Análisis de PilotWings Resort

Análisis de PilotWings Resort
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El clásico simulador de vuelo de Nintendo vuelve para inaugurar una nueva consola. Pilotwings Resort descubre una nueva dimensión aérea en 3DS, más profunda, inmersiva y entretenida, en el videojuego que mejor descubre las funciones estereocópicas 3D de la consola. Si no tienes vértigo, puede que te guste dar una vuelta en ala delta, avión o mochila propulsora alrededor de la isla Wuhu.

Han tenido que pasar 15 años y aparecer Nintendo 3DS para que una de las franquicias más apreciadas por los fans de la Gran N regrese al panorama del entretenimiento del ocio electrónico. En efecto, Pilotwings está de vuelta, otra vez para estrenar el catálogo de lanzamiento de una consola que así nos va a permitir experimentar vuelos de grandes alturas gracias al efecto estereoscópico de la nueva portátil nipona.

El aprovechamiento de la visión tridimensional es la principal diferencia de Pilotwings Resort con respecto a sus antecesores, aunque no la única. En efecto, en esta ocasión contamos con nueva desarrolladora. El proyecto sigue supervisado por Nintendo EAD (en concreto, el grupo encabezado por Kensuke Tanabe), pero adquieren vital importancia en el proceso los estadounidenses de Monster Games, una compañía de Minnesota (EEUU) experta en proyectos relacionados con la conducción como Viper Racing, Excite Track o el más reciente Excitebike para Wiiware.

Por tanto, una larga trayectoria que logra hacer de su nuevo videojuego uno especialmente entretenido, que goza del espíritu Pilotwings original y que además saca especial provecho de la tecnología 3D, convirtiéndose en -sin muchas dudas- la obra que actualmente más profundidad visual otorga a los usuarios de 3DS durante este período de lanzamiento... aunque no sin algún que otro inconveniente.

El efecto profundidad es uno de los más trabajados, y gracias a él podremos evaluar mejor la distancia para atravesar los aros.
El efecto profundidad es uno de los más trabajados, y gracias a él podremos evaluar mejor la distancia para atravesar los aros.

Profundidad de vuelo
Pilotwings Resort mantiene la esencia de los 90 en un simulador de vuelo "made in Nintendo" que esta vez aprovecha la isla Wuhu (la misma que se empleó en Wii Sports Resort) para proponernos volar en una aeroplano, usar una mochila propulsora, impulsarnos en un ala delta, pilotar un avión a reacción o experimentar las posibilidades de un ciclodelta. Todo en compañía de nuestros propios Miis, que nos representarán en el juego una vez hayamos escogido una de las cuatro ranuras de guardado disponibles.

El planteamiento es interesante, pero tal vez el número de artefactos voladores a emplear se haga escaso, así como las modalidades presentes. Y es que, en realidad, la única modalidad de la que podemos exprimir un par de horas de diversión es Misiones, que nos propone unas 40 pruebas en total, divididas en distintas categorías que aumentan su complejidad: entrenamiento, bronce, plata, oro y platino.

Y no podemos quejarnos de que las tareas a realizar no sean interesantes (pasar por aros, disparar a dianas, realizar fotografías, apagar incendios, perseguir a un instructor de vuelo...), pero lo cierto es que resulta un número insuficiente. Siempre cabe la posibilidad de repetir los niveles en busca de una mejor puntuación, algo que se consigue mejorando los tiempos, la calidad de los aterrizajes o teniendo acierto a la hora de completar los objetivos propuestos. Pero aún así, la experiencia resulta parcialmente incompleta... aunque no carente de interés. De hecho, Pilotwings Resort es un gran aliado para los trayectos cortos por su carácter segmentado. Las pruebas apenas duran 2 ó 3 minutos, además de que poseen un carácter rejugable y adictivo muy pronunciado.

Las pruebas son diversas, como disparar a dianas. El problema es que no son tantas como nos hubiese gustado.
Las pruebas son diversas, como disparar a dianas. El problema es que no son tantas como nos hubiese gustado.

Sin embargo, es imposible ocultar que al juego le hubiera venido especialmente bien alguna opción multijugador (local u online), aparte del soporte para StreetPass, del cual carece. Realmente, una vez conseguidas todas las estrellas posibles, lo único que nos queda para alargar la vida del cartucho es el Vuelo Libre, que en dos minutos nos plantea -cuantas veces queramos- intentar recoger los 75 infoanillos, los otros tantos globos y la infinidad de anillos acrobáticos desperdigados por la isla Wuhu. Una tarea no demasiado profunda ni variada, pero que al menos se puede disfrutar a la luz del día, del atardecer o de la luna al anochecer.

Adicionalmente, es posible tomar fotos para guardarlas y verlas posteriormente en 3D, un detalle que se queda corto si es que hablamos del control, uno de los aspectos mejor resueltos de la obra. Efectivamente, tenemos ante nosotros a uno de los exponentes más brillantes para demostrar lo útil que resulta el "stick" analógico. Sin su precisión y calculado diseño, sería imposible sacar provecho de un título que, todo sea dicho, sólo emplea la cruceta para mirar alrededor.

Por otra parte, resulta interesante apreciar la reducida importancia que adquiere la pantalla táctil, que apenas se utiliza para contemplar un mapa "in-game" y para interactuar con los menús de juego. Un detalle que iremos viendo cómo se pronuncia en el resto de juegos, en el sentido de que el verdadero protagonista de 3DS es, por supuesto, su pantalla superior.

El aterrizaje supone uno de los momentos más delicados del juego. Menos mal que el efecto 3D nos lo pone un poco más fácil...
El aterrizaje supone uno de los momentos más delicados del juego. Menos mal que el efecto 3D nos lo pone un poco más fácil...

Pilotwings Resort así nos lo demuestra, no gracias a sus gráficos, bastante coloridos y simpáticos -eso sí-, pero sin alardes. De hecho, gran parte del material empleado está reciclado con respecto al videojuego Wii Sports Resort, un claro punto en contra de Nintendo y Monster Games, que no se han esforzado en crear otras alternativas o, por lo menos, en expandir el terreno ya disponible. Por ello, el escenario presente se hace pequeño y monótono a la larga.

Por suerte, el efecto 3D salva el resultado final, gracias a una profundidad visual abismal, tanta que en la redacción siempre tenemos el deslizador a la mitad de su recorrido. Y lo mejor de todo es que ayuda mucho a la hora de jugar, valorando mejor las distancias hasta los aros, calculando con más precisión los amerizajes y, en definitiva, descubriendo una sorprendente dimensión en el género de los simuladores de vuelo.

Puede ser cierto que no nos encontremos ante el mejor exponente del catálogo, pero Pilotwings Resort aún tiene aspectos que merecen ser disfrutados. Y no nos referimos únicamente a su excelente sensación 3D, sino también a las suaves melodías que nos acompañan durante los vuelos, perfectas para una obra francamente entretenida que nadie debería pasar por alto a pesar de sus defectos.

Interesante

Sin sello

PilotWings Resort

Por: El equipo de 3DJuegos
Sin sello

Pilotwings Resort es el videojuego de lanzamiento que mejor uso realiza del efecto estereoscópico de Nintendo 3DS, influyendo incluso en la jugabilidad para que veamos el clásico simulador de vuelo desde un nuevo punto de vista. Tal vez sea corto, disponga de pocos artefactos voladores y ofrezca un único escenario -aparte de carecer de funciones de interconectividad-, pero resulta entretenido, muy rejugable y, en general, un título que ningún usuario de 3DS debería de descartar en absoluto.

Comprar PilotWings Resort
Jugadores: 1
Idioma: Manual en español y textos en español
Duración:
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