Hemos visto King’s Bounty II, el abuelo de los RPG tácticos está de regreso. Esta vez con una entrega numerada. Toda una declaración de intenciones, ya que en esta ocasión se han actualizado y mejorado un enorme número de elementos del juego. Una puesta al día de la que os contamos todo en estas impresiones.
Hay que remontarse a 1990 para encontrar el primer juego de King’s Bounty. El RPG táctico de fantasía medieval creado por Jon Van Caneghem para PC ha contado desde entonces con otras cuatro entregas no numeradas en forma de expansiones autónomas, pero nunca hasta 31 años más tarde con una secuela propiamente dicha. El universo que sirvió de paraguas para la creación de otra de mis sagas más queridas, Heroes of Might and Magic, llevaba desde 2014 sin entregar un nuevo título. Con más de 2,5 unidades de la franquicia vendidas y una recepción general de sus juegos más que notable, empezaba a hacerse larga la espera de una nueva iteración.
Y, por lo que he podido ver, nuestra paciencia va a merecer completamente la pena. Esta tercera generación dentro de King’s Bounty aspira a aunar de manera sobresaliente los ingredientes que le han dado su peso y fulgor en el pasado, mezclando lo antiguo con lo nuevo seguirá basándose en tres pilares fundamentales: un gran mundo abierto repleto de misiones, el sistema de combate táctico de la saga mejorado y una enorme cantidad de unidades que reclutar y disponer sobre el campo de batalla. Para verlo en acción habrá que esperar hasta el próximo 24 de agosto, momento en el que verá la luz en PC y consolas de la octava generación.
King’s Bounty II estará ambientado en el mundo de Antara, concretamente en Nostria, uno de sus continentes. La oscuridad se cierne sobre la región plagando el mundo de conspiraciones, sabotajes y necromancia. Los reinos sucumben al desorden y los condados claman por su independencia, los caminos se han llenado de bandidos y las criaturas campan a sus anchas. Es el momento de que nuevos héroes emerjan para traer paz y estabilidad.
Bajo esta premisa, en King’s Bounty 2 podremos manejar hasta tres protagonistas distintos, cada uno con diferentes historias y trasfondo, respondiendo a su vez a distintas clases como guerreros o magos. En la parte concreta de juego que pude ver este protagonista es Aivar. Desde una perspectiva en tercera persona con cámara a la espalda los primeros cambios son palpables al abandonar la perspectiva isométrica de anteriores entregas. De esta forma, recorremos el poblado repleto de actividades y misiones que nos encargan los aldeanos. El asentamiento rebosa vida y es palpable la actividad que llevan a cabo los NPC pululando aquí y allá.
Mejores escenarios, para mejores combates
No tardó mucho en llegar el primer combate, al que se accedió desde un curioso sistema de pasadizos secretos. Inmersos en una enorme mazmorra, la batalla comienza con una vista general de las unidades tanto enemigas como aliadas que van a tomar parte en ella. Desde esta pantalla ya se observan los primeros cambios que trae este King’s Bounty II. A diferencia de lo visto en el pasado, el número de unidades se ha visto reducido, los ejércitos no son tan grandes como en entregas anteriores. Esto tiene que ver con el desarrollo que van a tener los mismos durante la aventura, atendiendo a razones como establecer un sistema de combate más táctico y concentrado u observar la evolución y progreso de nivel de nuestras fuerzas con dedicación durante el progreso.
Otra de las grandes mejoras que vemos en King’s Bounty II es el diseño de los escenarios. Estos están plenamente integrados dentro del juego; la orografía que vemos al explorar libremente en cada sección es la misma que tendrás que tener en cuenta durante la lucha, porque, a diferencia de lo visto hasta ahora el combate ya no transcurrirá sobre superficies completamente planas. Las tres dimensiones entran en juego y con ello un mayor número de coberturas y variantes tácticas que tendrás que tener en cuenta a la hora de hacerte con la victoria.
Otra de las grandes mejoras que vemos en King’s Bounty II es el diseño de los escenarios
Hace unas líneas hablaba de la subida de niveles, cada unidad tendrá hasta tres en los que escalar, esto no va a significar únicamente un aumento de sus estadísticas y vendrá acompañado de cambios físicos y de apariencia en su modelado. Además, el protagonista, que no entra directamente en combate, podrá equiparse de un buen número de objetos y distintas vestimentas que van a tener sus efectos sobre las unidades que manejamos en el campo de batalla, otorgando así una importancia mayor al botín conseguido de las distintas misiones.
Por supuesto, este héroe también tiene su propio sistema de mejoras. Este se concentra dentro de un árbol de talento que cuenta con cuatro líneas distintas de especialización. Podrás desbloquearlas en el orden que quieras, aunque desde 1C nos han señalado que conviene centrarse inicialmente en uno de los rasgos para sacar el mayor partido de ello. Con todo esto, tenemos vertientes de alineación como Orden, Poder, Anarquía o Sutileza. Rasgos que servirán no solo en el combate, sino también para resolver algunas situaciones que se produzcan durante el desarrollo de las distintas misiones.
No todas nuestras tropas piensan igual
Además, las tropas que vamos reclutando tienen un sistema de moral. No son los mismos ideales los un orco que los de un arquero humano, y esto es algo de suma importancia, ya que mezclar demasiados puntos de vista distintos dentro del mismo ejército va a tener consecuencias tan impredecibles como potencialmente negativas. Si, por el contrario, optamos por buscar unidades de una misma alineación o parecida, estas van a establecer sinergias entre sí, algo que tendrá su reflejo durante los enfrentamientos. Por supuesto, esto también va a ir en consonancia con la línea de talentos que elijamos para el héroe.
El mapa de juego es realmente extenso, con un buen número de biomas que explorar los cuales se integran de manera muy natural al pasar de uno a otro. La exploración puede hacerse a pie o lomos de un caballo y, fuera de los muros de Marcella (la capital de la que partimos) el mundo no solo es inhóspito y cruel, sino que oculta una gran cantidad de secretos.
Todas las unidades presentes en el juego son controlables por el jugador, incluso hemos visto enanos en acción. Sin embargo, hay una serie de enemigos afectados por lo que aparece la razón principal de todos los males del mundo de Nostria, algo que vendría a traducirse como “la plaga”, que no podrán ser manejados por el usuario. Durante la exploración hemos visto una suerte de portales que nos llevan a otra dimensión en la que la lucha tienen lugar contra rivales que parecen no responder a las mismas reglas del mundo “real”.
Tengo curiosidad por ver cómo va a ser la disposición de estos portales y si vamos a poder entrar y salir de ellos a nuestro antojo o por la mediación de “El Profeta”, un personaje enigmático del cual solo se nos ha revelado que tiene un importante peso en la trama y que va a ser quien nos guíe en la aventura.
Ver el juego en remoto es siempre un inconveniente a la hora de daros pistas sobre la calidad técnica del mismo, pero lo cierto es que este King’s Bounty II se veía realmente bien, muy atractivo en cuanto a colores e iluminación, pero, como digo, no puedo hacer un juicio de valor certero debido a las condiciones a las que las crisis sanitaria nos ha abocado. Lo que es seguro es que después de tantos años de iteraciones sin número, esta segunda entrega quiere romper en cierta fórmula con lo hasta ahora conocido en la saga sin perder de vista los valores que la han respaldado en el pasado. A menudo, acabo estos textos comentando que tengo muchas ganas de poder probar el juego por mi mismo, no es que las otras veces esto fuera menos cierto, pero es que esta vez estoy deseoso de ponerle las manos encima a King’s Bounty II.