Final Fantasy XIV A Realm Reborn: Impresiones jugables

Final Fantasy XIV A Realm Reborn: Impresiones jugables
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Prometieron una revolución. Mejorar todo aquello que falló en el título original para así satisfacer a sus millones de seguidores. Y todo parece indicar que lo van a lograr de la mejor forma posible: con un fantástico MMORPG que, esta vez sí, haga justicia al universo Final Fantasy. Tras una primera toma de contacto, os ofrecemos nuestras impresiones con el nuevo juego de rol online de Square Enix.

Hablar a estas alturas de los motivos que abocaron al fracaso al ambicioso Final Fantasy XIV ya no tiene mucho sentido, dado que fue Square Enix la primera que reconoció tiempo atrás sus propios errores. Pero lejos de tirar la toalla y conformarse con lo que había, la compañía nipona decidió rehacer el juego prácticamente desde cero sin importar el tiempo ni el dinero necesario para ello. Y tras más de un año de duro trabajo, los resultados obtenidos en este A Realm Reborn nos hacen presagiar que esta vez sí, FFXIV va a convertirse en un magnífico MMORPG.

Algo que hemos comprobado durante las últimas semanas en la fase de pruebas beta a la que hemos tenido acceso, y que ciertamente nos ha dejado con muy buen sabor de boca. Y es que la nueva aventura de rol online de Square Enix es más grande, variada y dinámica de lo que lo fue el original. Razones más que suficientes para que lo incluyáis en vuestra lista de los más deseados del año.

Auténtico renacer
Actualmente hay una restricción en curso que afecta a los participantes de la Beta, impidiendo hablar de su experiencia en estas primeras fases de prueba de Final Fantasy XIV: A Realm Reborn. Sin embargo, Square Enix nos ha dado permiso expreso para publicar este artículo con el fin de informar sobre nuestras impresiones iniciales con el juego y su proceso de desarrollo hasta la fecha. Impresiones que han sido más positivas de lo que esperábamos en un primer momento; que no era poca cosa. Y uno de los aspectos que más nos han sorprendido ha sido, precisamente, lo mucho que ha cambiado el juego con respecto al original a todos los niveles posibles.

Si hablamos de la jugabilidad propiamente dicha, por ejemplo, el nuevo equipo de desarrollo tras FFXIV ha dado un paso de gigante modificando sustancialmente todos y cada uno de los elementos jugables que no funcionaron en el original, lo que incluye el sistema de misiones, los combates y la exploración del mundo de Eorzea.

Porque ahora recorrer este espectacular mundo de fantasía supondrá una experiencia muchísimo más gratificante y divertida de lo que lo fue en la primera versión de Final Fantasy XIV, lastrada por unos escenarios carentes de vida, poco inspirados y con misiones de lo más repetitivas. En A Realm Reborn, sin embargo, el mundo de juego muestra un colorido y variedad de localizaciones digno de elogio; a lo que debemos sumar también una serie de misiones más elaboradas y con mayor enjundia argumental, si bien es cierto estas se mantienen muy en la línea de lo visto en otros referentes del género.

Parece una tontería, pero el poder saltar libremente por el escenario mejora muchísimo las sensaciones cuando se explora el mundo de Eorzea.
Parece una tontería, pero el poder saltar libremente por el escenario mejora muchísimo las sensaciones cuando se explora el mundo de Eorzea.

En este sentido, el programa de Square Enix se ha sumado a la moda de los eventos dinámicos, permitiéndonos disfrutar en determinados momentos de la partida de combates y misiones especiales que se generarán de forma aleatoria en zonas muy concretas del escenario. Todos los jugadores cercanos a esa posición podrán sumarse a la lucha, repartiéndose posteriormente la experiencia y recompensas en base al nivel de participación. Y visto lo visto, es algo que funciona realmente bien puesto que le da mucha vidilla a los momentos de exploración.

También el sistema de combate, como decíamos, ha mejorado sustancialmente con unas batallas muchísimo más dinámicas, intensas y emocionantes que las que vimos en el original. Algo a lo que ha contribuido notoriamente la rediseñada interfaz de usuario que presenta el programa, bastante más clara e intuitiva que su anterior versión. Y es que lejos de complicarse la vida, Square Enix ha apostado por un sistema de combate más tradicional, con la clásica trinidad Sanador-Tanque-Especialista en Daño como eje central de la acción, que funciona a las mil maravillas.

Las batallas resultan en este caso fluidas, rápidas y muy estratégicas, fomentando el juego en equipo, esencial para derrotar a los enemigos más poderosos. En este sentido, en A Realm Reborn podremos ejecutar ataques cooperativos gracias a los tradicionales Límites ya vistos en otras entregas de la saga Final Fantasy. Poderosos movimientos especiales que determinarán el éxito o fracaso de ciertas escaramuzas.

No podemos concluir estas impresiones sin destacar también el gran trabajo que se ha realizado en lo que respecta a la personalización de nuestros héroes, que podremos configurar con gran libertad sin sufrir los dolores de cabeza que padecimos en el original. ¿La razón? El juego resulta muchísimo más claro e intuitivo que antes; pero además, también incluye tutoriales para que los usuarios noveles puedan dar sus primeros pasos sin perderse en el intento.

El apartado audiovisual de Final Fantasy XIV es impresionante. Tanto el diseño de escenarios como enemigos ha mejorado de forma notoria.
El apartado audiovisual de Final Fantasy XIV es impresionante. Tanto el diseño de escenarios como enemigos ha mejorado de forma notoria.

También el diseño de las mazmorras y las misiones, como decíamos, está a la altura de lo esperado. Y eso que solo hemos visto una pequeña porción de lo que todavía está por venir. Sin embargo, nos ha bastado para saber que A Realm Reborn destacará por la calidad de sus instances, bastante desafiantes y originales a nivel de diseño. No menos importante resultan también añadidos como la posibilidad de combatir a lomos de un Chocobo, el sistema de correos –a cargo de los Mogurito-, la posibilidad de construir nuestra propia casa, la Torre de Cristal o su vertiente PvP.

Por último, en lo tocante al apartado audiovisual, Final Fantasy XIV también sorprende una barbaridad por la espectacularidad que atesora a todos los niveles. Y es que no solo hablamos de un título impecable en lo artístico, que ha ganado muchísimos enteros en lo referente al diseño de escenarios y personajes; A Realm Reborn también aporta una ración de mejoras tecnológicas con unas animaciones más trabajadas y realistas, mejores efectos de luces y sombras, cambios climatológicos -sin efectos en lo jugable-... a los que debemos sumar una muy mejorada optimización del motor gráfico, que responde de forma eficiente incluso en esta fase de pruebas.

Elementos jugables y visuales que nos hacen presagiar lo mejor para este MMORPG que, cual ave fénix promete, renacer de sus cenizas con todo el esplendor y la calidad que desgraciadamente no le acompañó en el momento de su nacimiento.

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