Bizarre Creations, los creadores de las series Project Gotham Racing presentan su ambicioso proyecto con el mítico agente secreto James Bond como protagonista. Tiroteos y velocidad al servicio de la acción: ¿Licencia para triunfar?
Los creadores de la popular serie de velocidad Project Gotham Racing, Bizarre Creations, han sido los encargados de traer a la alta definición la última gran aventura del agente especial 007; un reto no al alcance de todos que podemos decir han superado, aunque no de la forma que esperábamos. Principalmente porque aunque el juego es divertido y muy intenso, nos sorprende negativamente que la parte en la que mayor énfasis se ha puesto, los combates, sea precisamente la que peor resuelta esté, amén de pecar de ser algo breve y muy simple en muchos aspectos.
Acción, tiroteos y coberturas
Desde el renacimiento de la franquicia James Bond con Casino Royale, en la serie se ha apostado por un estilo mucho más realista que antaño, mostrando un 007 más brutal en combate que ha dejado de lado los míticos gadgets de Q en pos de las armas de fuego y sus propios puños. Y es precisamente ésta la línea que también han seguido en Bizarre Creations, dejándonos ante un juego de acción en tercera persona en el que nos mediremos contra decenas de enemigos y variados entornos, haciendo uso de un poco novedoso arsenal de armas de fuego. En este sentido, será imprescindible hacer uso de las coberturas para evitar caer a las primeras de cambio, así como también aprovecharnos de la fuerza de Bond para eliminar a muchos de los enemigos con movimientos cuerpo a cuerpo.
Dicho esto, hay que destacar el sencillo sistema de control por el que se ha apostado, ya que los botones de acción reaccionarán al contexto. Esto significa, por ejemplo, que con el destinado a los movimientos cuerpo a cuerpo podremos ejecutar un ataque brusco si el rival nos ha descubierto o vamos de frente; sigiloso si lo cogemos por la espalda, o de arrastre si estamos en una posición de cobertura y lo atrapamos por sorpresa trayéndolo hacia nuestra posición. Y lo mismo ocurre con otro tipo de acciones como saltar obstáculos, trepar o accionar mecanismos, que también estarán ligadas a un único botón que modificará sus acciones dependiendo de la posición de Bond y el entorno que le rodea.
Teniendo esto en cuenta, y sobre todo viendo que el uso de las coberturas se ha potenciado muchísimo, lo que más esperábamos es encontrarnos con una serie de combates duros e intensos en los que los enemigos nos sorprendieran, y sin embargo, no ocurre nada de eso. Sí, los tiroteos resultan muy intensos y emocionantes por momentos, pero pasadas unas horas de juego sentiremos que siempre estamos haciendo lo mismo y que los enemigos, más que soldados bien entrenados, son unos peleles sin muchas luces. Y esto lo decimos porque en la mayoría de casos, e incluso en los niveles de dificultad más elevados, éstos no se aprovecharán de las coberturas para defenderse, o avanzarán hacia nuestra posición como si no pasara nada aunque les estemos disparando.
Tampoco ayuda mucho el hecho de que las poco más de 15 armas de fuego con las que contemos resulten tan similares entre sí, habiéndose abandonado por completo todos los gadgets típicos de la serie Bond. Entendemos que se ha apostado más por un estilo realista siguiendo a los dos últimos films de la saga, pero en este caso, y estando implicada la jugabilidad, no habría estado de más dotar de una mayor variedad a las secuencias de acción.
Velocidad, persecuciones y espectáculo
Por fortuna esto no ocurre con el resto de juego, en el que sí se nota que hay un mayor grado de variedad asemejándolo muchísimo a lo que cabría esperar de una película de Bond. Esto significa que habrá momentos de investigación, persecuciones de enemigos corriendo por escenarios en los que no dejaremos de saltar, trepar y esquivar balas a diestro y siniestro; y lo mejor, sin duda, secuencias de conducción en la que disfrutaremos de momentos de lo más espectaculares.
Estas últimas fases muestran un estilo jugable muy arcade en el que se prima más la velocidad extrema y los movimientos rápidos que la precisión que se puede encontrar, -por ejemplo en la serie del mismo estudio, Project Gotham Racing-, cada vez que se toma una curva. Esto significa que constantemente nos veremos persiguiendo al enemigo de turno mientras esquivamos tráfico o a los sicarios que, por supuesto, no dejarán de acosarnos con disparos y demás. Lo divertido es que las situaciones imprevistas estarán a la orden del día, como ver cómo un puente se resquebraja bajo nuestras ruedas o que un helicóptero empiece a bombardearnos. ¿Lo malo? Tal vez que la conducción podría haber sido un pelín más exigente y a la vez, que los errores no se paguen en ocasiones de una forma tan radical como morir inmediatamente.
También ayuda mucho a sentirse dentro de una peli de Bond las citadas persecuciones a pie o los momentos de tensión, que nos obligarán a reaccionar rápidamente si no queremos perder la vida.
Por otro lado, las secuencias de investigación, que tampoco ofrecen mucho jugo a nivel jugable, presentan el único gadget del juego, el teléfono móvil de Bond, que nos permitirá detectar a los enemigos y objetos de interés que habrá que investigar, y la posibilidad de dejar “fuera de servicio” las pocas cámaras de seguridad con las que nos encontraremos. Y es que está claro que aquí, ante todo, prima la acción, y esto, las poco más de cinco horas que dura el juego, llega a tornarse repetitivo, sobre todo porque la acción siempre es similar. Da igual que estemos en un entorno selvático, en unas instalaciones secretas o un casino en Montecarlo.
Con un modo campaña demasiado breve y no muy rejugable –hay objetos a buscar por los escenarios pero tampoco motiva mucho-, lo que esperábamos es que su multijugador estuviera al menos a la altura de las circunstancias, y no es así. Principalmente porque la mejor parte del juego, las fases de conducción, no están presentes en él. Así, nos encontramos únicamente con un clásico Team Deathmatch, el Último hombre en pie u Objetivos, que no ofrecen un divertimento excesivamente elevado.
Si nos centramos en el apartado técnico, Blood Stone es un título notable en algunos aspectos, sobre todo en la parte de conducción, pero también flojo en otros, como la calidad de las texturas y las animaciones, bastante ortopédicas. Igualmente, aunque la recreación de los rostros de Bond –Daniel Craig- y la mítica M –Judi Dench- es bastante buena, sus animaciones faciales resultan también muy pobres. Lo que sí nos ha sorprendido muy gratamente es la rocosa fluidez de las secuencias de conducción, tremendamente espectaculares y de lo más divertidas. También algunas secuencias de acción nos han impresionado, y por eso echamos en falta más situaciones de este tipo. La parte negativa, que el juego está en inglés sin los textos traducidos. Tampoco se ha aprovechado la genial banda sonora de la serie, aunque no estamos diciendo con esto que la música del juego sea mala.
Una misión desaprovechada. Así podríamos definir este buen título de acción y velocidad que ha desarrollado Bizarre Creations. Básicamente, lo que más merma la jugabilidad del título es la simpleza de los combates, porque al final da igual que seamos más o menos sigilosos, siempre terminaremos a tiros con todo el mundo sin encontrarnos por otro lado con una resistencia muy inteligente. Sí, las fases de conducción y algún momento puntual nos harán sonreír al ver a Bond en su mejor estado de forma, pero no son suficientes para encumbrar al juego a lo más alto de los títulos de acción.
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