El servicio de descarga Xbox Live Arcade nos ha brindado ya bastantes clásicos. Braid, Bionic Commando Rearmed, Limbo o Shadow Complex son buenos ejemplos, grupo al que se une este curioso, simpático e impecablemente diseñado Swarm.
Hothead Games, los creadores de otro “súper clase” de PSN y Xbox LIVE! como DeathSpank nos brindan otra de sus grandes obras, Swarm. Este título nos presenta a unas criaturas bastante estúpidas y carismáticas llamadas Swarmites, personajillos que debemos controlar a lo largo de un buen puñado de niveles en los que debemos hacer cualquier cosa por llegar al final de los mismos.
Sacrificios desternillantes
Explicar la mecánica de juego de Swarm es bien sencillo: tenemos que ayudar a los Swarmites a encontrar la salida del nivel recogiendo la mayor cantidad de ítems por el camino. Suena sencillo, ¿verdad? Pues en la práctica no lo es tanto, porque a esta fórmula de juego se le han añadido varios matices extra que la enriquecen hasta límites insospechados.
Al comienzo de cada fase contamos con 50 Swarmites, ni uno más ni uno menos. Nuestra meta consiste en que al menos uno de ellos consiga llegar sano y salvo al final de dicho nivel, donde estará esperándoles su querida “mamá”. Pero ya os avisamos que esta cantidad de criaturas irá mermando considerablemente su número a cada paso que demos. La razón de esto es que todos los escenarios están plagados de trampas, por lo que las muertes de estos seres se suceden constantemente. ¡Y lo mejor es que nos dan puntos por ello! Bombas, fuego, cuchillas, fosos y decenas de peligrosos obstáculos más nos aguardan, trampas que van sesgando la vida de nuestros camaradas a marchas forzadas. De hecho, para superar muchas situaciones es necesario sacrificar a varios de nuestros soldados, situaciones que ponen a prueba tanto nuestra habilidad con el mando como nuestra materia gris.
En todo momento tenemos control directo y en tiempo real de todas nuestras mascotas, que se mueven todas a la vez en consonancia con las órdenes que las transmitimos desde el pad de control. Esta característica marca la diferencia entre este título y otros bastante semejantes como Lemmings, Worms o Pikmin, por citar unos pocos ejemplos.
Además, Swarm es un juego que apuesta mucho más por la acción y las plataformas, gozando de un sistema de juego mucho más dinámico y menos “sesudo” y pausado que sus competidores. Para ello se ha integrado un sistema de control bien sencillo pero que, a la vez, nos permite llevar a cabo numerosas acciones con nuestros pupilos: saltar, acelerar, agruparse, dispersarse, interactuar con ciertos elementos de los escenarios o formar columnas son algunas de las capacidades con las que cuentan los Swarmites. Y no sólo eso, puesto que al pasar por determinadas áreas también pueden regenerarse, por lo que de vez en cuando podemos volver a contar con nuestros 50 Swarmites de inicio.
Rejugabilidad y personalidad
Precisamente, gran parte del encanto de este título tiene que ver con la muerte indiscriminada de las criaturillas azuladas. Lejos de resultar grotescas y duras, estas bajas son bastante curiosas, “light” y hasta graciosas. Pero lo mejor es que dan mucho juego. Como existen un buen número de “accidentes” distintos, el título nos premia tanto por su número como por su carácter, pudiendo incluso encadenar multiplicadores que nos permiten obtener puntuaciones mucho más altas. Gracias a este hecho la rejugabilidad de Swarm es muy elevada, ya que nos anima a superar una y otra vez cada fase para intentar conseguir un mayor número de puntos cada vez.
Técnicamente el título muestra buenas maneras. Lo más llamativo son las animaciones de los personajuelos, fluidas y bastante “saladas”, que consiguen que nos encariñemos con ellos. La variedad de escenarios también merece ser destacada, así como la gran profusión de efectos especiales de los que hace gala el título. El sonido es menos relevante ya que queda reducido a una banda sonora amena pero sin mayores pretensiones y a efectos sonoros muy variados, pero sin diálogos ni nada por el estilo. Aún así, cumple su cometido.
La personalidad que ostenta Swarm está fuera de toda duda. Su estilo de juego, línea artística y sentido del humor le hacen único e inmediatamente reconocible, algo que no suele suceder con demasiada frecuencia en estos tiempos.
Swarm es un título realmente recomendable que ofrece diversión desde el primer segundo de juego. Su propuesta se sale de la norma establecida y, además, a medio plazo termina enganchando irremediablemente. Es una de las producciones más relevantes que han aparecido últimamente en Xbox Live.
Bajo este escueto nombre encontramos un magnífico título que combina las plataformas con la exploración y la resolución de pequeños puzles. Swarm es un título refrescante e increíblemente adictivo, que posee un excepcional diseño de niveles, un sistema de control realmente bueno y mucha originalidad. Todo un clásico.
