Análisis de From Dust

Análisis de From Dust
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El nuevo proyecto de Eric Chahi toma forma en consola y PC, y lo hace con su gran propuesta jugable cargada de innovación. From Dust es un videojuego único en todos los sentidos de la palabra, con una propuesta genial y apasionante a la que sólo le ha faltado una duración más prolongada.

Uno de los videojuegos de corte indie que más llamaba la atención de la comunidad ha sido, desde su anuncio, el esperado From Dust. ¿Los motivos? El principal el de estar encabezado por el gurú Eric Chahi, un creativo no demasiado prolífico en cuanto a número de lanzamientos, pero responsable de videojuegos tan memorables como el genial Another World.

Como es lógico From Dust no está a la altura de Another World, y es que pocos videojuegos van a lograr reeditar no sólo el éxito sino también la importancia de aquel lanzamiento. ¿Significa esto que su nuevo proyecto es poco recomendable? Nada más lejos de la realidad puesto que de hecho es brillante. Un gran lanzamiento que nos retrotrae a los viejos tiempos de la industria del videojuego, con un título que tiene mucho de clásicos como Lemmings, pero que al mismo tiempo logra su necesaria personalidad con una invitación de lo más mística y espiritual a sumergirnos como nunca antes en la eterna lucha del hombre contra la naturaleza.

El Desafío de los Dioses
La propuesta de From Dust es, quizá, algo sencilla de describir pero tremendamente accesible a la hora de jugar y, lo que es mejor, también de disfrutar. En el juego seremos el Hálito, una suerte de criatura divina que se muestra en pantalla como un simple icono en movimiento, pero que es invocado por un pueblo indígena para salir en su socorro y no sólo ayudarles a sobrevivir sino también a lograr recuperar la sabiduría perdida y también a que sus aldeas prosperen.

Como Hálito podemos dar órdenes muy sencillas a nuestros adoradores y, además, interactuar en la orografía de los escenarios alterándolos con las fuerzas de la naturaleza sobre las que tenemos un cierto control. El videojuego de Ubisoft es muy sencillo en todos los sentidos pero tiene mucho gancho, y no sólo porque sea una propuesta muy innovadora y nos transmita la sensación de que estamos disfrutando de algo único, sino también porque el juego es divertido y permite cierto margen de maniobra a la hora de hacer las cosas a nuestro gusto dentro de unos escenarios de respetable tamaño.

Los objetivos son sencillos: Se nos planta en un escenario natural en el que no hay nada artificial construido, y tenemos que hacer prosperar a nuestra civilización rápidamente. No obstante esto no es un RTS tradicional o un título de gestión de recursos, y todo se plantea más parecido a un videojuego de rompecabezas estilo Lemmings que a cualquier otro estilo jugable. Así siempre comenzamos construyendo una aldea, labor automatizada, y acto seguido tratando de llegar a diferentes puntos del escenario: Ya sea para fundar el número de aldeas que se nos exija, o para dar con runas mágicas que nos permitan protegernos de desastres naturales como tsunamis, incendios o volcanes.

El agua, el fuego, la tierra... los diferentes elementos están a nuestro servicio para llevar a nuestra tribu al éxito.
El agua, el fuego, la tierra... los diferentes elementos están a nuestro servicio para llevar a nuestra tribu al éxito.

Hay un número de ciudadanos fijo de partida para cada nivel, y en nuestro deber está el superar todos los retos del escenario sin perderlos: Labor compleja teniendo en cuenta no sólo que los escenarios están repletos de peligros, sino también que para, por ejemplo, fundar una aldea necesitamos a cinco de ellos orando hasta que se erija. ¿Cómo actuamos en el papel de El Hálito? Con nuestro cursor (de forma serpenteante) seleccionamos a qué obelisco, construcción o runa queremos enviar a nuestra hilera de aldeanos, y en ese mismo instante comienza nuestra tarea de "allanarles" el camino para que puedan llegar desde el punto A al B sin que pierdan la vida en el intento.

A menudo, no obstante, no basta con eso; y es que From Dust gusta mucho de las cuentas atrás. En ocasiones un tsunami o un incendio, por mencionar un par de ejemplos, amenazará la integridad del escenario en un tiempo determinado, y deberemos resolver todas las situaciones críticas antes de que éste se agote. Se crean así situaciones verdaderamente estresantes y competitivas, momentos en los que deberemos maximizar nuestras dosis de estratega para trazar el camino idóneo para que nuestros personajes alcancen sus metas.

Los personajes son algo caprichosos a la hora de escoger sus rutas puesto que, recordemos, no tenemos control directo sobre ellos en ningún momento; esto en un videojuego de este tipo es crítico ya que puede causar nuestra derrota en la partida por causas ajenas a nuestra habilidad. No obstante hay que dejar claro que estos problemas sí merecen ser citados, aunque su presencia es ciertamente puntual y nunca lastran la experiencia lo suficiente como para considerarlo como un problema serio más allá de algún momento de frustración ocasional.

Cuatro Elementos, Un Objetivo
Para ayudarnos en nuestras tareas tenemos dos vías, ambas relacionadas directamente con dos métodos de control muy vinculados al pad. La primera de ellas tiene que ver con la posibilidad de recoger y depositar elementos mediante una gigantesca esfera: Los gatillos son el sistema para hacerlo, quedando el izquierdo para recoger material y el derecho para depositarlo. La cruceta, por su parte, nos permite acceder a diferentes poderes mágicos que tendremos a nuestra disposición en la medida en la que los desbloqueemos. Así, si llevamos a nuestros adoradores a un tótem de una determinada magia nosotros podremos usarla, y quedarán adjudicadas a diferentes puntos de la cruceta que podremos activar en el momento en el que lo deseemos con efectos por tiempo determinado. Los habrá de diferentes tipos como, por ejemplo, las opciones de evaporar grandes masas de agua, de apaciguar incendios, de solidificar los mares, etcétera. Pero todas ellas serán de enorme, y a menudo obligatoria, utilidad.

En función de lo que hagamos las aldeas prosperarán. Por ejemplo con las cantidades justas de agua aumentará la vegetación.
En función de lo que hagamos las aldeas prosperarán. Por ejemplo con las cantidades justas de agua aumentará la vegetación.

Sobre unos pilares tan básicos como éstos se fundamenta From Dust, con una jugabilidad que deja cierta libertad al aficionado para trabajar sobre unos escenarios preciosistas y llenos de posibilidades. ¿Ponemos algún ejemplo? Si tenemos que llevar a nuestros personajes de un punto a otro del escenario y tienen que cruzar un río tenemos diferentes posibilidades: Quizá la más obvia pase por recoger grandes cantidades de tierra y depositarlas sobre las aguas hasta crear un puente improvisado de carácter natural, aunque quizá también sea inteligente remontarnos hasta el origen del río y desviar el cauce desde el comienzo del manantial moviendo el agua y creando canales de tierra para redirigirlo. No obstante dentro de esto estarán nuestras ideas tácticas de los siguientes pasos a dar, y para ello deberemos valorar el escenario y cuáles serán nuestros siguientes objetivos, puesto que alterando la orografía del escenario puede que solventemos un problema en primera instancia pero que creemos uno sensiblemente peor de cara a lo que debamos hacer acto seguido.

Si bien en lo jugable hay poco que reprochar a From Dust, más allá de que quizá algunos echen en falta algo más de profundidad en la propuesta, en lo tocante a los contenidos el programa sí anda algo más escaso. La campaña individual depende en su duración del interés que tengamos por llevar a cabo tareas secundarias (dar con todas las runas, conseguir que florezca el 100% de la vegetación mediante riegos...), no obstante si nos atenemos a los desafíos puros y duros es una experiencia ciertamente corta: Que incluso puede superarse en poco más de un par de horas si vamos directamente al grano. Para combatir esto no hay modo multijugador alguno, pero sí existe lo que el videojuego denomina como Modo Desafío, una serie de pruebas que podremos llevar a cabo en los niveles que ya hayamos superado, y que alteran algo las condiciones de victoria para proponernos retos algo diferentes, más breves y también más difíciles de superar.

¿Volcanes? Sí. En From Dust podemos incluso manipular la lava, muy útil para ciertas acciones
¿Volcanes? Sí. En From Dust podemos incluso manipular la lava, muy útil para ciertas acciones

Por su parte en lo tecnológico, gráfico y sonoro el programa es brillante. El videojuego de Eric Chahi es un ejemplo brillante del nivel que están adquiriendo los lanzamientos descargables en la actualidad, con una dirección artística impecable, una ejecución tecnológica casi inmaculada (salvo algunos problemas de clipping ocasionales) y una banda sonora fantástica. El título de Ubisoft llega a nuestro país traducido únicamente en sus textos, más que suficiente puesto que las voces tienen un papel puramente testimonial.

Excelente

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From Dust

Por: El equipo de 3DJuegos
Recomendado

From Dust es, ante todo, un soplo de aire fresco. Recuperando los rompecabezas del pasado al más puro estilo Lemmings, pero dándole su toque genuino y versátil, Eric Chahi regresa al mundo de los videojuegos con un título más que notable. Un lanzamiento inclasificable y, al mismo tiempo, del todo recomendable.

Jugadores: 1
Idioma: Manual en español y textos en español
Duración:
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