Nintendo Switch recibe una puesta al día excepcional y dotada de un mimo increíble de uno de esos títulos clásicos que tanto disfrutamos en los salones recreativos durante los 80: Ghost 'n Goblins Resurrection ¡Larga vida al gran Sir Arthur!
Es hora de reconocerlo: los salones recreativos ya son parte del pasado por mucho que nos haya costado asimilarlo a millones de jugadores en todo el mundo (sí, Japón incluido). Por fortuna, el legado de estos inolvidables recintos es tan rico, maravilloso e impresionante que al menos yo estoy convencido de que nunca será dejado de lado del todo. Y obras como la que nos ocupa, el sensacional Ghosts'n Goblins Resurrection, es una de las mejores pruebas que se nos podían presentar… junto al reciente Capcom Arcade Stadium. De hecho y sin exagerar, es posible realizar un par de afirmaciones sobre el título que nos ocupa sin temor a equivocarme.
La primera es que se trata de una de las mejores entregas de la franquicia (si no la mejor de todas en global), lo cual y dada la excelsa calidad de las ediciones principales, son palabras mayores. Y junto a esto, también me animo a colocar a esta nueva obra de Capcom como uno de los mejores títulos jamás editados de manera exclusiva para la eShop de Nintendo Switch. Gloria pura que posee innumerables cualidades que harán las delicias de los veteranos, pero también de todos aquellos nuevos jugadores que se adentren en este peligroso mundo de fantasía.
Dicho esto, y por si hay alguien que no sepa de qué va Ghosts'n Goblins, aquí controlamos a un valiente caballero llamado Sir Arthur, con el que debemos superar un buen puñado de niveles para rescatar a nuestra amada, la cual ha sido raptada por el monstruo de turno. Un ejemplo perfecto de lo que nos deparaban las experiencias arcade antaño que, en la actualidad y como es el caso, demuestran que las buenas ideas y los conceptos simples pueden seguir siendo igual de atractivos… y más si a la propuesta básica se le añaden ciertos cambios e innovaciones muy acertados que en un momento voy a explicar.
Desafío insuperable… en todos los sentidos
Aunque describir Ghosts'n Goblins Resurrection es fácil, no lo es tanto superar sus desafíos. El avance por cada uno de los niveles es completamente lineal, es decir, que simplemente debemos llegar de un punto A hasta otro B. Pero claro, por el camino es necesario realizar un buen número de tareas, comenzando por la exterminación de ejércitos enteros de enemigos que, en los niveles de dificultad más elevados, llegan a ser tan odiosos como "puñeteros". ¿Niveles de dificultad? Sí, hay cuatro entre los que elegir, pero que no cunda el pánico entre los usuarios más puristas y nostálgicos: incluso en los más bajos, no se trata de ningún paseo.
No me duelen prendas en afirmar que he abrazado la muerte en más ocasiones de las que he podido contabilizar… y eso después de haber jugado en los dos niveles de dificultad centrales. Es duro y triste reconocerlo, pero visto lo visto ni se me ha pasado por la cabeza meterme de lleno en el modo Leyenda, que de hecho es el nivel de dificultad que viene por defecto y el que en teoría debería adentrarse todo jugador que se precie de serlo, carro del que me he bajado… o mejor dicho, al que ni tan siquiera he intentado subirme, lastimosamente.
Como sucedía con la recreativa original, estamos ante un juego brutalmente complicado, para masoquistas en según qué circunstancias, si bien es posible suavizarlo un tanto a través de las ayudas que proporcionan los niveles de dificultad más bajos como un mayor número de checkpoints (unas banderitas que, cuando llegas hasta ellas, te conviertes en el ser más feliz sobre la faz de la Tierra), la posibilidad de usar armaduras más resistentes, etc. Es un reto tremendo, pero os aseguro que se trata de una aventura tan buena que merece la pena cada segundo que invertimos en él.
De entrada, la forma en la que están concebidas las fases es una absoluta maravilla. Combinando niveles que recrean de manera admirable los mismos representados tanto en Ghosts'n Goblins como en Ghouls'n Ghosts, pero añadiendo un buen número de cambios magníficos en sus respectivos diseños, cada fase es un auténtico diluvio de sensaciones. No voy a desvelar nada para no estropear ciertos "aspectos" que incorpora el título, pero os aseguro que cada fase es claramente diferente de la anterior, posee una personalidad única y es perfectamente reconocible. Y por supuesto, cada una está custodiada por el jefe final de turno, los cuales les sonarán a los usuarios más veteranos… si bien han sido totalmente rehechos, rutinas incluidas.
Otra innovación reseñable es la integración de un árbol de habilidades en plan "ligero", el cual nos permite (no sin esfuerzo) ganar ciertas destrezas activas y pasivas, usar magias, librarnos de la muerte, etc. Menos fuerza posee otra novedad, el modo cooperativo local, el cual resulta un tanto raro dado que el segundo jugador controla a una especie de ente que puede ayudar al protagonista de diferentes maneras, al estilo de lo plasmado en algunos juegos de Super Mario, por ejemplo. Una curiosidad más que otra cosa.
Tampoco quiero dejar de lado otra de las grandes bazas que pone sobre la mesa esta producción: su increíble rejugabilidad. Más allá de ser necesario dar más de una vuelta (el end game es casi un recomienzo de la aventura en sí), el hecho de poder escoger entre algunos niveles, la posibilidad de ir recolectando hadas o acceder a zonas ocultas de los escenarios que esconden desafíos de todo tipo añaden mucha vida al título. Y si a esto le sumamos lo que ya os hemos comentado sobre su exigente nivel de desafío, se trata de un juego muy duradero… a nos ser que arrojéis la toalla antes de llegar al final, claro.
Es una aventura tan buena que merece la pena cada segundo que invertimos en él
Una producción que, como guinda, posee un apartado audiovisual muy cuidado. No se trata de un triple A bajo ningún concepto, pero no hace falta. Es cierto que la estética que posee ha dividido un tanto la opinión de los usuarios, pero de lo que no cabe duda es que los desarrolladores han cuidado hasta la extenuación todo lo que tiene que ver con el aspecto que muestran todos los personajes y los escenarios. Más que un juego, parece una especie de cuento de hadas en plan Halloween, un auténtico recital que además ha sido arropado por una colección de melodías (refritos de canciones míticas que se entremezclan con otras composiciones inéditas) absolutamente memorables, que aportan más calidad si cabe a un título que, por si no lo he dejado ya muy claro, es una oda al buen hacer en todos y cada uno de sus aspectos.
Capcom demuestra que es una de las compañías más en forma del momento. En esta ocasión, Ghosts'n Goblins ha sido reinterpretado de manera impecable rehaciendo todo su apartado visual, implementando niveles basados tanto en el original como en su secuela, Ghouls'n Ghosts y, de paso, sumando bastantes innovaciones. Diversión clásica y maravillosa para masoquistas que se convierte en uno de los grandes lanzamientos de lo que va de año en Nintendo Switch. ¿Para cuándo la versión física para los coleccionistas?
- Se trata de una revisión del clásico arcade de mediados de los 80, pero dotado de múltiples mejoras y cambios.
- Podemos escoger entre un par de caminos diferentes al comienzo, niveles basados tanto en Ghosts'n Goblins como en Ghouls'n Ghosts.
- Incluso jugando en los niveles más bajos de dificultad de los cuatro que incluye, sigue siendo un título muy exigente.
- Se ha integrado una especie de modo cooperativo local, en el que el segundo jugador controla a un ente que ayuda a Sir Arthur.
- El control es una auténtica maravilla, y eso que no se nos permite variar la trayectoria del protagonista una vez realiza un salto… ¡como en los viejos tiempos!
