Análisis de Kinectimals

Análisis de Kinectimals
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Definitivamente, Kinect quiere meterse en todas las casas del mundo, y los más pequeños pueden ser la gran clave. Por ese motivo, dentro del catálogo inicial del dispositivo no podía faltar Kinectimals, una entrañable aventura junto a unos cachorros muy especiales. Bienvenido al simulador de mascotas donde todo se controla con tu propio cuerpo.

En este período de lanzamiento de Kinect, uno de los mayores objetivos es llegar al núcleo familiar, y... ¿qué mejor forma de hacerlo? Pues empezando por los más pequeños de la casa. Para ellos fue creado específicamente el correcto -aunque muy mejorable- Kinect Joy Ride, y a ellos va también destinado un Kinectimals que, por otra parte, desborda calidad por los cuatro costados.

Tal vez sea esa la principal razón por la que el título sea aconsejable para jugadores de todas las edades, sobre todo si sienten una especial afición por el mundo animal y todo lo que rodea. Y es que la obra de Frontier Developments (compañía inglesa fundada por David Braven) nos lleva hasta un paraíso terrenal repleto de pequeñas mascotas con las que interactuar a través de nuestros gestos frente a la pantalla.

Todo con un gran pretexto: descubrir el gran tesoro de la isla de Lemurja. Pero no será un viaje que realicemos en solitario. Una especie de hada llamada Bámbel vendrá con nosotros, aparte de cinco simpáticos cachorros que no sólo supondrán nuestros mejores ayudantes, sino también las mascotas virtuales que mejor nos van a divertir durante esta primera oleada de lanzamientos en Kinect.

El simulador de mascotas de Kinect
Como todos los videojuegos para el dispositivo, Kinectimals necesita una cantidad de espacio delante de la cámara. En concreto, se nos piden dos metros para comenzar una aventura donde lo primero que debemos hacer es seleccionar animal de compañía. Un león africano, un leopardo, una pantera, un tigre real de bengala y un guepardo son las mascotas de las que partimos, aunque existen algunas más que iremos conociendo sobre la marcha.

Una marcha con un claro objetivo: recorrer la isla por regiones descubriendo nuevos entornos y zonas ocultas, mientras completamos los diferentes desafíos que se nos vayan presentando. La estructura de juego es bien sencilla: a más pruebas superadas, más puntos de descubrimiento conseguiremos, los cuales a su vez desbloquearán entornos inéditos. Y eso, teniendo en cuenta la cantidad de acciones secundarias a realizar, ofrece juego para rato.

Juega con tus cachorros, recorre la isla y encuentra su gran tesoro. Esos son los principios de un juego especialmente indicado para los más pequeños.
Juega con tus cachorros, recorre la isla y encuentra su gran tesoro. Esos son los principios de un juego especialmente indicado para los más pequeños.

Incluso es posible compartir la aventura con varios jugadores, tanto dentro del mismo perfil (los usuarios se alternan frente a la pantalla) como en distintos. Incluso podemos jugar con distintos perfiles, aunque en este último caso los logros conseguidos no se comparten. Pero lo más destacado es que, sea cual sea nuestra decisión, la mascota se dará cuenta enseguida de que alguien nuevo ha entrado en escena, y nunca le dará la espalda.

No obstante, lo más interesante de Kinectimals no reside en su estructura jugable, sino en sus posibilidades de detección de movimiento. Y, en este sentido, hemos de sentenciar que el producto nos ha sorprendido por la cantidad de acciones que se pueden llevar a cabo. Es posible acariciar al cachorro con nuestras propias manos, darle órdenes mediante diferentes gestos (para que salte, se ponga a dos patas, haga el rodillo, se siente, se tumbe o se haga el muerto) e incluso ponerle un nombre para que luego reaccione al escucharlo.

Kinectimals no es una obra que implique mucho ejercicio... excepto en las pruebas de agilidad. Aquí deberemos correr, saltar y hasta agacharnos.
Kinectimals no es una obra que implique mucho ejercicio... excepto en las pruebas de agilidad. Aquí deberemos correr, saltar y hasta agacharnos.

Sólo encontramos un problema, y es que todavía no existen órdenes habladas para Kinectimals en España. En otros países las mascotas se duermen, cogen un juguete o se alegran al escuchar algo como "¡buen chico!", pero aquí todavía tendremos que esperar hasta que la función esté habilitada.

En cualquier caso, esto no quita nada de variedad a la obra, que ofrece multitud de minijuegos, algunos de ellos demasiado simples, seguramente por estar enfocados a un público de corta edad. Entre las pruebas que podremos completar están la de jugar con una pelota (golpeándola para que no caiga), la de manejar un coche radiocontrol (sujetando un volante invisible), la de derribar estructuras (mediante lanzamientos con la mano) o la de completar circuitos de agilidad para los cachorros.

Comprando un peluche oficial y enseñando su etiqueta a la cámara, tendremos otro cachorro más para la colección.
Comprando un peluche oficial y enseñando su etiqueta a la cámara, tendremos otro cachorro más para la colección.

Una animalada ideal para los más pequeños
Un detalle positivo es que los desafíos se nos proponen poco a poco, y varían con la zona de la isla en la que nos encontremos. Y si nos aburrimos, siempre estamos a tiempo de consultar nuestra caja de juguetes -muy útil- para sacar una pelota, alguna chuchería y hasta un cepillo o esponja con la que limpiar a nuestro animalito, que también se puede ensuciar.

Realmente, y por su naturaleza, queda claro que Kinectimals es un simulador de mascotas al estilo Nintendogs, tal vez más completo, ya que cuenta con una aventura detrás. Además, se apoya en un puñado de alicientes para mantenernos frente al televisor, como una tienda donde comprar objetos (a cambio de las monedas que consigamos) y una casa que decorar mediante los muebles que adquiramos.

En definitiva, la personalización está también muy presente. Es cierto que no existen posibilidades adicionales en Xbox LIVE -un claro defecto-, pero el título cuenta con un acabado impecable, tanto en el aspecto visual como sonoro. Las animaciones de los cachorros son perfectas, e incluso cuando se presentan cerca de la pantalla para acudir a lamerla, no existen más que virtudes en forma de texturas y animaciones altamente cuidadas. Inclusive, el doblaje al español es de calidad y la banda sonora se adapta perfectamente a las diferentes situaciones planteadas, creando un marco jugable más que suficiente para el público potencial de Kinectimals: los niños.

Interesante

Sin sello

Kinectimals

Por: El equipo de 3DJuegos
Sin sello

Los más pequeños tienen ya la excusa perfecta para pedir Kinect a los Reyes Magos. Pero no sólo ellos, porque Kinectimals, debido a su gran acabado, es también ideal para los amantes de los animales en general, que verán en este producto un simulador de mascotas muy completo y repleto de posibilidades. Nunca antes había sido posible interactuar con nuestro cuerpo en un videojuego parecido, pero los desarrolladores británicos de Frontier han demostrado estar francamente a la altura.

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Jugadores: 1-4
Idioma: Manual en español y voces en español
Duración:
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