¿Importan los hercios de nuestras pantallas? Estos son nuestros monitores favoritos con alta tasa de refresco

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La palabra “hercio” aparece de forma repetida cuando hablamos de videojuegos y entornos competitivos; parece existir cierta obsesión en torno a su valor, sus cualidades, y su eficacia, Hoy queremos tratar el por qué de ello, mientras damos algunos de los modelos de monitor que más nos gustan a nosotros

Cuando jugamos a un videojuego, suele ser habitual en nosotros, los jugadores, buscar que dicho título ofrezca la mejor experiencia posible para nosotros. En ocasiones, esto se consigue mediante la configuración, o mediante medidas de accesibilidad; mientras que en otras, esta persecución pasa por el músculo en bruto del hardware, así como la capacidad de este para ofrecer la mejor imagen y experiencia posible.

De cara a la experiencia de juego que puede ofrecernos nuestro propio hardware, uno de los elementos más importantes, por la estrecha relación que tiene con el modo en el que jugamos, es nuestra pantalla de juego. Ya sea un monitor de escritorio, un televisor u otra alternativa, las características de la pantalla en la que jugamos sirven a la vez como ventana a nuestros títulos, y limitante de lo que podemos ver en ellos. A la hora de adquirir estos periféricos, la resolución suele ser el factor más determinante, incluso por encima de otras características; pero otro de los elementos determinantes suele ser la tasa de refresco de la pantalla. ¿Pero por qué es así?

Hoy queremos escribiros sobre qué son los hercios de nuestras pantallas, qué implicaciones tienen en nuestra forma de jugar a nuestros títulos favoritos, y debatir si verdaderamente necesitamos tener pantallas con altas tasas de refresco; aportando por el camino algunos de nuestros modelos de monitor favoritos con altas tasas de refresco. Os invitamos a acompañarnos una vez más.

Los hercios de nuestras pantallas

Imagen original: Asus.
Imagen original: Asus.

Un buen punto de partida para el resto de este texto pudiera ser explicar qué es un hercio, cómo se relacionan los hercios con los cuadros por segundo que puede generar nuestro equipo, y por qué la tasa de refresco de nuestro monitor es un factor importante.

Un hercio (Hz) es una unidad de medida que cuantifica la repetición de un suceso a lo largo de un segundo. Cuando aplicamos este término a las características de una pantalla, lo hacemos haciendo referencia a la velocidad a la que un panel puede transicionar de una imagen a otra en una sucesión continua; es decir, la rapidez a la que nuestra pantalla puede representar los cuadros generados por nuestro equipo.

Por otro lado, los mencionados “cuadros” son las imágenes que nuestros equipos dibujan y transmiten cada milésima de segundo; a la cantidad de estos cuadros que pueden generar y transmitir en un segundo es a lo que llamamos frames per second, tasa de cuadros por segundo o “FPS”, cuando usamos estos números para medir la fluidez de un título.

Aunque nosotros percibamos lo que vemos en nuestras pantallas mientras jugamos como una imagen continua, en realidad, cada milésima de segundo, nuestros equipos dibujan cada cuadro, transmiten estos a nuestras pantallas, y estas últimas lo representan para que los percibamos en movimiento. Con esta información, es fácil concluir que, a más imágenes generadas y transmitidas por segundo, mayor fluidez en nuestras acciones dentro de un título; mientras que, a mayor tasa de refresco, mayor facilidad para percibir dichos sucesos.

Ghosting y Tearing en una sola imagen. Original de Sumikas vía Reddit.
Ghosting y Tearing en una sola imagen. Original de Sumikas vía Reddit.

La relación entre ambas medidas es importante, ya que si un equipo es capaz de generar imágenes a una tasa muy superior a la que nuestra pantalla es capaz de representarla, es probable que a la hora de actualizar la imagen haya zonas de la pantalla con un cuadro posterior a las de otra zona, un fenómeno que se conoce como Tearing, y que puede llegar a ser muy molesto a la hora de jugar. De la misma manera, un equipo que no sea capaz de transmitir las imágenes a un monitor con una alta tasa de refresco hará que en cada intervalo se repitan imágenes, causando otro efecto desagradable: el Ghosting; que añade un desenfoque a los objetos en movimiento que nos puede llevar a perder cierta visión de nuestro entorno de juego.
Las discrepancias entre tasas de refresco y tasas de cuadros por segundo se combaten a través de una configuración bien realizada, o de técnicas y tecnologías de sincronización vertical; aunque también tienen sus implicaciones. Ya exploramos los efectos de esto en uno de nuestros anteriores especiales, más enfocado en los cuadros por segundo y en las capacidades del ojo humano que en esta ocasión.

¿Por qué existe cierta obsesión con los hercios en entornos competitivos?

 Imagen original: Nvidia.
Imagen original: Nvidia.

A través de nuestro apartado anterior hemos visto por qué una pantalla con una alta tasa de refresco puede ayudarnos a mejorar la fluidez de la imagen; pero eso no explica, de por sí, por qué existe cierta obsesión entre jugadores de títulos competitivos por las altas cuentas de hercios en sus monitores; ni tampoco tiene por qué justificar por qué los usuarios estarían dispuestos a desembolsar la diferencia de precio que existe entre un monitor de 60 Hz y otro de 144 Hz o más.

Lo que sí que hace la información expuesta en el anterior apartado es ayudarnos a explicar los sucesos que sí explican esta obsesión: la cuenta de cuadros activos, y la influencia de la tasa de refresco con respecto a la latencia añadida de nuestro monitor.
Cuando hablamos de cuadros activos, hacemos referencia a la ventana de cuadros abierta sobre la cual un jugador puede realizar una acción. Como explicamos en el apartado anterior, los cuadros dibujados por nuestro equipo y los mostrados en nuestras pantallas están supeditados a las capacidades de nuestro hardware; por lo que, en acciones que requieran de mucha precisión en los tiempos, contar con más cuadros representados en pantalla ayuda a visualizar de forma más sencilla más imágenes de cada acción.

Para el primer suceso es útil tener algún tipo de referencia visual, que en nuestro caso va a ser un vídeo publicado por el canal WASD.ro, en el que se graba a cámara lenta diferentes monitores mostrando una misma acción en CS:GO a varias tasas de refresco. Si bien la acción dispuesta es la misma, podemos ver como la ventana de acción para actuar aumenta con los hercios - y cuadros por segundo - de cada monitor. En el caso del monitor de 60 Hz la ventana de actuación ronda los 19 cuadros; mientras que en el de 144 Hz pasa de los 40 cuadros, esto es más del doble de cuadros para visualizar una acción y llevarla a cabo.

Por otro lado, también es interesante mencionar cómo una cuenta mayor de hercios en nuestras pantallas implica también que la latencia añadida total de nuestro monitor; aunque tiene truco: necesitamos que nuestro equipo sea capaz de generar cuadros por segundo a una velocidad, al menos, similar de las que nuestro monitor es capaz de mostrarlas. El principio tras este fenómeno es sencillo: si reducimos el tiempo de espera entre cada cuadro representado, reducimos de forma indirecta el tiempo en el que se representan en dichos cuadros nuestras acciones, mitigando en el proceso parte de esta latencia añadida final. En nuestro ya mencionado artículo sobre los cuadros por segundo y sus efectos al jugar ya hablamos de ello en mayor profundidad.

¿Importan los hercios de nuestras pantallas? Estos son nuestros monitores favoritos con alta tasa de refresco

Resumiendo brevemente, los monitores con una gran tasa de refresco, siempre que estén acompañados de un equipo que sea capaz de satisfacer sus características, no sólo ofrecen una imagen más fluida; sino que también ofrecen ventajas competitivas sólidas que los jugadores más hábiles pueden aprovechar. Con esto no queremos decir que necesites uno de estos monitores, de hecho, fuera de entornos competitivos dejaríamos esta opción como un “posible” en el caso de poder permitírnoslos. Sin embargo, creemos que es interesante saber qué implicaciones tiene a la hora de jugar tener más cuadros representados en pantalla, y justificar por qué existe esta expectación en torno a ellos.

Algunos modelos con alto refresco que nos gustan

¿Importan los hercios de nuestras pantallas? Estos son nuestros monitores favoritos con alta tasa de refresco

Para dar cierre a este texto, hemos creído consecuente que, tras todo lo expuesto en torno a los monitores de alta tasa de refresco, sería de buen recibo listar los que, para nosotros, son algunos de los modelos más interesantes. Vamos a aventurarnos a ello con cinco modelos, de cinco gamas distintas; todos ellos por debajo del umbral de los 500 euros, para ser consecuentes con el presupuesto máximo de muchos de nuestros lectores, y justificando rápidamente por qué los hemos escogido. Estos son dichos modelos:

LG 27GL63T

¿Importan los hercios de nuestras pantallas? Estos son nuestros monitores favoritos con alta tasa de refresco

Lo que nos gusta de este monitor de LG es su valor por los 299 euros que cuesta normalmente; pues se trata de un panel IPS FHD con un tiempo de respuesta de 1 ms, una latencia añadida de 4 ms, FreeSync 2, y 144 Hz de tasa de refresco. Se trata de un monitor con una buena calidad de imagen y prestaciones para competición con un precio inferior a lo que vemos en su gama, y los añadidos como el HDR o los modos de juego especiales redondean su propuesta en otros escenarios.

Comprar LG 27GL63T por 249,99 euros

Asus TUF VG27AQ

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Al límite de lo que nos hemos dispuesto a buscar en este texto, queremos destacar este modelo de Asus por su buena calidad de imagen - se trata de un monitor IPS bien calibrado - y, ante todo, por su velocidad; pues se trata de un monitor con 144 Hz con capacidad de OC de hasta 165 Hz, con 1 ms de tiempo de respuesta y por debajo de los 4 ms en latencia añadida. Además, es compatible con la tecnología G-Sync de Nvidia, y los añadidos como la tecnología Asus Low Motion Blur lo hacen un monitor 100% orientado a la competición, que tampoco desmerece el juego casual.

Comprar Asus TUF VG27AQ por 499 euros

Viewsonic XG2405

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Como contraposición al anterior integrante de esta lista, este modelo de Viewsonic es el monitor más barato de los que hemos seleccionado, principalmente por la carencia de añadidos que sí hemos visto en el resto de los seleccionados. En vez de eso, este modelo se centra en dar lo necesario para competir, con un panel IPS de baja tiempo de respuesta - 1 ms - con una tasa de refresco de 144 Hz y una resolución FHD.

Comprar Viewsonic XG2405 por 199 euros

Samsung LC27JG56QQUXEN

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Tras el auténtico galimatías que es el nombre de este modelo de Samsung hay una de las opciones más interesantes para quienes buscan un monitor VA de alta tasa de refresco. La principal razón del interés depositado en este modelo proviene de su precio, de unos 299 euros a través de habituales rebajas; por el cual obtenemos un panel WQHD de 32 pulgadas con una tasa de refresco de 144 Hz, un buen nivel de contraste para su brillo de 250 cd/m² - su principal flaqueza - y soporte para modos especiales de juego a los que podemos sacar especial partido.

Comprar Samsung LC27JG56QQUXEN por 299 euros

MSI Optix MAG251RX

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Cerrando la lista tenemos a nuestro único seleccionado con una tasa de refresco de 240 Hz en su pantalla. Este modelo de MSI ha ganado nuestro interés por proporcionar un panel IPS con una alta tasa de refresco, bajo tiempo de respuesta, compatibilidad con G-Sync y buena calidad de imagen. Además, suele verse con alguna rebaja de tanto a tanto.

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