Análisis de James Bond Quantum of Solace

Análisis de James Bond Quantum of Solace
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Activision y Treyarch se suben a la cresta de la ola y pergeñan su propia revisión del mito 007 en Pc. Con clásicos de la talla de GoldenEye o Everything or Nothing el listón estaba muy alto y, lamentablemente, Quantum of Solace ni se acerca.

Con mucha curiosidad recibíamos la llegada de Quantum of Solace a nuestro país. En primer lugar por ser el primer acercamiento al universo Bond por parte de Treyarch, y en segundo por ser el debut del nuevo agente secreto interpretado por Daniel Craig en los videojuegos.

Los cambios en el nuevo largometraje son abundantes, y se sigue la línea más actual y realista de la reciente Casino Royale. ¿El videojuego? Es otro cantar. Tristemente el adelanto de última hora en su fecha de lanzamiento por motivos desconocidos nos ha impedido realizar el análisis antes de su salida, pero con esta review descubrimos que Quantum of Solace se apunta a la desgraciada moda de las adaptaciones irregulares. Un título, en definitiva, con demasiados altibajos como para hacerlo muy recomendable.

Casino Royale
Es complicado entender el nuevo juego de 007 incluso desde el punto de vista argumental. El título comienza al final de Casino Royale, y parece querer avanzar en el desarrollo del argumento de Quantum of Solace, pero al poco de comenzar vuelve atrás en el tiempo en un caos argumental de difícil digestión.

Y no es caótico porque el guión sea tan complejo que haya que prestarle atención, o porque requiera de una gran capacidad de comprensión. Es caótico sencillamente porque es confuso y torpe, y los giros de guión, flashbacks e idas y venidas en el tiempo son tan abundantes como innecesarios.

Con el nuevo sistema de coberturas para Quantum of Solace podemos parapetarnos tras objetos y asomar el cuerpo para disparar o tratar de hacerlo a ciegas. Al más puro estilo Gears of War.
Con el nuevo sistema de coberturas para Quantum of Solace podemos parapetarnos tras objetos y asomar el cuerpo para disparar o tratar de hacerlo a ciegas. Al más puro estilo Gears of War.

Por otra parte teniendo en cuenta que aproximadamente una tercera parte del juego es sobre Quantum of Solace, mientras que el resto trata sobre Casino Royale, bautizar al videojuego con el nombre de la película de inminente estreno se nos antoja un motivo únicamente relacionado con el marketing, y de escasa franqueza para con el aficionado.

Quien no haya tenido oportunidad de ver el nuevo largometraje –se estrena el día 21 de noviembre en España- se va a sentir inevitablemente perdido en la marejada del título de Treyarch; y a quien la haya visto no le va a aportar nada en absoluto, dada su escasa calidad y su final cortante y brusco.

Los inconvenientes de este pésimo guión –todavía más lamentable si tenemos en cuenta que el material de base venía de Paul Haggis y Robert Wade- podrían ser pasados por alto si se vieran acompañados de una campaña individual larga e intensa, pues a menudo nos encontramos con situaciones similares en grandes shooters. Lamentablemente Quantum of Solace no es una excepción tampoco en este campo, y es que su repetitiva y diminuta campaña se puede superar en la rácana cifra de cuatro horas si somos medianamente hábiles.

Es muy complicado justificar la compra de un videojuego que dura entre cuatro y cinco horas bajo un precio que ronda los 56 euros en Pc, y todavía lo es más si la campaña individual es repetitiva y algo mediocre como es el caso. ¿Qué funciona mal en Quantum of Solace? Su manifiesta irregularidad. Buenas ideas malogradas por una presumiblemente apresurada ejecución.

Licencia para Matar… Silenciosamente
La idea de Quantum of Solace, no por poco innovadora, dejaba de ser fantástica. Se trata de un título de acción en primera persona, como la práctica totalidad de los videojuegos que se han acercado a la figura de 007, en el que se mezclan las escenas de acción más aparatosas con momentos de sigilo, y donde la perspectiva subjetiva a menudo cede su lugar a una más cuidada en tercera persona.

El arma con silenciador será fundamental cuando no queramos hacer ruido. No obstante también podemos quitarles a los enemigos sus automáticas, rifles, etcétera.
El arma con silenciador será fundamental cuando no queramos hacer ruido. No obstante también podemos quitarles a los enemigos sus automáticas, rifles, etcétera.

Lamentablemente el título que nos ocupa no acaba de encontrar su lugar en ninguno de los géneros que trata de abarcar. El sigilo es una opción más que recomendable, y a no ser que optemos por el nivel de dificultad más fácil –un auténtico correcalles sin pies ni cabeza- será la opción más útil en la mayoría de momentos.

Aquí será fundamental la discreción, y usaremos muy a menudo la opción de cubrirnos tras objetos para tener una perspectiva adecuada y asomar únicamente el arma con silenciador en el momento oportuno para llevar a cabo una muerte rápida y muda.

El botón de acción, por defecto mapeado en la tecla "e", se emplea para adherirnos rápidamente a las diferentes superficies, y es en este preciso instante cuando la cámara abandona la perspectiva en primera persona para pasar a la de tercera, en un estilo muy similar al de los recientes Rainbow Six Vegas.

Hay, además, algunos minijuegos en este campo bastante simples pero entretenidos. Pruebas de hacking, otras de mantener el pulso con el ratón y algunos quick time events. Un ligero soplo de aire fresco.

Encontraremos barriles explosivos en cada esquina. Será la mejor estrategia para acabar con enemigos.
Encontraremos barriles explosivos en cada esquina. Será la mejor estrategia para acabar con enemigos.

Sin embargo Treyarch parecía no sentirse demasiado cómoda con el ritmo que se imprime a este aspecto sesudo y algo más satisfactorio que el resto de partes del título, y salpica varios niveles de escenas de acción masivas donde no se nos brindará la opción de ser más sutil que un elefante en una cacharrería. El problema que se deriva de esto es que no nos sentimos en verdadero control de lo que está pasando como en las partes de sigilo, y es que el diseño de los escenarios limita muchísimo las posibilidades, dejándonos la única opción de asomar el cuerpo y agacharlo en el momento preciso para abatir a los enemigos que haya delante.

Estas partes del juego donde la mecánica “avanzar hasta una cobertura, matar a todo el mundo-avanzar hasta otra cobertura, matar a todo el mundo” se repiten demasiado a menudo y son tediosas. Resulta chocante que una compañía como Treyarch caiga en un desarrollo tan cargante, sobre todo conociendo el acertadísimo sentido del tempo de la acción que ha demostrado en títulos recientes como Call of Duty: World at War.

Los mapas sólo flaquean en su mapeado, puesto que la selección es tan brillante y variada como cabría esperar de un videojuego de estas características. Visitaremos muchos lugares del mundo como África, Europa, etcétera, y hay algunos momentos muy cuidados como la clásica escena a bordo del tren a toda velocidad. Francamente espectacular.

En pantalla la versión virtual de la frenética escena de apertura de Casino Royale. Lo bueno de cubrir dos películas es que también hay dos chicas Bond, aunque Olga Kurylenko aparece menos de lo que nos gustaría.
En pantalla la versión virtual de la frenética escena de apertura de Casino Royale. Lo bueno de cubrir dos películas es que también hay dos chicas Bond, aunque Olga Kurylenko aparece menos de lo que nos gustaría.

Por otra parte la interacción con estos escenarios es muy escasa, los elementos son muy rígidos lo que no potencia precisamente la jugabilidad. Eso si, todos los mapas están salpicados de centenares de barriles y objetos explosivos en lugares tan incomprensibles como catacumbas, museos, oficinas, etcétera. Es un tic muy habitual del género de los shooters, pero en Quantum of Solace se encuentran en sitios tan desconcertantes que el efecto es hilarante.

La IA es el último aspecto que empeora lo que, por lo demás, podría haber sido un digno, aunque muy corto shooter. No sólo la práctica totalidad de enemigos tienen el mismo aspecto, animaciones y armas, sino que su comportamiento también es casi idéntico, desde que comienza el juego hasta que termina. Si fueran eficientes en el combate podríamos pasarlo por alto, pero su inoperancia manifiesta acaba lastrando la jugabilidad en exceso, puesto que no requiere de cambio en nuestra estrategia.

Cuando terminamos las exiguas 4-5 horas de campaña, ¿qué nos queda? El multijugador. No hemos encontrado demasiados usuarios en los servidores, pero las partidas nos han servido para comprobar que a esta vertiente le falta algo de fuelle para ser útil como complemento o sustitutivo del modo off-line.

La Pistola de Oro es uno de los modos multijugador más recurrentes. Deberemos hacernos con ella y asesinar al resto de usuarios.
La Pistola de Oro es uno de los modos multijugador más recurrentes. Deberemos hacernos con ella y asesinar al resto de usuarios.

Mapas excesivamente estrechos y serpenteantes, sistema de créditos para desbloquear las armas bastante plano y unos cuantos modos de juego bastante estándar. Las únicas modalidades que se salen de la tónica son Evasion Bond y Duelo Bond, donde los jugadores se turnan para encarnar a 007, mientras el resto de jugadores tratan de matarlo.

“You Know My Name”
Gráficamente Quantum of Solace pretendía ser un videojuego muy avanzado. El modelado de Daniel Craig nos hacía presagiar un apartado visual potente, y el empleo del motor gráfico del sensacional Call of Duty 4 parecía también una garantía. El título de Treyarch, no obstante, queda a medio camino, ofreciendo algunos detalles muy interesantes mezclándolos con otros que denotan un desarrollo muy apresurado, como casi todas las facetas del videojuego.

James Bond tiene un modelado bastante bueno, con una representación virtual de Daniel Craig muy lograda. Sin embargo el resto de personajes del juego no están a la misma altura, y esto se traduce en unos altibajos tremendos a nivel visual. Especialmente chocante es el mencionado reciclaje de oponentes, que hace que casi todos los enemigos del juego tengan el mismo aspecto.

Idéntica irregularidad es aplicable a los escenarios, donde observamos lugares con muchísimo detalle al lado de otros muy descuidados. Las texturas son poco detalladas, y los efectos no están a la altura de lo que cabe esperar en un producto Next-Gen. El título es, además, bastante exigente en Pc: Con un equipo de pruebas de la redacción -AMD 4200 X2, 8800 GT, 2 Gb RAM-, sólo hemos podido obtener unas tasas de imágenes que rondan los 30 frames por segundo, maximizando opciones visuales y resolución. Unas cifras algo bajas teniendo en cuenta que el apartado visual es bueno, pero no espectacular.

Los escenarios están muy detallados, pero chocan con las animaciones de los personajes y, sobre todo, con los efectos visuales. Las explosiones aparecen constantemente y rozan lo sonrojante.
Los escenarios están muy detallados, pero chocan con las animaciones de los personajes y, sobre todo, con los efectos visuales. Las explosiones aparecen constantemente y rozan lo sonrojante.

En el sonido la banda sonora habitual de 007 acompañada de algunos temas nuevos que se adecuan con acierto a la acción. El doblaje a nuestro idioma es adecuado en los protagonistas principales –con las voces de la película-, pero francamente flojo en el resto de personajes.

Regular

Sin sello

James Bond 007: Quantum of Solace

Por: El equipo de 3DJuegos
Sin sello

Quantum of Solace es una oportunidad perdida para acompañar con un título de calidad al estreno de la película, y un nuevo motivo para desconfiar de las adaptaciones al videojuego. El lanzamiento de Treyarch transmite una sensación de desarrollo apresurado y de ideas desaprovechadas. Corto, bastante repetitivo y algo desangelado.

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Jugadores: 1, 12 online
Idioma: Textos en castellano y manual en castellano
Duración:
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