Casi diez años después de su lanzamiento original, el fantástico Catherine lleva a Nintendo Switch su versión ampliada y mejorada, permitiéndonos revivir la historia y puzles de este sorprendente juego de Atlus. En el análisis de Catherine: Full Body te detallamos sus novedades y qué tal funciona en la consola de Nintendo.
Me gustaría empezar este artículo diciendo que: 'ojalá más videojuegos como Catherine: Full Body'. Tanto por cómo reescribe y reinterpreta al original por cómo es el videojuego en sí mismo. La historia de este título es sencilla y breve, y en esa sencillez y contención está su gracia, lo que no quiere decir que este sea un juego corto. Vincent se encuentra al borde del matrimonio pero no está seguro de dar el paso. Su novia, Katherine, le pide que tome una decisión de una vez pero en su camino se topa con Catherine, una chica muy sensual que le hace recordar lo interesante que es la distraída vida del soltero. Catherine: Full Body se mueve en tres esquemas jugables. El primero son cinemáticas en las que se nos cuenta todo esto. El segundo es el que se desarrolla en un bar con sus amigos, charlando sobre estas cuestiones mientras beben. El tercero es el mundo de los sueños de Vincent. Esa dura decisión que ha de tomar, y todas las relacionadas con ellas, componen un puzle desmontado de bloques que ha de rearmar en su psique. A su vez, forman una torre que hay que escalar mientras ponemos cada uno en su sitio empujándolos.
Lo genial de Full Body es que el original nos dejaba con personajes un tanto planos. Katherine se quedaba como un cliché desfasado con ganas desmesuradas por casarse, Vincent como alguien infantil que no pensaba en nada más que en sí mismo; pusilánime y atolondrado, y Catherine era una simple fantasía de lolita sexy. Pero en esta ocasión, los tres ganan en profundidad, se explican sus contextos y se entiende que hayan desarrollado las personalidades que tienen. Se ha logrado añadiendo nuevas escenas cinemáticas, matizaciones en las que ya había y también poniendo a un nuevo personaje en escena: a Rin. Si Katherine representa el paso a la madurez, y Catherine el deseo de ser un eterno adolescente, Rin emerge como la calma, como la posibilidad de no elegir ni una cosa ni la otra, sino de elegirse a uno mismo.
Por supuesto, tiene su propia historia, trasfondo y su colección de finales asociados a ella. También aparece en las escenas jugables en las que tenemos que colocar bloques. Con estas variaciones, Full Body reescribe Catherine con muchísimo acierto. Ya solo por esto, si no habéis podido jugar al original o a Catherine: Full Body en Playstation 4, tenéis que animaros a hacerlo en su versión para Switch, porque pese a algunos recortes gráficos que el juego ha sufrido en relación a su resolución, ha salido bueno. Hablemos de ellos.
Catherine: Full Body es un buen port para Switch
Comprar un port para Switch de un juego de PS4 o Xbox One, PS3 o Xbox 360 es una lotería. Pese a las limitaciones lógicas de la consola, y sabiendo que nunca será como la experiencia original, puede salir bueno como es el caso de Dragon Quest XI S o The Witcher 3, pero también terrible o muy regulero. En el caso de Catherine: Full Body ha salido bien y podéis haceros con él sin miedo.
Personalmente, lo que más me molesta de los ports de Switch son los reajustes en los tiempos de carga. Los de los juegos de Resident Evil son terribles, pero aquí no. Los tiempos de carga de Catherine: Full Body son los justos. Si están algo alargados, ni se nota, la verdad. En este sentido, la experiencia es muy similar. En cuanto al rendimiento del juego, tampoco sufre tirones, la imagen va muy fluida en cualquiera de las tres secciones del juego. Las cinemáticas, la escalada de bloques y los momentos en el bar se juegan perfectamente.
Los problemas de este port son dos: el control, que es algo menos preciso que el de sus hermanas mayores jugado con los joycon, y la resolución del juego, que sobre todo en las escenas de los bloques es algo menor. En cuanto a lo primero, os recomiendo jugar con el mando pro, con el joycon de Hori con cruceta, con una Switch Little o con el Hori Split Pad Pro. El control perfecto nunca fue una de las señas de identidad de Catherine: Full Body. En las secuencias de escalada de bloques, el ángulo de visión está ligeramente inclinado, lo que provoca que, cuando pulses ‘arriba’, tu personaje se mueva hacia adelante en más de una ocasión.
El juego lo sabe y añade un botón para deshacer nuestras acciones, pero molestaba en PS4 , y en Switch es aún peor por la naturaleza de los joycon. Al final te acabas acostumbrado, dando pequeños toquecitos en el stick en lugar de presionarlo como haríamos en otro juego convencional, pero es un detallito que sí que se nota mucho cuando te metes en los modos de juego arcade de Catherine: Full Body: en Babel y en el Coliseo. En ellos es todo pura escalada y muy dificultosa, sin historia ni nada más que trepar y trepar, y se agradece tener el mejor control posible.
En modo portátil, la resolución se resiente
El port aprueba en tiempos de carga y cuadros por segundo
El otro problema que tiene el juego, más destacable en su versión portátil que en sobremesa, es que la imagen no es tan nítida. Es como si tuviera adherida una película nebulosa, una pincelada de blanco semitransparente que enturbia la imagen. De nuevo, no afecta a la legibilidad de la escena y te acabas acostumbrando. El original la tenía, pero no tan exagerada. Incluso podemos llegar a pensar: ‘vale, se ve así porque estamos sumidos en un sueño’, pero la realidad es que en los de las consolas grandes la calidad es superior. Si la conectamos a la base, este problema se esfuma prácticamente, ofreciéndonos una experiencia muy similar a las de las versiones que ya conocemos.
De todas formas, si este es el sacrificio que hay que hacer para que la tasa de cuadros por imagen no se resienta y el juego sea estable, a mí me parece bien. Porque una vez que os terminéis la historia, que dura entre unas seis y ocho horas en función del modo de dificultad y si optáis por el modo clásico o remezclado, pasaréis directamente y con ansías a la sección más dura y apasionante del título: los grandes desafíos. Se juegan en solitario, en cooperativo y se compite online subiendo torres y torres cada vez más duras. Por cierto, si os ha apasionado Persona 5: Royal, aquí encontraréis un par de divertidas sorpresas relacionadas con ese juego. No en vano, Catherine se desarrolló como prototipo técnico para Persona 5.
La versión para Switch no tiene la resolución ideal
Es decir, como port para Nintendo Switch, Catherine: Full Body aprueba el examen. No es la mejor versión del juego, pero sí es una muy digna y perfectamente jugable tanto en dock como en portátil. Su tasa de frames es estable y sus tiempos de carga son muy razonables. Da algún que otro problema durante las primeras partidas, pero una vez que os acostumbréis al control veréis que podéis jugar aceptablemente bien. Aunque la campaña os parezca corta, tenéis más modos de juego para entreteneros durante horas con los puzzles del título, que son apasionantes. Además, es muy rejugable, En función de las decisiones que toméis y si preferís quedaros con Catherine, Katherine o Rin, desbloquearéis uno u otro final.
Trepando juntos en cooperativo
Catherine: Full Body sigue siendo estupendo en modo portátil
Aunque de lo que más se hable de Catherine: Full Body sea de su historia, de que tenemos que tomar decisiones para llegar a uno de sus trece finales, o de todo lo sexual que empapa su historia y a sus protagonistas, no hay que olvidar que, en realidad, su aspecto más potente es el jugable, y que se desarrolla en la escalada del puzzle que componemos en la cabeza y los sueños de Vincent.
En Catherine: Full Body, una vez que os paséis la historia y también antes (aunque no es recomendable), tendréis a vuestra disposición modos de juego que se centran exclusivamente en este componente del título. Y ya os aseguro que os tendrán enganchados durante horas. Podréis escoger con qué personaje del juego trepar, hacerlo en cooperativo local y comparar vuestras puntuaciones con las del resto de jugadores del mundo. En este punto, el juego se vuelve absolutamente arcade, dejando de lado lo de ser un título solo de ver o leer una historia que, por cierto, tiene textos en español.
Por ello, con su campaña y las opciones que os encontraréis después, Full Body es un título que os recomiendo encarecidamente si os gustan las japonesadas, os enamora Atlus y necesitáis más del espíritu de Persona 5 en vuestras consolas. No os robará tanto el corazón como lo hicieron los ladrones fantasma, pero os encantará.
El port de Catherine: Full Body no es la mejor versión del videojuego, pero sí una muy digna para Switch. Falla en su resolución, en especial en modo portátil, pero cuenta con un rendimiento estable, tiempos de carga no demasiado largos y todo el cariño del original. Si no lo habéis jugado en su momento, aprovechad ahora.
Comprar Catherine: Full Body- La reescritura del original es notable
- Sus secciones de escalada de bloques
- Su estética es inolvidable
- Buena conversión para Switch con los mínimos sacrificios
- El control sigue siendo algo problemático
- La imagen un tanto difusa al jugarlo en portátil
