Decenas de hombres bajo tu mando, impresionantes naves de combate equipadas con la última tecnología militar e innumerables conflictos que solucionar en el universo. Star Trek da por fin el salto a los mundos persistentes. ¿Un salto a nivel galáctico?
Por fin las dos grandes sagas de ciencia ficción cuentan con sendos juegos de rol multijugador masivos en línea. Hablamos, por si hay alguien que todavía no lo sabe, de Star Wars y Star Trek, las dos sagas de ficción espacial por antonomasia que siendo tan semejantes y distintas a la vez, han cautivado a millones de personas en todo el mundo. LucasArts intentó trasladar junto a Sony Online el vasto universo creado por George Lucas al mundo de los juegos multijugadores en línea con resultados más que satisfactorios, aunque siempre con algún que otro pero. Ahora, los responsables de títulos como City of Heroes o Champions Online, Cryptic, lo intentan con Star Trek y de nuevo, pese a encontrarnos con detalles realmente fantásticos y que nos han encantado, el resultado no llega a colmar todas nuestras expectativas.
Explora el universo
Star Wars Galaxies se centró en el juego sobre la superficie de una importante variedad de planetas dejando los viajes y combates espaciales para una expansión posterior. Star Trek Online, en cambio, apuesta desde el primer momento por la guerra y los viajes espaciales, quedando el juego sobre la superficie planetaria relegado a un segundo plano. Y es algo que se nota positivamente en un aspecto tan sencillo como es que las batallas espaciales son realmente divertidas; pero también en algo negativo: que las misiones sobre las superficies planetarias o el interior de las naves no alcanzan el nivel esperado.
Como cabría esperar, nuestra particular odisea dará inicio tras dar vida al avatar que nos representará. Aquí, nos encontraremos con un potente editor de personajes colmado de opciones de personalización a nivel estético que se agradecen muchísimo, y un menú donde seleccionaremos las tres clases de personaje disponibles: oficial táctico, oficial de ingeniería y oficial científico. Cada una de estas opciones marcará el estilo de juego que desarrollaremos: el primero más centrado en los combates tanto en tierra como a bordo de un crucero espacial; los segundos destacarán por su eficacia a la hora de mejorar el rendimiento y el funcionamiento de nuestras naves; y los científicos encarnarán a la clásica tropa de apoyo mejorando las habilidades de sus aliados y causando todo tipo de contratiempos entre las filas enemigas.
Huelga decir que en este sentido,el juego se ha simplificado al máximo para que basten pocos minutos para adentrarse en el universo Star Trek, aunque posee detalles muy interesantes. Destaca el hecho de que nuestras naves, que podremos mejorar y cambiar conforme avancemos en el juego, estarán tripuladas por el tipo de personas que nosotros decidamos, por lo que podemos enfocarla al combate puro y duro llenándola de soldados, o especializarla en labores de apoyo y mejoras con equipos científicos y técnicos. Estas decisiones, unidas al tipo de personaje que hayamos creado, marcarán nuestra forma de actuar, siendo el aspecto más cuidado de todo el juego y una de las partes que más disfrutaremos con diferencia.
Ganar batallas y cumplir objetivos nos permitirá ampliar la plantilla de nuestras naves, pero también, como podéis imaginar, ampliar el repertorio de habilidades de nuestro avatar. Dependiendo de la clase seleccionada, éstas variarán de una forma notable, aunque en comparación con otros juegos del mismo estilo, se nos antojan algo escasas. Al menos, sí nos ha parecido muy acertado el sistema de rangos de oficiales en el que se basa el juego, ya que conforme mejoremos nuestro estatus militar, mejores opciones de compra tendremos a nivel de equipamiento y naves estelares.
El combate en tierra
El sistema de misiones de Star Trek Online no difiere nada con respecto a lo visto en otros juegos de rol. Así, habrá distintos personajes repartidos por todo el universo que nos encomendarán distintos tipos de tareas que irán desde las más sencillas como ir a hablar con una persona determinada, a otras más moviditas en las que habrá que viajar por el espacio en busca de un objetivo concreto y luego, protegerlo, luchar contra él, o cualquier variante que se os pueda ocurrir.
Lo interesante del asunto es que hay misiones en tierra y en el espacio, presentando ambas planteamientos de juego distintos aunque un sistema de control idéntico. En lo que se refiere a las misiones en tierra –a bordo de naves o sobre la superficie de distintos planetas-, da la sensación que Cryptic no ha atinado en sus decisiones, ya que el resultado es algo irregular. ¿Por qué? Bueno, primero hay que destacar que antes de poner pie en tierra tendremos que decidir qué tres personas de nuestra nave nos acompañan. Éstas pueden tener nombres si son oficiales, o ser simples soldados que bajarán sin rechistar; no es algo que importe mucho. Lo que nos tiene que preocupar es el tipo de personajes que vamos a hacer que nos acompañen, ya que éstos, como nosotros, podrán estar especializados en el combate, en el apoyo a los aliados, etc.
De este modo, será la inteligencia artificial la que guíe a nuestros acompañantes (siempre tres), a no ser que coincidamos con otros usuarios y éstos cubran los huecos de nuestra tripulación (entonces serán cuatro); algo complicado porque cuesta mucho coincidir con alguien en un planeta, y no siempre la conexión responde como debería. Encima, si nos toca depender de la inteligencia artificial, descubriremos que ésta es buena, siendo muy reducido nuestro poder de decisión sobre las tropas. Así, por ejemplo, nos tocará tragar con actuaciones nefastas a nivel táctico que pueden fastidiarnos por completo las misiones; misiones que por otro lado son muy repetitivas y no muy inspiradas a nivel de diseño (argumentalmente no están nada mal y siempre se hace referencia al universo Star Trek).
Por otra parte el sistema de equipamiento de nuestro avatar resulta algo lento y en muchas ocasiones poco efectivo. Dependiendo del arma que llevemos nuestra forma de actuar será distinta (hay armas de largo y corto alcance, explosivos, armas cuerpo a cuerpo…), pero al final queda la sensación de que todo se limita a andar siempre de frente disparando a las decenas de enemigos que saldrán a nuestro paso sin ahondar casi nada en el componente táctico, algo que en principio prometía explotarse con la obligatoriedad de andar siempre con un equipo de soldados a nuestro lado.
Combates espaciales masivos
Es llegar al espacio y darse cuenta que en este punto, por suerte, Cryptic sí ha tenido más tino. Y es que es todo un placer moverse por el universo Star Trek con una importante variedad de naves que, además, podremos personalizar y mejorar con distintos dispositivos, permitiendo que las adaptemos a nuestro estilo. Los combates aquí se basan en el posicionamiento de nuestra nave frente a las enemigas, pudiendo controlar aspectos como la velocidad de movimiento, la potencia de fuego, o la distribución de energía de nuestros escudos (si nos atacan por los flancos, debemos potenciar los escudos de esas zonas para evitar morir).
Dependiendo del tipo de vehículo que controlemos, el combate variará; y dependiendo del tipo de oficial al mando con el que contemos, más de lo mismo. Por eso, las batallas espaciales, sin ser un prodigio a nivel de complejidad o simulación, mantienen un gran interés y siempre resultan divertidas. Sobre todo porque además, en éstas se pueden sumar muchos usuarios creando auténticas batallas campales en el espacio.
En éstas también es importante el tipo de oficiales con los que contamos en el puente de mando, ya que dependiendo de éstos tendremos a nuestra disposición distintas habilidades especiales propias de su clase. Esto significa que un oficial científico puede permitirnos usar un rayo capaz de anular los sistemas ofensivos de la nave rival, otorgándonos unos preciosos segundos para reparar con celeridad nuestros escudos de energía (cuantos más ingenieros, más rápido).
El problema aquí es que también se han simplificado tanto las cosas que al final, pese a tener opciones para trastear, sentiremos que las batallas se limitan a situar bien la nave al principio y disparar todos nuestros cañones a la máxima potencia.
¿Qué pasa con los Klingon?
Seguro que si eres fan de Star Trek y empiezas a jugar te haces esta pregunta. ¿Por qué? Porque no existe la opción de crear un personaje bajo el poder Klingon (aunque sí podemos crearlos bajo el escudo de la Federación) desde un principio, teniendo que esperar a que ésta se desbloquee más adelante. El problema es que una vez lo hemos logrado descubriremos que no existe ningún tipo de arco argumental inicial que nos ponga al tanto de todo, -algo que sí ocurre con las fuerzas de la Federación-, ni tampoco creemos que se le haya prestado la atención adecuada a esta facción en lo que se refiere a sus naves y rangos (poca variedad, muy similares a las de la Federación, etc.). Al menos, han tenido el detalle de dejar sus naves equipadas con dispositivos de camuflaje fantásticos. Menos mal.
Tampoco parece haberse potenciado lo necesario la exploración del universo, que se limita a entrar en diversas instancias (la órbita de un planeta, por ejemplo) donde cumplir una misión y pare usted de contar. Por eso, al final todo será demasiado lineal, muy rígido en lo que se refiere a la sensación de perderse buscando cosas que hacer. La poca variedad de enemigos y la ausencia de jefes especiales tampoco ayuda a mejorar las cosas. Y esto último es triste puesto que a nivel de ambientación y fidelidad gráfica con la serie original el juego está a un nivel altísimo, presentando un universo rico en detalles que dará gusto recorrer. Además, se ha optimizado lo suficientemente bien como para que se pueda jugar sin problemas en equipos de gama media.
Un buen juego de Star Trek pero un juego de rol multijugador masivo en línea más pobre de lo esperado. Con una ambientación y un apartado técnico de lujo, y detalles francamente buenos como la importancia de la tripulación de las naves, esta obra de Cryptic se queda muy lejos de los grandes referentes del género al presentar misiones repetitivas y poco inspiradas, que acabarán por aburrirnos más pronto de lo deseado. Detalles como el dejar a los Klingon como una facción destinada al juego Jugador contra Jugador, o el que ni siquiera nos haya llegado con los textos en castellano, le restan todavía más puntos. Una pena, porque pese a todo, es un título que se deja jugar y que cuenta con detalles que nos han encantado.
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