Hemos podido jugar durante varias horas a la versión alpha de Swords of Legends Online. Este MMORPG desarrollado en Asia es bonito, sugerente y tiene lo mejor de los MMORPG clásicos y de las películas de batallas acrobáticas chinas. Os contamos nuestras primeras impresiones
Seguro que tenéis más que claro que todos deberíamos estar muy pendientes de lo que llega desde China o Korea. No pasa una semana sin que aparezca por twitter un vídeo de algo nuevo que se está cociendo por allí, y que es sorprendente. Todos estos videojuegos, desde el más reciente The Vanshee hasta Black Myth: Wukong, uno de los más esperados, repiten el mismo patrón: reproducen las ideas de los videojuegos que más populares se han hecho en todo el mundo, añadiéndole un misticismo, un acervo y una forma de filmar la acción y representarlas propias del cine asiático. En mi opinión, estos títulos aún están en la fase de encontrarse a sí mismos. Son como adolescentes que imitan lo que les gusta de sus mayores para descubrir lo que desean ser en la vida, pero, en unos pocos años, estoy seguro de que dejarán de copiar esos fundamentos y mostrarán ideas absolutamente plenas y fantásticas. Tiempo al tiempo.
Una de esas producciones que se encuentran en esa fase emergente es Swords of Legends Online. Este título es un MMORPG con muchísima inspiración en los juegos de mundo abierto y rol masivos clásicos, pero con un par de detalles que le aportan su propia personalidad. La base jugable es la que ya conocemos: elegimos a un personaje, hombre o mujer, y editamos su aspecto a través de un editor muy completo. Escogemos una clase e iniciamos la partida. A medida que avanzamos en el juego, cumplimos misiones y subimos de nivel, iremos desbloqueando habilidades nuevas, armas y monturas. También conseguiremos dinero con el que comprar muchos elementos estéticos. Hay una gran historia que lo articula todo, y también tareas menores.
¿Y cuál es la gracia de Swords of Legends Online? ¿Cómo logra atraparte en su fórmula? Pues a través de su combate y de esa trama que se forma minuto a minuto. Swords of Legends Online, como la mayoría de MMORPG, coloca las habilidades que puedes usar en un menú inferior. Las activamos pulsando una tecla en el ordenador o clicando en cada una con el ratón. En muchos MMORPG, estas habilidades tienen un tiempo de enfriamiento largo que te exige ser muy estratégico en el orden de uso de cada una de ellas. Es como usar un hechizo en un JRPG: hay una animación, un tiempo de invocación, se usa… Sin embargo, Swords of Legends Online es más ágil que eso. Al activarlas hacemos ataques más o menos rápidos en función de tu clase que hacen combo con otra habilidad. Es decir, tenemos que ser rápidos en pasar de una a otra, porque sus dinámicas son más de beat’em up que de un juego de rol como tal.
MMORPG con el dinamismo del cine de acción chino
Para apoyar este diseño de juego, los escenarios suelen estar especialmente llenos de enemigos, y la gracia está en saber cómo combinar a tiempo distintos poderes de ataque y defensa para alargar el combo. Swords of Legends Online consigue ofrecer un ritmo de juego fresco y agradable, pero no es perfecto. A veces, moverse y pulsar las teclas no es del todo cómodo, y con el ratón es fácil perderse. Es decir, le falta desarrollar más ese gusto tan maravilloso de aporrear botones cuando jugamos a un título de lucha. También abusa demasiado del mismo tipo de enemigos, y para poner las cosas difíciles, a veces tiende a convertirlos en esponjas de golpes. Pero aunque el sistema no sea perfecto, sí que acaba funcionando bien. Podemos cargar los golpes, empezar el combo desde la distancia, huir… La IA de los enemigos tampoco es perfecta, lo que ayuda a preocuparnos más del ataque que de la defensa.
El otro aspecto interesante del juego es su historia y su ambientación. Hay un gran mal en el Swords of Legends Online que derrotar, una colección de poderosas espadas y un amplio elenco de personajes con tendencia a traicionarse entre sí. Lo que te cuentan es muy sugerente, sobre todo porque los escenarios, las arquitecturas y el diseño de situaciones parecen sacado de un cuadro de pintura china. Pero hay problemas en el apartado técnico y en cómo la historia conecta con su mundo de juego. Los personajes apenas tienen animaciones durante las cinemáticas. Cuando uno de ellos quiere expresar sorpresa, en lugar de asombrarse, verás que en sus líneas de texto aparece escrito: “lo dice con cara de asombro”. Swords of Legends Online tiene una atractiva dirección de arte, pero le falta mucho músculo y contar con criaturas a las que vapulear más inspiradas.
Esta precariedad de medios también se nota en la forma en la que conecta lo que te cuenta su historia con lo que ocurre. Por ejemplo: te encuentras a una reina parada en mitad del campo. A dos pasos de ella hay una guerra. Te explica sin mudar el gesto que ayudes a sus soldados, que lo están pasando fatal, pero te lo cuenta como si estuviera ocurriendo en tierras lejanas y ella hubiera podido escapar de milagro. Das dos pasos y empiezas a matar enemigos. Vuelves a ella y se alegra mucho… Es raro. Y todo el tiempo se produce esta disonancia, esto tan extraño, esta desconexión entre la realidad del juego y lo que te explican…. Pero luego empiezas a ganar habilidades, te dan misiones, consigues nuevos poderes, compras ropa con todo el dinero que te dan y lo muchísimo que te premian, y juegas y juegas y juegas… Porque eso sí, como ocurre con Genshin Impact, sabe muy bien cómo enganchar. Si entras aquí, te costará salir. Por cada paso que das, te premian, por cada lugar nuevo al que llegas, te premian. Y si decides dejar de jugar, te premian si sigues jugando.
No el mejor MMORPG, pero sabe cómo engancharte
Pese a estos problemas técnicos y narrativos, el juego tiene buenas ideas en su combate. Cuenta con sistemas para hacerte tu propia casa, está muy guiado por su historia y se puede disfrutar solo. El juego aparecerá en Steam a lo largo de verano de 2021 por un precio de 39,99€. Y ya os digo que estos errores que he mencionado quedan subsanados por la forma que tiene de atraparte. Como he dicho al principio del artículo, al juego le falta algo más de personalidad en la base de su estructura, pero es un buen ejemplo del camino que quiere llevar el desarrollo del país en lo que se refiere a los MMORPG.