Shigeru Miyamoto puede sentirse muy orgulloso por muchos motivos, de eso no cabe duda. Y Pikimin 3 es uno de los más recientes, aventura que ha sabido conjugar un buen número de elementos y dinámicas de juego para conformar una apuesta por la estrategia poco convencional… pero extraordinariamente amena y absorbente.
Sí, se ha hecho de rogar más de lo que muchos jugadores hubiéramos deseado, hasta tal punto que dio el salto de Wii a Wii U sin dudarlo. Pero todo ha merecido la pena, ya que Pikmin 3 es una de las obras más admirables de todas las que hemos disfrutado a lo largo de este año, siendo uno de los títulos más destacados de cuantos han aparecido hasta el día de hoy en la nueva máquina de Nintendo. Pikmin 3 es una de esas producciones que, hasta que no la pruebas y te dejas cautivar por su magia, no sabes hasta qué punto es digna de ser catalogada como sobresaliente. Pero lo es, tanto es así que ningún usuario de Wii U debería dejar pasar más allá de sus gustos: Shigeru Miyamoto ha demostrado que sigue siendo un talento a la hora de diseñar juegos.
El argumento de esta aventura nos transporta al planeta PNF-404, lugar al que van a parar por accidente los tres nuevos protagonistas de esta odisea: los entrañables Alph, Brittany y Charlie. Cada uno de estos tipos tiene su función específica, siendo Alph el ingeniero jefe, Brittany la bióloga del grupo y Charlie el capitán, pero a la hora de la verdad esto tiene poca incidencia dentro del desarrollo del título.
Como resultado de dicho accidente cada uno de los tres protagonistas va a parar a una zona diferente del planeta, por lo que la primera misión de todos ellos consiste en reencontrarse con su grupo. Sin embargo y una vez conseguido este fin (algo que puede llevarnos un par de horas de juego o quizá algo más), el objetivo común de todos los personajes consiste en encontrar los componentes de la nave que se han perdido por el planeta, diseminándose por todos sus rincones. Pero a este objetivo principal se añade otro muy importante, la recolección de fruta, aspecto fundamental tanto para conseguir raciones de consumo diario para nuestros protagonistas como para exportar dichos frutos hasta el país natal de los protagonistas, Koppai.
Sin ser demasiado original ni especialmente profundo, más bien todo lo contrario, lo cierto es que al cabo de las horas la historia consiste engancharnos, sobre todo porque en ella van interviniendo viejos conocidos de la serie como Luis o el propio Capitán Olimar. ¿Qué les habrá sucedido a esta pareja? Eso tendréis que averiguarlo vosotros.
Encanto en miniatura
Nada más llegar a PNF-404 y a través de ligeros tutoriales nos vamos familiarizando con los controles… y con los verdaderos protagonistas del juego, los entrañables Pikmin. Sí, porque en realidad y como muchos ya conocéis de sobra nuestra labor principal en esta aventura de corte estratégico es guiar a dichos personajes por los decorados y encargarles todo tipo de tareas según nos convenga.
A medida que progresamos en el modo principal que nos ofrece Pikmin 3, Historia, vamos descubriendo progresivamente los diferentes tipos de Pikmin. En total encontramos cinco clases bien diferenciadas tanto por su aspecto como por su tonalidad, existiendo ciertas habilidades exclusivas atribuibles a cada una de estas clases. De esta forma los Pikmin rojos aguantan el fuego sin problemas y son unos auténticos guerreros, siendo ideales para comandar las batallas. En cambio los azules son los únicos capaces de respirar bajo el agua, característica que les confiere un valor especial dado que muchas zonas de los decorados están inundadas. Por su parte los Pikmin pétreos son muy duros y resistentes, siendo ideales para derribar murallas construidas por materiales duros y rasgar los caparazones de ciertos adversarios. Y por último, los de tonalidad amarilla son capaces de resistir la electricidad y pueden ser lanzados desde una mayor distancia, mientras que los pequeños Pikmin rosas tienen la capacidad de volar.
Los más veteranos ya habrán caído en la cuenta que tanto los rosas como los pétreos son las nuevas variedades de Pikmin que debutan en esta tercera entrega, especies que sustituyen a los Pikmin blancos (venenosos) y morados (muy fuertes) que no aparecen en esta ocasión en el modo de juego principal.
Personajes multitarea
Como decíamos la mecánica de juego tiene que ver con la gestión de estos diminutos seres, que nos siguen allá donde vayamos y atienden sin rechistar a nuestras órdenes que les son dadas a través de los silbatos que llevan incorporados los protagonistas.
Ya estaréis al corriente que Pikmin 3 es un juego de estrategia en tiempo real que presenta un importante ingrediente arcade, así como otros elementos que le dotan de un encanto y una profundidad excelentes. Aquellos que no sean amantes del género por lo complicado que llega a resultar en ocasiones pueden estar tranquilos, debido a que esta propuesta simplifica bastante su dinámica y, sobre todo, los controles.
De esta forma y a través del Wiimote y Nunchak, el Pro Controller o el pad más recomendable de todos en nuestra opinión, el GamePad, podemos realizar una aceptable cantidad de acciones de manera sencilla e indicar las órdenes convenientes tanto a nuestros pequeños aliados como al resto de los miembros del equipo, Alph, Charlie y Brittany. Y es que esto último es fundamental, sobre todo en la recta final de la aventura, pudiendo alternar el control de los tres personajes con tan solo pulsar un botón y efectuar múltiples tareas simultáneamente.
Lanzar a los personajes contra los múltiples enemigos (animales de diversa índole de aspecto muy curioso normalmente), llevar piezas de un lado para otro para construir puentes, derribar barreras de diferentes materiales, transportar los cuerpos de los rivales caídos hasta nuestra nave (llamada Drake) y demás tareas son el pan nuestro de cada día en Pikmin 3. Y ojo a esto último que no es una frase hecha, ya que en cada jornada de trabajo sólo gozamos de unos minutos de juego real (el tiempo transcurre inexorablemente) antes de que caiga la noche, momento en el cual debemos regresar a nuestra nave acompañados de nuestros pequeños personajillos si no queremos comprobar cómo éstos pasan a ser pasto de alguna de las criaturas de PNF-404.
Diversión variada
El desarrollo del juego es variado como pocos, ofreciendo un buen cúmulo de elementos que condensan y mejoran la experiencia de juego hasta límites insospechados.
Para empezar la gestión de los propios Pikmin es fundamental, con todo lo que eso conlleva. Dichos personajes nacen como consecuencia de o bien llevar los cadáveres de los enemigos caídos hasta la nave nodriza de los propios Pikmin o bien tras recolectar diferentes "plantas especiales" que están repartidas por los decorados. Sin embargo depende de nosotros seleccionar qué tipo de Pikmin queremos que brote en cada caso, siendo lo ideal gozar de unas tropas lo más compensadas posibles en cuanto a su cantidad.
Por otra parte también es necesario diseñar los grupos que vamos a llevar para realizar cada tarea en concreto, por lo que la planificación de cada paso es muy importante. El tiempo es un bien muy preciado en Pikmin 3 por lo que actuar de manera rápida y contar con una estrategia definida antes de cada día de expedición es muy aconsejable. La optimización es la clave.
Las batallas también gozan de un peso específico en la aventura, pudiendo entablar combates contra criaturas de múltiples formas y comportamientos que debemos estudiar a conciencia para derribarlas de la mejor manera posible, tratando de limitar las bajas de nuestro ejército en la medida de lo posible. Y esto adquiere tintes más trascendentales en los enfrentamientos contra los jefes finales, monstruos que suelen custodiar las partes de la nave que necesitamos recolectar. Estos combates nos han parecido bastante atractivos y aunque hemos echado en falta una mayor cantidad de ellos, su dinámica y planteamiento nos han gustado.
La exploración también es fundamental y, de hecho, puede que sea el factor más determinante de la aventura, dado que el juego incita a investigar cada recoveco para dar con las deseadas frutas y con una serie de documentos de texto que se hayan repartidos por los fondos, incluyendo algunos secretos muy preciados…
Y a esto se suman la aparición esporádica de ciertos puzles de resolución relativamente sencilla pero que aportan aún más variedad al conjunto, así como otros pequeños detalles jugables como la posibilidad de poder mejorar la disposición de los protagonistas (dotándoles de trajes más resistentes, etc.) que, en suma, dan como resultado un título rico en matices y tremendamente absorbente.
Más allá del modo Historia el título también presenta otras dos opciones de juego adicionales que sirven como complemento perfecto. El primero de ellos es el modo Misiones, apto para uno o dos jugadores simultáneamente. Dicha modalidad nos permite disfrutar de tres tipos de desafíos diferentes (Hazte con todo, Derrota a todos los enemigos y Vence al ser colosal) que engloban un buen ramillete de niveles, los cuales debemos ir superando y obteniendo diferentes medallas en función de nuestra pericia para conseguir ir desbloqueando el resto.
Y también tenemos Batalla de Bingo, modalidad exclusiva para dos jugadores (mediante conexión local) en la cual debemos intentar hacernos con los materiales y frutas que quedan marcados (en diagonal, horizontal, etc, como sucede en el juego del mismo nombre) en nuestro cartón correspondiente para alzarnos con la victoria. Ambas modalidades se dejan jugar y aportan horas extra de diversión, algo que siempre se agradece.
Mejor con GamePad
Pikmin 3 es uno de esos títulos en los que se nota bastante la diferencia de jugar mediante el GamePad que hacerlo mediante otras ofertas de control. Y en eso tiene mucho que ver la pantalla táctil y el llamado KopPad, una herramienta que nos ayuda en todo momento y que hace un uso muy intensivo de la pantalla táctil de este mando.
De esta forma desde esta pantalla es posible dirigir a nuestros personajes al punto del mapa que deseemos para que éstos se desplacen automáticamente hasta dicha situación, opción que nos ha parecido muy útil y que agiliza las partidas. Por otro lado también podemos hacer uso de otras funciones como consultar el mapa pormenorizado de cada zona de juego, revisar las frutas que hayamos encontrado hasta el momento, el estado de nuestro equipo y un largo etcétera que denotan el trabajo desempeñado por Shigeru Miyamoto y su equipo a la hora de explotar las posibilidades de este mando.
Y si queremos disfrutar de una experiencia de control aún más completa, el "modo expandido" nos permite dejar el GamePad como mera herramienta de consulta (como si fuera un PDA avanzado), dejando el paso del control a los citados mandos Pro o Wiimote y Nunchak.
Además y como ya es habitual en la práctica totalidad de los juegos diseñados para esta consola, también es posible jugar directamente desde el GamePad mediante la opción Off-TV.
Plasticidad natural
A pesar de que no es uno de esos títulos que hacen uso de un motor gráfico impactante para plasmar gráficos impresionantes en pantalla, Pikmin 3 es un juego indudablemente bello en sí mismo. Y lo es por diversas razones, comenzando por su apuesta por la naturaleza.
Los decorados son todo un ejemplo de ello. En cada una de las zonas que visitamos del planeta PNF-404 nos damos de bruces con una fauna y flora exuberantes. Lagos, paisajes nevados, jardines, bosques, zonas pantanosas y demás localizaciones naturales forman parte del atrezo de esta aventura, parajes que ofrecen un grado de detalle muy elevado y que, al menos en nuestra opinión, son de lo mejorcito que nos ha deparado Wii U hasta la fecha. La iluminación de todas estas zonas es más que notable, de vez en cuando se dejan ver efectos climatológicos bastante aparentes, el sombreado general es muy bueno y sus texturas han sido muy trabajadas. Puede que echemos en falta más cantidad de ellos, hecho que desde luego no le hubiera venido mal, pero al margen de ello los escenarios lucen de manera ejemplar.
Y dichos decorados están habitados por un elenco de seres vivos extraordinario. La inmensa mayoría de las criaturas que se dan cita en PNF-404 son ficticias, si bien de vez en cuando encontramos algunos seres que, al menos en cierta medida, recuerdan a algunos animales reales tales como arañas o cangrejos.
La variedad de estos enemigos a los que debemos hacer frente es muy meritoria, y más teniendo en cuenta que cada uno de ellos presenta sus propias cualidades y debilidades que es necesario tener muy en cuenta para hacerles frente. Esto mismo adquiere un valor más elevado durante las batallas finales, enfrentamientos que en su mayoría nos han parecido bastante gratificantes como os comentamos anteriormente. Para librarnos de los rivales más duros es necesario encontrar sus puntos flacos, entender sus patrones de ataque para intentar que el número de bajas de nuestras tropas sea muy reducido y, no menos importante, invertir la menor cantidad de tiempo posible, factor fundamental como ya os hemos explicado con anterioridad.
Las animaciones tanto de estos seres como de los propios Pikmin son extraordinarias, muy suaves, algo fundamental para que cada uno de ellos nos transmita vida. Y lo mismo sucede con su inteligencia artificial, que sin ser perfecta supone un paso adelante en relación a lo experimentado en Pikmin 2. Es cierto que el modelado de unos y otros no es sublime, pero también es cierto que el número de personajes que puede llegar a darse cita en imagen es muy alto en bastantes ocasiones y, a pesar de esto, el juego no se resiente en su sólida tasa de cuadros de animación.
El apartado sonoro, por su parte, también ha sido muy cuidado. La banda sonora se compone tanto de temas clásicos remasterizados como de una buena gama de nuevas partituras, muy relajantes en su mayoría, aunque cuando llega la hora de pelear éstas aumentan su ritmo con celeridad. Los efectos especiales son muy numerosos y lo suficientemente variados, y logran hacernos sentir que de verdad estamos rodeados de criaturas dotadas de vida propia.
Pikmin 3 es un título magnífico, un juego que necesitaba Wii U para demostrar que es una consola capaz de ofrecer nuevas y extraordinarias experiencias a sus usuarios. ¿Es uno de esos juegos que justifican la compra de una consola? Esa pregunta es más difícil de contestar, sobre todo teniendo en cuenta el género al que pertenece esta producción de Nintendo, muy cercana a la estrategia, género que no podemos tachar de masivo precisamente. Pero lo que sí tenemos muy claro es que calidad le sobra a esta singular aventura en todas sus vertientes, siendo un auténtico título de culto que atrapará sin remedio a todos aquellos que se animen a probarlo.
Se ha dejado querer más de la cuenta, saltándose incluso su llegada a Wii que iba a ser su destino inicial, pero os aseguramos que la espera ha merecido la pena. Pikmin 3 es un juego de esos que sólo Nintendo y la sabiduría infinita de Shigeru Miyamoto son capaces de ofrecernos, le duela a quien le duela. Ingenioso, muy bien diseñado, cautivador como él solo y muy bonito plásticamente hablando, Pikmin 3 es uno de los escasos juegos indispensables y exclusivos que Wii U posee en su catálogo. Si tenéis esta consola, debéis haceros con esta extraordinaria aventura.
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