Fiesta y coches es una buena combinación. La serie Forza lo descubrió hace un par de años, con un Horizon que se desmarcaba gracias a un estilo más arcade, mundo abierto y cantidad de oportunidades de juego. Ahora Forza Horizon 2 llega para hacer aún más variada nuestra experiencia al volante. Nos metemos en su celebración para probarlo.
La serie Forza es ya un buque insignia de la marca Xbox. Es imposible una generación de consolas sin que los bólidos de Turn 10 hagan aparición en algún momento, y durante este E3 lo hemos vuelto a comprobar. Tenemos nuevo videojuego de conducción, aunque no uno diseñado por el equipo de Dan Greenawalt, sino uno ejecutado por los británicos de Playground Games en el caso de Xbox One (la versión de Xbox 360 la llevará a cabo Sumo Digital).
Estamos hablando de Forza Horizon 2, continuación de un proyecto que ya consiguió sorprendernos hace un par de años en base a una jugabilidad arcade muy intuitiva y, sobre todo, festiva. La principal novedad de esta secuela no tiene que ver con este último punto, ya que el clima de celebración motorizada se mantiene, sino con el cambio de emplazamiento: pasamos de las rojizas colinas de Colorado (EEUU) hasta la variada escenografía del sur de Europa.
Variedad al volante
El cambio de registro nos parece positivo y prácticamente uno de los pocos puntos que podría haber mejorado el anterior lanzamiento. Tendremos localizaciones exóticas y preciosistas, así como un catálogo de más de 200 coches para que, según Microsoft, disfrutemos de "la fiesta definitiva de la velocidad y la acción a bordo de un vehículo". El espíritu arcade es por tanto otra característica que no falta, desmarcándose otra vez de la saga numerada.
Nada más ponernos a los mandos, de hecho, lo primero que hemos querido dilucidar es si se mantienen las ayudas al pilotaje. Tenemos la línea de trazada ideal, el control de estabilización, posibilidad de escoger cambio automático, daños mecánicos… En definitiva, las opciones más clásicas. Probamos a desactivarlas, y obviamente la experiencia era más desafiante, pero no por ello acaba con la remarcada sensación arcade que provoca a cada curva y adelantamiento.
¿Es esto negativo? En absoluto. El juego consigue una conducción muy reconfortante, con una trabajada sensación de velocidad. Eso sí, no os esperéis un acercamiento tan serio como el que nos tiene acostumbrado Forza. Aquí los trazados no sólo comprenden carretera, sino también salirse de ella, ir "off-road", colarnos entre arbustos y hasta sufrir las ondulaciones de praderas y campos.
Esto provoca que a cada momento tengamos que adaptarnos a los diversos planteamientos que ofrecen los recorridos, desde el asfalto mojado hasta los caminos polvorientos, pasando entre medias por una infinidad de variantes. Esto da mucha vida al juego, hasta tal punto que pasar tan rápido de una situación a otra nos ha hecho recordar a clásicos como Out Run, lo cual no es una mala noticia. Nos hallamos ante un título muy especial, que intenta desmarcarse, y lo cierto es que lo consigue, incluso con respecto al anterior Forza Horizon.
Si estos no son suficientes argumentos para mantener la idea de que Forza Horizon 2 es muy particular, basta decir que se ha diseñado un motor meteorológico por primera vez en toda la historia de la franquicia. En esta demo pudimos ver cómo el sol daba su paso a las nubes para acto seguido recibir un diluvio que modificaba las condiciones en pista. Evidentemente, el juego está en desarrollo y los efectos no son los deseables, pero esperamos se mejoren de cara al futuro.
Ya que hablamos del aspecto visual, el título se mueve a 1080p y 30 frames por segundo. Si bien podríamos exigir una mayor fluidez al lanzamiento (sobre todo tratándose de un juego de velocidad), no hemos llegado a sentir demasiado la carencia, menos gozando de varias vistas, incluida la del cockpit. Otro aspecto que no se nos debe olvidar es que tenemos un ciclo día-noche, haciendo que los efectos de iluminación vuelvan a cobrar importancia, como ya ocurrió en el anterior Forza Horizon.
Cientos de eventos en el mundo, retos desbloqueables, coches exóticos que podemos obtener… Aunque en este caso no tuvimos ocasión de probar el entorno abierto que defiende el programa (era un recorrido preestablecido), es obvio que intentará reinventarse bajo el nombre del festival Horizon. Habrá tráfico, posibilidad de conseguir puntos de técnica y combos acrobáticos mediante determinadas acciones como ponernos a toda velocidad en carretera o protagonizar saltos imposibles.
Carreras contra aviones y trenes están también previstas, así que os podéis imaginar el tono del videojuego. La diversión prima, con la oportunidad adicional de conectarnos online para campar a nuestras anchas, yendo de un lado a otro en busca de competiciones y eventos cooperativos. Se ha confirmado que tendremos la posibilidad de crear nuestro propio club, que admitirá hasta 1000 miembros. Ahí es nada.
Buenas impresiones en definitiva para un título que sólo nos queda averiguar hasta dónde llegará en términos de calidad, diversión y contenidos. Estamos además ansiosos por saber lo que se siente al ser arrojado a este nuevo mundo abierto sur europeo. El E3 nos ha dado una aproximación a su estilo de conducción, muy arcade y directo, pero aún tendremos que esperar para establecer conclusiones. Lo que sí queda claro es que esto será una gran fiesta de la velocidad, y probablemente la más variada de cualquier Forza.
A Pie del E3
Estuvimos a punto de coger las llaves y llevarnos esta preciosidad en pleno E3. Pero como tenemos aún cobertura nos conformaremos con pilotarlo dentro del juego.