Los creativos necesitan una vía de escape, y Michel Ancel ha encontrado la suya propia con WiLD. Un título nuevo y ambicioso con ideas que no habíamos visto antes en un videojuego. Contemplamos al chamán de una aventura que nos coloca en el paraje más impredecible y peligroso: el mundo de la naturaleza.
Está claro que Michel Ancel es un desarrollador muy especial. El creador de Rayman te puede resultar más o menos conocido que otros creativos, pero lo que es indudable es que siempre merece la pena verle en activo, desarrollando un nuevo videojuego. Actualmente su situación es un tanto "extraña" por así decirlo, con un pie dentro de Ubisoft y el otro en su propia desarrolladora (Wild Sheep Studio), lo cual justifica diciendo que esto es lo que le permite "hacer cosas locas en sus proyectos".
Beyond Good and Evil 2 sigue en desarrollo, para los que os lo pregunteis, pero lo importante aquí y ahora mismo, por lo menos en la Paris Games Week, es que se han dado a conocer más detalles sobre WiLD. El proyecto se anunció durante el pasado año y no se ha sabido mucho más hasta ahora. Un videojuego cuanto menos original, o al menos que rara vez se había visto: el control de un invocador de espíritus, un chamán capaz de poseer el cuerpo de animales y moverse por el escenario a voluntad.
La demo fue de lo poco que ayer se nos mostró en movimiento real, con una consola detrás, y eso que ya os podemos decir que el estado de desarrollo es alfa, muy alfa. "Queríamos traer algo para mostrároslo a pesar de ello", se sinceraba Ancel, que pareció decidirse prácticamente en el último momento para llevar el videojuego a la feria. Pero es algo que nos agrada, tanto porque llevábamos tiempo sin saber sobre él, como porque nos parece realmente ambicioso, sobre todo considerando el tamaño del estudio.
Un chamán de espíritu libre
WiLD es de mundo abierto, aún sin precisar cuáles serán las dimensiones del entorno, pero se pretende que sea suficiente como para darnos una gran sensación de libertad. "Todo lo que podéis ver en imagen se puede visitar", decía Ancel, y al fondo, realmente al fondo, se veían montañas nevadas y praderas que ya nos hacen intuir una cierta variedad geográfica dentro de esta peculiar aventura. A nivel artístico no nos queda ninguna duda que será un título formidable. Además, conociendo al autor, no era difícil predecir que iba a conceder una especial importancia a este apartado.
¿Pero qué es realmente esto? WiLD es el intento de poner a hombre y naturaleza en un mismo videojuego, sin que una fuerza supere a la otra, sino mostrando su equilibrio real, o al menos como funcionó en el Paleolítico, cuando éramos nómadas. Por eso desplazarse de un lugar a otro tiene tanto sentido, aprovechando el día para movernos y la noche para encontrar algún refugio o lugar seguro en el que quedarnos. Las circunstancias podrían cambiar dependiendo de esta variable, y nuestro principal papel es intentar mantenernos con vida. Al final, esta también es una historia sobre la vida y la muerte: la supervivencia.
Curioso a este respecto es que los desarrolladores no hayan establecido los objetivos que tendremos que cumplir a lo largo del juego. Se habla sobre la libertad que tendremos, sobre lo poco lineal que quieren que sea, sobre lo poco que les gusta decirnos por dónde tenemos que ir… Entonces, ¿qué tenemos que hacer? Mayormente explorar para, eso sí, encontrar a una serie de divinidades que nos van a dar el poder de controlar a cada vez más y más animales "una vez que los hayamos entendido", según Ancel. Porque esa es la mayor premisa de este lanzamiento: ponernos en la piel de un conejo o una serpiente, entre otras muchas posibilidades.
Según se nos mostró, el cambio de rol se realiza completamente al vuelo, pulsando un botón y activando el animal que tengamos cercano. No conocemos aún las particularidades, pero el águila nos permitirá avistar el entorno desde el cielo y cazar, mientras que el oso puede ser servir de vehículo pero a la vez embestir a enemigos que nos encontremos. Y eso en el caso de que queramos luchar, porque existen especies con la capacidad de rugir, algo ideal para disuadir a "curiosos". Según nos comentó, hasta tendremos animales que nos permitirán ver mejor en la oscuridad. Desde luego, el enfoque es original y muy interesante.
Artísticamente y en cuestión de ideas Wild nos ha parecido excepcional
Al final, todo el diseño está puesto al servicio de la originalidad, principalmente porque cuenta con una tecnología "completamente nueva", como se nos aseguró, probablemente optando por un motor propio o altamente modificado. Actualmente es un portento artístico más que técnico, pero eso no quiere decir nada negativo… por lo menos si a nivel jugable propone unos conceptos tan llamativos como los que promete Wild Sheep Studios. Un chamán que busca divinidades para controlar a distintos animales dentro de un mundo abierto precioso, cambiante y repleto de posibilidades.
Debemos poner énfasis además en que WilD es un videojuego enfocado a un único jugador, pero que permite llamar a amistades (como Bloodborne, según Ancel) para que nos auxilien durante nuestro periplo. Una aventura sobre la que deseamos conocer más, aunque creemos que tiempo tendremos para ello. No es un juego preparado para ser lanzado a corto o incluso medio plazo, esto casi lo podríamos asegurar. A su desarrollo le quedarían muchos meses y a nivel técnico no nos ha parecido una proeza, pero artísticamente y en cuestión de ideas es excepcional. Esperemos que Ancel no decepcione.