Sin compasión, solo muerte. Eso es lo que te espera en este divertido juego de acción multijugador en línea que recrea con gran crudeza las sangrientas batallas vividas durante la Edad Media. Brutalmente salvaje, con una intensa jugabilidad basada en los combates cuerpo a cuerpo y amplias opciones de juego, Chivalry: Medieval Warfare llega dispuesto para quedarse durante mucho tiempo en nuestro PC.
Casi sin tiempo para reponernos de las emocionantes batallas de War of the Roses, las espadas vuelven a estar en alto para recibir a otro notable juego de acción multijugador en línea de ambientación medieval. En este caso hablamos del regreso del popular mod de Half Life 2, Age of Chivalry, que tras casi cinco años de duro trabajo por fin ha visto la luz como juego independiente. Y lo ha hecho con un resultado más que notable gracias a la intensidad y crudeza de su sistema de combate, la variedad de modalidades de juego que ofrece y, por qué no, ¡por ser salvajemente adictivo!
¡Esto es una carnicería!
Una cabeza que cae rodando al suelo, un soldado que grita desesperadamente mientras muere desangrado, guerreros que agonizan al ver cómo un golpe certero les ha cercenado un brazo… si lo tuyo es enfrentarte cara a cara al enemigo, sentir el calor de su sangre en tu rostro y verles sufrir a tus pies, ya te garantizamos que vas a disfrutar de lo lindo con Chivalry: Medieval Warfare. Un título de acción multijugador para 32 jugadores que nos ha conquistado por la intensidad y frenetismo de sus batallas, en las que rápidamente descubriremos que el más mínimo error se paga con la muerte.
Estocadas, fintas, barridos con la espada, lanzamiento de hachas arrojadizas o dagas, bloqueos, golpes verticales… está claro que las batallas no son tan realistas como las del citado War of the Roses, pero eso no significa que estemos ante un título de acción simplón o con pocas opciones de juego. Al contrario. Si por algo destaca esta obra del equipo independiente Torn Banner Studios es por la gran libertad de acción que brinda a la hora de combatir a los enemigos, otorgando una importancia capital al momento exacto en el que se ejecutan nuestras acciones. Porque este es un título en el que la defensa es tan importante como el ataque.
Bloquear in extremis el mandoblazo de un enemigo, o cortar su ofensiva con un golpe de escudo, puede dejarle completamente vendido durante unos pocos segundos; suficientes para sesgar su vida con una estocada certera al cuello -hay localización de daños-. Además, para dotar de mayor tensión a los combates también existen movimientos dedicados a engañar al contrario, haciéndoles creer que vamos a atacar cuando no es así; otros como las patadas con las que podremos romper los bloqueos de escudo, e incluso fintas que nos permitirán esquivar los ataques en última instancia, quedando en una posición perfecta para asestar un golpe mortal.
Sálvese quien pueda
Dada la velocidad e intensidad con la que se desarrollan sus batallas, está claro que Chivalry: Medieval Warfare no es un simulador de combates con armas blancas. Salta a la vista que sus creadores se han decantado por la acción más frenética que por el realismo. Sin embargo, insistimos, estamos ante un título con un profundo sistema de combate que premia por encima de todo la habilidad del jugador frente a la rapidez con la que este machaca los botones. Algo que cobra su máxima expresión en la existencia del fuego amigo, que nos puede hacer matar a nuestros aliados si no nos andamos con ojo.
La presencia de cuatro clases de guerrero como son los arqueros, soldados, vanguardia y caballeros, también dota al programa de ese plus de complejidad extra que tanto nos ha gustado, planteando cuatro estilos de juego claramente diferenciados no solo por el simple cambio de armas, que es algo que se da por sentado; sino también por pequeños matices -resistencia, fuerza, velocidad...- que una vez dominados, marcarán la diferencia entre un jugador experimentado y otro que está dando sus primeros pasos.
Teniendo en cuenta estas diferencias, el juego de Torn Banner Studios nos propone combatir en diversos campos de batalla -menos de los que nos habría gustado- a través varias modalidades de juego que van desde un alocado todos contra todos y su vertiente por equipos, hasta el Rey de la Colina, Último equipo en pie y el apasionante modo por Objetivos; para nosotros la modalidad reina por fomentar como ninguna otra el juego en equipo.
Y es que en estas misiones en las que un ejército debe alcanzar unos objetivos mientras el contrario lo evita, la cooperación entre las diversas clases de guerrero resulta fundamental. Más teniendo en cuenta que existen también máquinas de asedio y sistemas defensivos que pueden cambiar radicalmente el curso de la guerra si se usan con cabeza. Por eso, y porque es muy espectacular ver cómo los enemigos gritan desesperadamente al haber sido bañados con aceite hirviendo a las puertas de tu castillo, Chivalry: Medieval Warfare es un juego de acción multijugador tan adictivo.
Algo a lo que ayuda mucho el acertado diseño de escenarios, que no solo destacan por su variedad de localizaciones, sino también por lo mucho que aprovechan la distinción de clases para fomentar partidas en las que, independientemente del tipo de guerrero que controlemos, siempre contaremos con los recursos necesarios para exprimir al máximo sus habilidades de combate exclusivas.
Como puntos negativos, es verdad que hemos echado en falta mayores opciones de personalización para nuestros guerreros, a los que podremos equipar con una veintena de armas distintas que desbloquearemos progresivamente. Del mismo modo que habríamos preferido que las opciones de comunidad fueran más amplias siendo como es un título exclusivamente online. Pero es innegable que Torn Banner Studios ha realizado un buen trabajo, afianzando a Chivalry: Medieval Warfare como uno de los juegos de acción multijugador en línea más frescos y alocados del momento.
Un resultado que se ve algo ensombrecido por ciertos errores tecnológicos -en principio ninguno grave-, que han hecho que estos primeros días de juego sean algo irregulares en lo que respecta a la estabilidad de sus servidores, la tasa de imágenes por segundo, etc. Además, aun a pesar de haberse apoyado en el Unreal Engine 3 y contar con grandes detalles gráficos, estamos ante un título que no pasará a la historia por su espectacularidad gráfica por cuestiones como las animaciones o el modelado de los guerreros.
A nivel sonoro, Chivalry también ofrece una de cal y otra de arena. Por un lado, destaca la crudeza y salvajismo de los sonidos relacionados con la muerte, amputaciones, gritos de dolor... pero la banda sonora tiene menos peso del que nos habría gustado, y algunos gritos de los soldados pueden llegar a resultar cansinos. También nos hemos encontrado con serios problemas en la traducción del título al castellano, que cuenta con algunas frases en nuestro idioma, pero muchas otras se mantienen en inglés o con notables fallos tipográficos (principalmente en las palabras con tilde).
El salvajismo e intensidad de sus batallas lo convierten en un gran juego de acción multijugador con el que disfrutaréis enormemente. Su oferta jugable es bastante generosa en lo que se refiere a modos de juego, y aunque actualmente no ofrece muchos mapas, los presentes son suficientes para garantizar nuestra diversión durante varias semanas.
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