warlocks 2: God Slayers, en que tuve que reiniciar el juego más de un par de ocasiones para seguir jugándolo, no me dio la mejor sensación.
En una ocasión fue con un jefe. Morí y no hubo manera de volver al último punto de control. En otra, el segundo jugador de mi partida (hay cooperativo) se quedó en un punto del escenario al que no podía llegar. Tuve que reiniciar como única solución. También me ocurrieron errores gráficos sobre la interfaz -parpadeos- que sólo desaparecieron cuando volví a entrar en el juego. ¿Conclusión? Que algo ha pasado, por lo menos, con la versión de Nintendo Switch. No dudo que los problemas desaparezcan en algún momento, pero ver el juego así no me permite recomendarlo. No se puede hacer...
Tampoco cuando el sistema de juego no resulta especialmente memorable. Warlocks 2 es un RPG de acción hack 'n slash realizado por el estudio independiente Frozen Distinct. No hay malas ideas, y lo cierto es que el juego destila cierto sentido del humor, siempre con el pretexto de hacernos luchar contra malvados dioses. Nunca me quedó muy claro qué les hemos hecho, pero están enfadados, y ese es suficiente pretexto como para emprender una aventura que da para unas 8-10 horas. No está muy inspirada, pero los incondicionales de este estilo de juego podrían encontrar aquí su hueco.
Una de brujos contra dioses enfadados
La premisa de Warlocks 2 God Slayers es sencilla: encontrar a unos dioses malignos y derrotarlos. Jugamos como la Orden de los Brujos, con un total de cinco personajes entre los que escoger, desde los más centrados en el cuerpo a cuerpo hasta los que se especializan en lanzar ataques a media-larga distancia. Este es uno de los grandes atributos, porque superar la campaña con una clase u otra no supone la misma experiencia jugable.
Esa es una de las grandes bondades de un juego que descansa mucho en la idea de acabar con todo lo que nos encontremos a nuestro paso en escenarios que tienden a ser laberínticos, con varias alturas, muy al estilo metroidvania. El problema es que hay falta de ideas al plantear los objetivos, muy tendentes a ir de un lado para otro luchando contra diestro y siniestro. De vez en cuando nos sorprende algún jefe de nivel, que no consiguió librarme de una cierta sensación de estar haciendo siempre lo mismo.
Por suerte, el juego dispone de un ambicioso sistema de progresión, basado no solamente en los clásicos niveles de experiencia, sino en un árbol de habilidades que va desbloqueando nuevas posibilidades ofensivas y defensivas, así como curativas. El equipamiento goza también de mucha importancia, con la oportunidad de ponernos todo aquello que vamos encontrando (o que compramos en la tienda). Por eso, la tarea de looteo no goza de poco interés. Es de hecho uno de los aspectos más satisfactorios del videojuego.
Al juego le falta dedicación, y ese es tal vez su mayor defecto
Sin embargo, el esquema de juego me da la sensación de que nunca acaba de despegar. Visitamos distintas localizaciones en tres mundos y existen unos cuantos diálogos -muchos irrelevantes- que tratan de poner en situación. Desgraciadamente, no me he acabado de sentir conectado a la trama, ni a los personajes… ni tan siquiera a sus diseños o a la banda sonora, que contribuye a que la experiencia global resulte de todo, menos épica y variada.
Por poner el lado positivo a la cuestión, tenemos cooperativo local para hasta cuatro jugadores en Nintendo Switch (en la misma pantalla). La versión del juego para PC incluye online. El juego gana enteros con esta opción, y si queréis una experiencia RPG coop, tal vez esta sea una opción si tenéis en cuenta todo lo que estamos diciendo en este análisis de Warlocks 2. Funciona bien, y desde luego se hace más agradable compartir la partida, incluso aunque a veces pueda armarse algo de barullo en la escena.
Warlocks 2: God Slayers viene con textos en castellano, algo importante por la cantidad de menús y descripciones que se incorporan. La interfaz es muy mejorable, pero al menos se incluye la opción de redimensionar los textos, por si os parecen demasiado grandes o pequeños. En el caso de Nintendo Switch, los controles son mejorables, ya que cuesta apuntar correctamente a los enemigos a la hora de atacarlos. Tampoco se pueden configurar las acciones, lo cual habría contribuido a una mejor experiencia.
Hay detalles que demuestran que los desarrolladores tuvieron cosas en cuenta… pero luego otras que nos hacen hablar de descuidos, tal vez fortuitos, tal vez por falta de tiempo. Al juego le falta dedicación, y ese es tal vez su mayor defecto, por encima de que tal o cual dinámica de juego no termine de despegar, que también es algo a considerar.
El mayor problema de Warlocks 2 es que le faltaba algo más de tiempo para ser terminado. Tiene problemas de diseño y programación, además de un sistema de juego monótono. Malas noticias, más considerando que su planteamiento no estaba mal: un RPG de acción con buena sensación de progresión y un cooperativo para hasta cuatro jugadores. ¿Podría interesarte? Tal vez, pero siempre que adores su estilo y tengas en cuenta sus inconvenientes.
- Buen sistema de progresión, con cantidad de habilidades y opciones de equipamiento
- Cooperativo para hasta cuatro usuarios, una opción muy bienvenida
- Jugabilidad monótona, con misiones poco inspiradas
- Sistema de control algo impreciso en el caso de Nintendo Switch
- Mal acabado en general, con interfaz descuidada y errores de programación
