Cada vez son más los rumores sobre un posible remake de The Last of Us. La pregunta está clara: ¿es necesario? Puede que para muchos de nosotros no lo sea, pero cada vez veo más comprensible la posible estrategia que estaría siguiendo Sony con él.
Cada uno tiene una interpretación de lo que es un remake, pero, si lo tomamos como una completa recreación visual o sistémica, sin aprovechar materiales originales de la obra original, posiblemente el juego más reciente que posea un remake es Demon's Souls, un juego de 2009 que en 2020 tuvo su puesta a punto por Bluepoint. Si los rumores se confirman, The Last of Us sería el nuevo juego que encabeza esa lista, siendo un juego cuyo lanzamiento original data de 2013. En el caso de que saliera en 2022, habrían pasado nueve años desde su lanzamiento. ¿Os parece poco tiempo? Lo cierto es que la historia de los remakes es bien curiosa. Juegos como el primer Resident Evil y su remake están muy bien considerados por la comunidad y se llevan de diferencia seis años. El intervalo más pequeño que soy capaz de recordar es el que se da en la aventura gráfica Quest for Glory I y su remake en VGA: tan solo tres años de diferencia entre su lanzamiento original en 1989 y el remake de 1992.
¿Hace falta explicar por qué sería un remake innecesario? Probablemente no: todo aquel que haya jugado al primer The Last of Us reconoce sus valores de producción. Incluso el original de PlayStation 3 es un juego que exprime al máximo el potencial técnico de la máquina y que, en cuanto a mecánicas de juego, ofrece un sistema de sigilo, exploración, acción y fabricación de recursos que aguanta bien el tipo para los estándares de hoy día. Más aún si tenemos en cuenta que la obra de Naughty Dog tuvo una remasterización para PlayStation 4 que actualizó el juego con una mayor resolución y framerate, lo cual lo convierte en una experiencia aún más suave y placentera de jugar.
Sin embargo, quizá preguntarnos si es necesario no es la cuestión, sino por qué Sony podría estar interesado en ello. Las predicciones de los analistas para este año se están cumpliendo: por un lado, estamos viviendo una generación de ventas millonarias de las compañías. Conseguir beneficios cada vez mayores no es fácil, y hasta hemos presenciado cómo juegos first-party de Sony llegan a ordenadores con el tiempo para sacar aún más rédito. Otra de las predicciones era la conversión de franquicias de videojuego en franquicias de entretenimiento y, visto la cantidad de anuncios que hemos tenido últimamente, con películas y series de God of War, Bioshock, Sonic, Mario, Borderlands, The Witcher, Arcane, Fallout… creo que también han acertado el pronóstico.
¿Es The Last of Us Remake necesario? Absolutamente no. ¿Tendría sentido? Absolutamente sí
Sí, es cierto: muchos vivimos en su momento el auge de las adaptaciones cinematográficas de videojuegos y cómo no salió del todo bien, pero creo que van a regresar. Las películas de superhéroes han copado las pantallas ya muchos años y se empiezan a notar síntomas de agotamiento. Estoy seguro de que se planea que los videojuegos sustituyan al cómic como nutriente cinematográfico. Y aquí volvemos a Sony, cuyo plan es convertir buena parte de sus licencias en productos de entretenimiento también; no solo marcas de videojuegos. Tiene hasta un sello propio: PlayStation Productions. Lo hemos visto con la reciente película de Uncharted y lo veremos en el futuro con Ghost of Tsushima, God of War e incluso Jak and Daxter y Twisted Metal. Y, por supuesto, The Last of Us.
Con la serie de The Last of Us se espera conseguir algo bueno, no hay duda. El rodaje está siendo uno anormalmente largo para los tiempos habituales en el medio y las fotos que se han visto de la producción dejan entrever que se están tomando muy en serio esta adaptación. Creo que tanto Sony como HBO esperan conseguir aquí un pequeño éxito, quizá incluso similar a lo cosechado con Juego de Tronos. Algo icónico que atraiga no solo a los fans de la marca, sino a la gran cantidad de espectadores que no tienen ni idea de lo que es The Last of Us. Esta jugada, en el fondo, ya la han efectuado con la película de Uncharted. Para nosotros, se trata de una película más, que tampoco parece haber entusiasmado a los jugadores (no la he visto), pero que, sin embargo, ha cumplido su propósito por partida doble: ha funcionado en taquilla en un tambaleante mercado de proyecciones cinematográficas y ha logrado que muchos espectadores, jóvenes y no tan jóvenes que no habían jugado a los juegos, se interesen por ello.
Un remake de The Last of Us vendría a cubrir la misma demanda. Esos espectadores que no conocen de antemano The Last of Us no quieren jugar a un título de PlayStation 3. Ni tan siquiera a una remasterización de PlayStation 4. Quieren los graficotes más altos que puedan conseguir, en el juego más nuevo que puedan tener, en la plataforma más nueva que haya. Probablemente, incluso, este probable remake resonará más con la serie de la HBO, compartiendo todavía más elementos en común. Y, además, sería el punto de partida perfecto para que, después de jugarlo, se interesen por The Last of Us Parte II, que terminaría de cerrar el círculo de toda esta jugada de marketing. ¿Es, por tanto, The Last of Us Remake necesario? Absolutamente no. ¿Tendría sentido? Absolutamente sí.