El nuevo Mario Strikers de Nintendo Switch es el juego arcade de fútbol que probablemente más usuarios esperaban en los últimos años. Tengo una buena y una mala noticia para ellos. La buena es que jugablemente es muy sólido. La mala es que adolece de falta de contenidos. Os lo cuento todo en este análisis.
Me he llevado una grata sorpresa, pero también una decepción con Mario Strikers: Battle League Football. Por una parte, su jugabilidad es apoteósica, una de las mejores de la licencia. La cantidad de aspectos a dominar sorprende, hasta el punto que debes jugar infinidad de partidos para sacar el máximo provecho de todo lo que tiene que ofrecerte. A pesar de ser fútbol arcade, existe una profundidad de planteamiento que no me esperaba y proporciona una base sólida a este lanzamiento. Por otro lado, sus contenidos son muy limitados. Para el jugador solitario, existe un número reducido de copas que puede superar en un par de tardes. El repertorio de personajes es muy mejorable, y a pesar de gozar de un interesante sistema de mejoras basado en accesorios, la sensación final es de escasez.
Por todo esto no resulta fácil hablar de este Mario Strikers para Nintendo Switch, porque tengo por seguro que el estudio canadiense de Next Level Games (autores de Luigi's Mansion 3) ha trabajado duro para dar lugar a un sistema de juego inspirado. No obstante, también me queda claro que no han rematado la jugada, dejando el partido inacabado hasta que, muy seguramente, lleguen un buen puñado de actualizaciones para poner parte de lo que falta: personajes, opciones de juego, más accesorios, etc. Pero no es excusa. El título debería haber llegado más completo, sin que tengamos que depender de lo que venga (o no) en el futuro.
El mejor fútbol arcade en Switch
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Lo mejor de Mario Strikers: Battle League Football es su concepto jugable. Sin duda, el control es exquisito, responde a la perfección y hay una cantidad elevadísima de acciones. Puedes disparar sin más, pero cargar el tiro es lo que proporciona los mejores resultados para colar el balón entre las mallas. Personalmente, siempre hago tiros con efecto, moviendo el stick en distintas direcciones. Una vez que dominas esto, puedes hacer disparos colocados a la escuadra, más elevados o más rasos.
Hay pases al primer toque, posibilidad de hacer regates, cancelarlos, cambiar de jugador… y por supuesto la oportunidad de hacer entradas (de lo más duras) a nuestros oponentes. Ya sabéis que aquí no hay reglas: ni falta ni fueras de banda. Es el fútbol de Nintendo, y como tal también dispone del uso de objetos, ya se trate de champiñones que nos hacen correr a toda velocidad, capazones para estrellarlos contra nuestros rivales, estrellas que nos dan invencibilidad, bombas que arrasan con todo…
Como colofón a todo esto, tenemos los hipertrallazos, disparos especiales de uso limitado. Básicamente, dependen de que aparezca en pantalla un orbe de poder. En ese momento, ambos equipos pueden acudir para disputárselo. El primero que lo consiga, tendrá a su disposición varios segundos de oro para ejecutar este espectacular lanzamiento. Tiene su miga, porque requiere de un tiempo de ejecución, así que es recomendable que no haya ningún adversario cerca que pueda hacerte una entrada a tiempo. Si todo sale bien, disfrutarás de un evento quick time en que ajustar dos agujas dentro de unos límites, lo cual determinará el éxito del chute.
El control es exquisito, responde a la perfección y hay una cantidad elevadísima de acciones
Los hipertrallazos dotan de espectacularidad, ritmo y tensión a los partidos. Lo digo por la secuencia que se activa, con un estilo cartoon de lo más trabajado. Ver a Mario hacer una chilena a lo Captain Tsubasa es espectacular, aunque contemplar a Wario aplastar el balón con el trasero no tiene desperdicio. Todo es muy cómico, con Yoshi lanzando un enorme huevo hacia la portería o Peach llenando de amor a todo el estadio, hasta el punto de que el portero puede decidir meterse un gol en propia meta. Pero más allá de esto, lo más significativo es que estos tantos valen por dos, así que pueden dar la vuelta al marcador en cualquier momento.
Luego también debo decirte que no todas las acciones tienen el mismo impacto, o al menos yo no les he terminado de ver la utilidad. Por ejemplo, se han introducido los pases al hueco, pero no creo que estén bien integrados y acabé por dejarlos de lado, puesto que tampoco me resultaron útiles en una cancha tan reducida. Algo parecido me ocurrió con las entradas en equipo, que consiste en empujar a un compañero para que acabe estrellado contra un oponente. Es una maniobra curiosa, pero la realicé en muy pocas ocasiones. Así que no es oro todo lo que reluce y en lo jugable este juego tampoco es perfecto.
Mario Strikers: Battle League Football es pura diversión, pero también táctica y estrategia. Esto viene dado especialmente por los accesorios. Mientras juegas, obtienes monedas que puedes invertir en cascos, brazaletes, armaduras y botas que no solo cambian estéticamente a tus jugadores, sino que les proporcionan distintos atributos de fuerza, velocidad, tiro, pase o técnica. De esta forma, la personalización es total, de forma que puedas construir equipos de lo más equilibrados.
Buenos partidos, pocos contenidos
Los hipertrallazos dotan de espectacularidad, ritmo y tensión a los partidos
La lástima es que el camino para hacerlo no es el más deseable. Las modalidades de juego son escasísimas. De hecho, lo único destacable es Copas, consistente en un conjunto de seis eliminatorias que se puede jugar en individual o en local para hasta cuatro participantes. Si soy sincero, me he aburrido bastante con el planteamiento, porque los partidos no plantean grandes diferencias entre sí, ni tampoco hay una línea temática clara, como sí podría haber proporcionado un modo historia o similar.
En uno de los últimos partidos, me enfrenté a un equipo de la "realeza" formado por Peach y tres Toad. Esa idea me gustó, pero no estaba plasmada convenientemente. Imaginad haber disfrutado de una línea narrativa por personaje, con secuencias de introducción, una dificultad muy ajustada y algún minijuego entre medias. Pero claro, hay un problema de partida, y es que solo tenemos 10 personajes disponibles (Mario, Luigi, Bowser, Peach, Estela, Toad, Yoshi, Donkey, Wario y Waluigi). Con esto poco se podía hacer.
En resumidas cuentas, si eres un jugador solitario, las opciones de juego son mínimas. Ya si te interesa el juego online, la cosa mejora (aunque no demasiado). Tienes a tu disposición Club Strikers, donde formar un club e invitar a todo aquel que quiera unirse, hasta un total de 20 miembros. La idea es que juegues online junto a los integrantes de este club, cada uno de ellos con su propio personaje y accesorios. Si eres el dirigente del club, también puedes modificar el vestuario y detalles de los estadios como las porterías, por los cuales pueden votar el resto de integrantes. Las opciones son pocas, pero no está mal.
Otro aspecto destacado de Club Strikers es que las temporadas duran una semana, de forma que podemos subir y bajar de división enfrentándonos con otros clubes. Esto tendremos que ver qué alcance tiene, pero a priori parece interesante, principalmente porque se nos ofrecen recompensas por participar y ganar partidos. Por cierto, dos jugadores pueden unirse desde la misma consola para jugar online, lo cual es todo un punto a favor.
Por todo lo demás, el juego goza de un acabado de calidad, con modelados y animaciones muy trabajados. Es tal vez lo mejor del juego, dando lugar a escenas simpáticas como que Yoshi saque la lengua para entrar a un adversario o Donkey dé un puñetazo al balón para meterlo en la portería. Luego es de mención que existen varios estadios distintos, como las colinas champiñón, el castillo real, una mansión encantada, el castillo de lava… Aunque sean visualmente bonitos y estén detallados, no tienen ningún impacto sobre los partidos, un aspecto que me parece criticable y que podría haber dado variedad a los encuentros. Una pena.
Si eres un jugador solitario, las opciones de juego son mínimas
Lo que sí está a un nivel adecuado es la fluidez, aunque me resulta extraño que no mantenga el frame rate en las repeticiones de los goles (algo que ensombrece el resultado). También tengo que decirte que para mí la mejor combinación para jugar es modo televisor más el mando Pro. No quiero decir que en modo portátil vaya mal, pero la pantalla se me hace pequeña para seguir convenientemente la acción (tal vez hubiese venido bien aplicar un zoom de cámara).
Así que bastantes pros y contras para un juego del que personalmente esperaba más. A pesar de que su jugabilidad me convence, los contenidos me resultan insuficientes. Muy seguramente tendrá actualizaciones que mitiguen estas carencias, pero Next Level Games debería haber lanzado este título con más personajes y, sobre todo, mayor cantidad de modalidades y opciones de juego. Tal y como está, mi percepción es que se encuentra incompleto, y solamente podría decirte que te puede interesar si vas a jugarlo mucho en local u online. En el resto de casos, necesita mejorar.
Tal vez la más representiva conclusión es que Mario Strikers: Battle League Football hace un buen tiro, pero al palo. El juego de Next Level Games destaca por una jugabilidad sólida, con un montón de posibilidades que hacen profunda la sensación de juego en cada partido, especialmente los espectaluares hipertrallazos. No obstante, los contenidos son insuficientes, en particular si eres un jugador solitario. Faltan modos de juego y solo podría sugerirte que lo probaras si estás convencido de que vas a darle muchas horas jugando en local u online, que es lo que más horas de juego puede proporcionarte. Con actualizaciones podría mejorar, aunque tendrían que ser potentes y frecuentes.
Comprar Mario Strikers: Battle League Football- Gran base jugable, con mucha diversión pero también profundidad de juego.
- Muy enfocado a jugar en compañía, tanto en local como online.
- El Club Strikers tiene potencial, con temporadas semanales y recompensas.
- Carencia importante de contenidos, especialmente en modos de juego y personajes.
- Actualmente depende de las actualizaciones que se vayan aplicando para mejorarlo.
