Cybertronic / 21 de marzo de 2020 Jugabilidad: Gráficos: Sonido: Innovación:

6 Regular

Vuelve el SALTIMBANQUI
Soy de esas personas a las que les gusta los FPS clásicos con sus mapas laberínticos, las criaturas rondando por las salas, paredes y rincones ocultos lleno de secretos y trampas. La búsqueda de "llaves" para poder seguir avanzando, todo ello marcado con buen ritmo y sutileza.  Dicho esto me dispongo a describir esta odisea:

Lo bueno

-Hay gran variedad de escenarios y artísticamente es muy bueno.
-Alcanza un buen grado de ultraviolencia, desmembrando la carne de tus enemigos a cada disparo. Las ejecuciones a los enemigos siguen siendo divertidas
-La música industrial sigue estando bien.
-Hay distintas "trampas" que dificultan el combate/plataformas: rayos eléctricos, cuchillas, lanzallamas en las paredes etc
-Es largo y rejugable. Entretiene durante horas a pesar de los fallos eso sí.
-Los demonios se atacan entre si, un detalle que me pareció curioso.
-El gran número de armas y mejoras de combate (aunque hay demasiadas cosas...)

Ahora vamos con lo malo:

-El doblaje es malillo repitiendo de nuevo a Arturo López.

-La acción, a pesar de sus variantes, se siente muchas veces repetitiva: Pasillo-arena-pasillo-arena-pasillo-arena.

-Se les ha ido la mano con la DIFICULTAD. Morirás muchas veces en varias oleadas cargadas de demonios (recurriendo mucho a grandes demonios ya desde el principio), acaba siendo exhaustivo a la larga y mucho más aun cuando mueras. 

Tampoco ayuda que hayan quitado la pistola de munición infinita y que haya ESCASEZ DE MUNICIÓN, todo es contraproducente. La mayoría de veces te quedarás seco y correrás por el escenario como un tonto buscando un zombi al que matar con la sierra: Sigue disparando para agotar la munición, usar la motosierra y vuelta a repetir. El diseño del juego en general  es terriblemente prescriptivo y con una acción restrictiva. El tener que usar cada arma para cierto demonio, encontrar sus puntos débiles entre otras cosas es algo que no funciona con su acción frenética y te vas a ver más de una vez haciendo malabarismos con las armas. 
Todo se siente como si tuviera que jugar del modo de otra persona. Si quiero MATAR A LOS DEMONIOS sin tener que SACRIFICAR tanta munición, con el arma que a mi me de la gana, debería poder hacerlo sin problemas. Todo el mundo sabe cual es el mejor arma para usar según la circunstancia o cuando le apetezca ¿por qué no puedo jugar a Doom como yo quiera? Demasiadas reglas para un juego de este tipo.  (Entiendo que usar la super shotgun se convirtiera en un "kill them all" hacia la victoria, pero déjame jugar como yo quiera)

-Tantos tutoriales sobran, hay demasiados detalles y cosas que te acaban abrumando. Salvo algunos que son muy esenciales (como los cristales de centinela por ejemplo) Pero creo que esta ligado a que han querido meter demasiadas cosas. Simplemente sentí que muchos de esos tutoriales me rompieron el ritmo de juego.

-El sistema de plataformas esta bien y se siente a veces divertido, otras veces no tanto y entorpece mucho el ritmo del juego. Este punto es más negro que blanco para mí, ya que a veces esta bien implementado (aunque te sientas un poco estúpido como un mono dando saltos todo el tiempo y balanceándote de aquí para allá) y otras veces te sientes inútil creyendo que podrás alcanzar un sitio, y te cruzas con una pared  invisible o el juego te saca del escenario volviendo al punto de inicio. Otra veces sacan más creatividad y eso hay que valorarlo también, pero hay más sombras que luces.

-Algunas salas secretas son muy fáciles de descubrir. Las llaves de acceso tienen menor protagonismo (aunque siguen estando). Y hay enormes interrogaciones que desentonan bastante. Muchas veces parece que dicen"Ey, mira aquí hay un muro que puedes romper" es un recurso que se repite bastante.

-Todo se ve más "cursi" y colorido, se siente como el cambio que hubo de Diablo II a Diablo 3. Todo se ve más saturado y menos natural: Las armas y objetos aparecen flotando y te las muestran de un color brillante y de neón. Sinceramente me gusta más como lo hicieron en el Doom 2016, con mayor sutileza. Por ejemplo las llaves o tarjetas al igual que algunas armas las recogías de algunos cadáveres. En cambio han seguido el detalle tan horrible de algunos juegos de la época del 00s
En general todo se ve más caricaturesco, Doom 3 tiraba más hacia un tono más realista (por describirlo de algún modo) aunque más aburrido en la paleta de colores. Los clásicos en este aspecto lograban un cierto equilibrio, pero este Doom la balanza se inclina más hacia un lado que hacia otro.

-La historia aunque este  contada y hayan escenas, al cabo de un rato te olvidarás de tu propósito ya que no tiene mayor importancia. 

Definitivamente se pierde discreción en todos sus elementos, con elementos jugables muy forzados y MAL EQUILIBRADOS que rompen el ritmo de juego. Las plataformas están bien a veces, pero en muchas ocasiones son molestas. El mapa y todos los elementos parecen desordenados y el juego en general es hasta extraño. Hay detalles sutiles de Doom 2016, que lejos de ser perfecto, Doom Eternal ignora.

Pistool / 21 de marzo de 2020 Jugabilidad: Gráficos: Sonido: Innovación:

10 Inolvidable

Espectacular 
Después de alrededor 6 horas jugadas, estoy muy impactado y satisfecho con el resultado de esta continuación de la saga.

Han conseguido hacer si cabe, más frenético el combate. Veo mucho más inteligente la forma en la que han enfocado el no parar ni 1 segundo y a la vez pensar rápido cómo afrontar la situación, con qué arma vas a matar al siguiente enemigo, valorar la distancia de disparo, qué movimientos funcionan mejor según qué estilo apliques, usar el mapa con ventaja, arriesgar en un momento dado todo lo que llevas avanzado para usar armas de cerca y así conseguir escudo... En fin, una maravilla. 

El aspecto gráfico es muy bueno en mi opinión. Juego a 2k con todo en máximo y lo veo muy bien optimizado en cuanto a recursos que consume. 

La banda sonora es brutal como siempre. No se me ocurre ningún estilo que le vaya mejor al juego en acompañamiento con la acción y estrés al que nos somete. 

La dificultad la encuentro algo mayor, al menos en modo Pesadilla. Creo que es un juego que debe ser un reto, y soy partidario de ponerlo en lo máximo posible y de esta manera que sea más satisfactorio su superación y así también alargamos la experiencia. 

El online, lo poco que he jugado, me ha encantado el rollo medio estratégico que le han añadido.

La duración final no la sé todavía, pero dado la cantidad de veces que muero, intuyo serán muchas muchas horas.

Hay que destacar los escenarios, se han superado. Mira que ya eran buenos en el anterior, pero desde la primera pantalla en la que ves a ese demonio colosal caminado, quedas en shock.

En definitiva, una compra obligada para cualquier amante de los shooter, el gore, lo frenético y en definitiva LA LOCURA jajaja. Tiene un toque personal único, que lo hace diferente a todos los demás del mercado, larga vida a DOOMSLAYER!!