Análisis de Resident Evil Infinite Darkness. La película de terror de Capcom aterriza en Netflix, ¿vale la pena?

Análisis de Resident Evil Infinite Darkness. La película de terror de Capcom aterriza en Netflix, ¿vale la pena?
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Resident Evil no ha dejado de lanzar películas CGI en los últimos años e Infinite Darkness es su último estreno en la presente línea. Lanzada en Netflix en formato serie, pasa perfectamente por un nuevo film, ¿pero puede pasar como un producto a la altura de la saga de Capcom? Lo vemos en la crítica de Resident Evil: Infinite Darkness.

Las películas de Resident Evil CGI y los films de imagen real de Paul W.S. Anderson han coexistido felizmente en las arcas de Capcom desde hace años y no han tenido relación entre sí. Al contrario que las cintas protagonizadas por Milla Jovovich, lo que se cuenta en las producciones hechas por ordenador sí forman parte del universo Resident Evil e intentan servir de nexo entre lo que se cuenta en los principales episodios de la franquicia. Sería injusto no reconocer que, a pesar de la buena intención de los involucrados, más allá de los regalos al fan con encuentros épicos entre personajes de entregas míticas no suele haber mucho que rascar en las presentes producciones y acaban pasando sin pena ni gloria por las estanterías de las tiendas especializadas. ¿Es distinto con Resident Evil: Infinite Darkness?

Estamos ante una serie de cuatro episodios dirigida por Eichiro Hasumi y con música de Yugo Kanno. Nos lleva al año 2006 en un capítulo que continúa los acontecimientos vistos en Resident Evil 4 y precede a los de Resident Evil 5. El acceso a unos archivos secretos del presidente de los Estados Unidos alerta a los servicios especiales. Por ello, Leon S. Kennedy es convocado en la Casa Blanca junto a otros responsables de seguridad del país. Un brote zombi en pleno Washington sacude al protagonista, que se reencontrará con la superviviente de Racoon City, Claire Redfield, para relacionar a la ciudad en la que se conocieron con un supuesto brote de muertos vivientes en un lejano país de Oriente al que prestaba ayuda social. ¿Qué relación tiene la seguridad del presidente con lo sucedido en Penamstan?

El encuentro entre los protagonistas de Resident Evil 2 siempre es motivo de celebración para cualquier amante de la saga Biohazard, evidentemente. ¿Está a la altura Infinite Darkness del nombre Resident Evil o no es más que un nuevo producto olvidable dentro de la mitología de Capcom?

¿Serie corta o película a trozos?

En realidad, la duración y formato no importan demasiado y es algo que ha pasado con otras obras como la primera temporada de Castlevania. Más que una serie parece una película troceada en cuatro partes. No me parece algo en lo que valga la pena siquiera perder el tiempo. ¿Te apetece verla de una sentada? No tendrás problema. ¿Prefieres alargarla en distintas sesiones de visionado? Estupendo también. No es, ni de lejos, la mayor tara de Resident Evil: Infinite Darkness; su mayor defecto está es la intrascendencia generalizada de todos los apartados de la producción de Capcom y Netflix, sin ser capaz de aportar algo medianamente de valor a dos videojuegos legendarios como Resident Evil 4 o Resident Evil 5.

La trama de Leon y Claire están totalmente desconectadas entre sí

La trama de Leon y Claire, por ejemplo, están totalmente desconectadas entre sí y nunca tienes la sensación de ver a la dupla protagonista trabajando por un mismo fin. De hecho, en cuanto a ritmo e interés, la investigación de Claire es anodina e incapaz de dar alguna dosis de misterio o suspense a la película; la parte de Leon le lleva a conocer a dos nuevos personajes que, desde su mera aparición, sabes que están condenados a no añadir nada valioso a la franquicia. La suspensión de credulidad será necesaria para tragar absolutas incongruencias y casualidades entre dos personajes que están, literalmente, en una punta y otra del planeta. Dicho de otro modo: la interacción entre Leon y Claire se reduce al primer y último acto de la serie, ambos fruto de un azar improbable que te acaba sacando a rastras de la serie.

Los nuevos personajes a incluir en la sobredimensionada historia de Resident Evil son Jason y Shen May. El primero es considerado un héroe de guerra por sus actos en Penamstan y la segunda una trabajadora de la seguridad de Estados Unidos con un misterioso objetivo y un inquietante vínculo con Jason. Me temo que el vínculo y su objetivo no justifican sus actos en toda la película o la actitud de Leon durante la misma: no parece reaccionar a los eventos que acontecen y se deja fluir por los surrealistas acontecimientos, como ha acostumbrado a hacer en cada una de las películas CGI en las que ha aparecido el protagonista de la segunda y cuarta parte de Biohazard.

Geopolitical Evil

La película de terror de Capcom aterriza en Netflix, ¿vale la pena?

Los acontecimientos de Resident Evil: Infinite Darkness llevarán a los protagonistas a numerosas localizaciones que podrían haber dado una satisfactoria dosis de terror y acción, pero la pericia de los involucrados les impide ofrecer ni lo uno ni lo otro. Hay una inquietante parte en un submarino que se soluciona de la forma más burda y, a pesar de que la trama parece apresurada e incapaz de abordar con interés algunos de los conflictos propuestos por el film, no duda en alargar las partes en la que se explora el problema geopolítico entre el país inventado, China y los Estados Unidos para dar una inocua lección sobre las amenazas biológicas de empresas privadas “de cuyo nombre no quiero acordarme”.

La decisión de engrilletar la marca a lo narrado en los capítulos oficiales compromete su libertad creativa

Lo que más sorprende es que en Capcom no sean conscientes que resulta complicado sumar a la trama de Resident Evil más allá de lo ya explicado en videojuegos. Creo que no resultaría atrevido decir que, aunque la saga CGI tiene sus seguidores, la realidad es que la decisión de engrilletar la marca a lo narrado en los capítulos oficiales compromete su libertad creativa y, encima, no resulta sumar demasiado a la franquicia o las entregas más icónicas. Una vez acabes de ver la producción de Netflix no dudes en preguntártelo: ¿Qué ha sumado Jason a Resident Evil 5? ¿Quién daba un duro por Shen May? Estoy en las antípodas de muchas decisiones tomadas por Paul W.S. Anderson, pero desembarazarse del videojuego le ha servido para construir algo que, sin duda, tiene éxito entre los aficionados al cine de acción.

Y puede que ese sea una de las principales claves de la presente cita y las anteriores producciones CGI que Capcom ha lanzado al mercado: me cuesta creer que entusiasme a los fans más acérrimos del Survival Horror y tengo la total fe que el espectador ajeno a la saga no encuentra un producto de su agrado aquí, algo que no siempre pasa con las películas de Anderson a pesar de no contarme entre sus fanáticos y a sus millones y millones de dólares de recaudación en cada película me remito.

Una aportación intrascendente

La película de terror de Capcom aterriza en Netflix, ¿vale la pena?

La evolución de la tecnología se ha hecho patente con cada estreno, pero producciones como la presente dejan claro los motivos por los que muchos japoneses consideran que el cine en CGI nipón aún está lejos de otros referentes norteamericanos. Es muy probable que Resident Evil: Infinite Darkness no pueda ni pretenda contar con el presupuesto de las producciones que Toei viene firmando en los últimos tiempos en suelo japonés, pero no oculta un problema muy evidente que ha sido patente en toda la saga: escenarios cerrados y nada abarrotados, personajes que se mueven de forma acartonada y robótica y el trabajo de las películas llega a quedar por debajo de algunos lances vistos a los mandos de una consola.

¿Es un absoluto desastre Infinite Darkness? Sería mucho decir, pero creo que no le hacemos ningún bien a la franquicia y su insistencia por el cine CGI ocultando los problemas evidentes que han tenido cada una de las entregas estrenadas en los últimos años. Ser incapaz de sumar algo reseñable en un universo tan fabuloso como el de Resident Evil me parece complicado, pero Capcom parece abonado a decepcionarnos en el presente campo con cada estreno. Una pena.

Anodino

No recomendado
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Resident Evil: Infinite Darkness

Por: El equipo de 3DJuegos
No recomendado

Previsible y poco inspirada, Resident Evil: Infinite Darkness no aporta nada interesante o destacable entre Resident Evil 4 y Resident Evil 5. Una nueva película CGI de Capcom incapaz de sumar algo interesante a la franquicia survival horror de Capcom, con nuevos e inocuos personajes secundarios y una trama anodina incapaz de ofrecer suspense o acción durante sus cuatro capítulos, dos de los principales ingredientes de la marca. Estar engrilletada a los acontecimientos de los videojuegos oficiales parece hacer más mal que bien a las cintas CGI e Infinite Darkness exhibe todos los problemas de mantenerse fiel a un material que no requiere de entreactos para ser producciones ya de por sí valiosas.

5 Cosas que debes saber
  • Trama anodina entre Resident Evil 4 y Resident Evil 5. ¿Hacía falta explicar algo justo ahí?
  • El conflicto geopolítico entre China, Estados Unidos y Penamstan, un país inventado para Infinite Darkness, aburre y es previsible.
  • La relación entre Claire y Leon da para mucho más. No aprovechan a dos de los personajes más queridos de la saga.
  • No exhibe una gran animación CGI: en algunos momentos parece haber empeorado con respecto a películas pretéritas.
  • Si en el futuro hay más películas o series de Resident Evil en CGI deberían ser más atrevidas, sean parte del lore oficial o no.
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