Por fin lo hemos jugado desde el principio, su primera hora. Era lo que nos quedaba por hacer antes del análisis, y las sensaciones han sido muy positivas. Pokémon Espada y Escudo supone una de las entregas más importantes de la saga por todo en lo que tiene de conservador, pero también por las importantes novedades que incorpora.
Pokémon es una de esas sagas que no crecen a pasos agigantados. Nunca lo ha hecho. Lo comenté en su día en el análisis de Pokémon Sol y Luna citando al escritor Giuseppe Tomasi di Lampedusa: "Si queremos que todo siga como está, es necesario que todo cambie". Y eso es lo que ha hecho Game Freak desde sus orígenes: mantenerlo todo tal cual, aunque siempre introduciendo reformas sobre una base jugable consagrada, casi inamovible.
Sin embargo, cuando salí en Pokémon Espada y Escudo al área silvestre, esa región abierta que se ha introducido como novedad, y me topé a la escasa hora de juego con un Onix de nivel 26, pensé que realmente algo sí estaba cambiando en la franquicia. Que un juego de la saga te dé ese portazo en la cara no es habitual, como tampoco lo es que esta zona con cierta libertad de movimiento vaya a significar uno de los principales reclamos de esta entrega. Sí, puedo confirmarlo… ese área puede significar el principio de un cambio importante en la franquicia: un paso hacia la libertad que tantos usuarios desean.
Ya con Pokémon Let's Go consideré que la introducción de los encuentros no-aleatorios suponía una potente novedad que debía preservarse en la saga. Ahora veo cómo en Pokémon Espada y Pokémon Escudo no sólo están, sino que se combinan con los encuentros aleatorios de toda la vida. Así que en el fondo pienso que los desarrolladores nipones se están moviendo. Lo hacen poco a poco, con paso lento pero firme, poniendo en una parte de la balanza los convencionalismos, y en la otra lo que quieren hacer. Es difícil ese equilibrio; lo hemos visto con cada entrega. Pero si de algo estoy seguro tras probar Espada y Escudo, es que van a ser grandes videojuegos.
Vídeo gameplay
Cómo volver a cambiarlo todo sin cambiar nada
Pokémon Espada y Escudo comienzan como siempre lo han hecho los videojuegos de la saga Pokémon. Ahí está el calor del hogar, la consola sobre el armario de tu habitación y esa pobre madre esperando que te vayas de forma irremediable para vivir aventuras por el mundo. Al salir te vuelves a encontrar con ese señor que te dice que la tecnología es maravillosa, y al poco tiempo estás hablando con el amigo-rival que comprobará de vez en cuando tus progresos a lo largo de la aventura.
La selección de pokémon inicial, el encuentro con el investigador, la petición para completar la pokédex, tu primera visita al centro Pokémon… Todo está aquí, tal y como lo recordabas. Y no os creáis que Game Freak siente algún tipo de pudor. No. Se vanagloria de ello. Por eso siguen presentes esos sonidos clásicos al subir escaleras o al chocarte contra las paredes de una habitación. Es una muestra de su respeto hacia la herencia de la saga y los propios usuarios que crecieron con la franquicia.
Personalmente no me molestan estos convencionalismos. En algunos casos, los veo hasta acertados. Por ejemplo, me ha gustado comprobar que Pokémon Espada y Escudo están diseñados para que el usuario veterano no se encuentre con tutoriales. Alguien vino a felicitarme porque ya había aprendido a capturar mi primer pokémon sin ayuda de nadie, y otro me dijo que había acertado yo solito al realizar un ataque super efectivo. Pensaréis que es una tontería, pero que hoy en día no me hagan perder el tiempo es algo que valoro mucho. Aquí si quieres enterarte de los entresijos de las dinámicas de juego, debes pararte a leer los diversos carteles que hay repartidos por el decorado, como en los juegos clásicos.
Es una muestra de su respeto hacia la herencia de la saga y los propios usuarios que crecieron con la franquicia
No sé muy bien cómo explicarlo, pero me ha resultado simplemente encantador reencontrarme con ese buen rollo que impregna al mundo pokémon, ahora con un barniz distinto, el de un apartado artístico destacado. Sé que han habido críticas al respecto, pero os recomiendo que primero lo probéis en vuestra Nintendo Switch como yo lo he hecho. Puede que algunas texturas estén a peor resolución y desmerezcan un poco el resultado global, pero me ha fascinado ver tanto colorido en tan poco tiempo. De hecho, lo primero que hice al entrar en la sala de juego, en las oficinas de The Pokémon Company, fue sorprenderme por lo bien que se veía todo.
Ciertamente, buena culpa creo que la tiene el escenario escogido: Reino Unido. Como sabéis, todo Pokémon incorpora detalles significativos de la temática en que se basa, y en este caso vais a ver construcciones típicas londinenses, recintos industriales, pokémon inspirados en la región y hasta la típica abuelita que te invitaría a tomar pastas y té. Esa elegancia (y estiramiento) inglés tan refinado está presente en el juego, con el sentido del humor tan propio de la saga. En el fondo, son cosas que forman parte de la ambientación, a veces invisibles y de las que no te das cuenta, pero que están siempre ahí.
Ahora bien, Pokémon Espada y Escudo no es sólo clasicismo. Se confía en los combates por turnos, en la captura clásica con pokéball sin experimentos giroscópicos, pero al mismo tiempo se introducen cosas como los cambios meteorológicos, con hasta un pronóstico en que se te indica el tiempo que va a hacer en las próximas horas. He estado en una boutique de ropa disfrutando de la alta personalización del juego, he acampado para cocinar unos platos para mis pokémon y me he entretenido un buen rato sacudiendo árboles para obtener bayas.
La conclusión es que hay más cosas que hacer que en otros juegos de la saga. Más libertad, en pocas palabras, que se materializa especialmente en ese área silvestre que creo que va a dar que hablar. Es un vasto escenario en el punto central del mapa de Galar que conecta sus distintas ciudades, pero que también significa un punto de conexión entre entrenadores, que podrán encontrarse online y realizar intercambios, entre otras muchas actividades.
La conclusión es que hay más cosas que hacer que en otros juegos de la saga
No es mi objetivo en estas impresiones detallarlo. He visto muy poco, y para profundizar en ello tenéis los múltiples artículos de Pokémon Espada y Escudo que ya hemos realizado. Pero no me gustaría despedirme sin deciros algo: prestad mucha atención a esta zona. La libertad que ofrece para afrontar tanto encuentros aleatorios como no-aleatorios, unido a la presencia de esas raids conocidas como Incursiones Dinamax, puede suponer un punto de inflexión en la saga Pokémon.
Todo dependerá de su importancia real y la reacción de los usuarios. Si todo va bien, puede que Game Freak se anime a seguir evolucionando, siempre a su ritmo, por supuesto. Por eso es tan importante Pokémon Espada y Escudo, y solamente por eso le prestaré atención. La merece.