El infalible Nathan Drake vuelve a la carga. Lejos de contentarse con hacerse con el oro de los españoles en el primer Uncharted, el aventurero se embarca en una nueva aventura, esta vez tras los pasos de Marco Polo. PlayStation 3 vuelve a demostrar la ferocidad de su hardware con Uncharted 2: Among Thieves. Aventuras, plataformas y acción en estado puro.
No podía tardar mucho. Con el sobresaliente Uncharted: Drake’s Fortune lanzado a finales del año pasado, todo hacía indicar que la campaña navideña de 2009 previsiblemente afrontaría el lanzamiento de una nueva entrega de las aventuras del divertido e icónico aventurero.
Uncharted 2: Among Thieves es el nuevo y exorbitante proyecto de los siempre interesantes Naughty Dog, y con él pretenden pulir los pocos elementos irregulares de su antecesor, y al mismo tiempo agregar una serie de mejoras gráficas y jugables que resultarán apabullantes para el usuario.
Nathan Drake tiene nueva “amiga”, nuevos escenarios y un buen puñado de nuevas acciones y movimientos. ¿La intención? Convertir a las series Uncharted en un referente de acción y aventuras contemporáneo que complemente en otros sentidos a God of War. Descubre junto a 3DJuegos si sus creadores van por buen camino.
Entre Ladrones
Por desgracia, o por suerte según se mire, los chicos de Naughty Dog están llevando con un secretismo de lo más escrupuloso todo lo que hace referencia al complejo guión que nos llevará de la mano a través de Uncharted 2. No obstante hay una serie de elementos que sí han sido anunciados, y otros que tras investigar podemos ir adelantando.
En Among Thieves se cortan radicalmente los lazos familiares que había tras Drake’s Fortune, y que versaban sobre una relación sanguínea de Nathan, el protagonista, con el pirata azote de los españoles Francis Drake. Eso sí, la intención del estudio norteamericano es una vez más la de tratar de profundizar en eventos históricos, y es por ello por lo que en esta ocasión la trama del título vuelve a girar en torno a un personaje sobradamente conocido: Marco Polo.
Estamos ante la figura de un famoso mercader y explotador veneciano que fue uno de los primeros hombres europeos en recorrer oriente. Sus espectaculares aventuras se llevaron a cabo entre los siglos XIII y XIV, y su condición de inagotable viajero se ajustan a la perfección al nuevo aspecto más global de Uncharted 2.
En esencia lo que se quiere conseguir con esta segunda parte es básicamente ampliar mucho el espectro de decorados del juego, y abandonar esa aparente unión irrompible entre la primera entrega y los escenarios selváticos. En Among Thieves tan pronto estaremos en una ciudad nepalí, como trepando por las cumbres del Himalaya o peleando a lomos de un desconchado tren a toda velocidad. Todo ello para tratar de hacernos con la piedra Chintamani, el mítico artefacto que según las tradiciones hindúes y budistas poseía misteriosas propiedades relacionadas con la mente y la telepatía para quien la poseyera.
Para esta exhaustiva búsqueda Drake contará con la ayuda de Chloe Frazer, otra dura cazadora de tesoros con la que formaremos equipo en esta ocasión. Lejos de la delicada y frágil Elena de la primera parte, la protagonista de Among Thieves es una áspera australiana muy ducha en el manejo de armas. Por supuesto no le faltará atractivo, puesto que debe haber la habitual tensión sexual entre la pareja, y ya podemos adelantar que Chloe y Nathan parecen mucho más unidos de lo que nuestro intrépido protagonista pudo estarlo con Elena.
Comienza la Aventura
Nadie se ha quedado de brazos cruzados en Naughty Dog, y parece que se ha empleado el desarrollo de Uncharted 2 no sólo para dar un lavado de cara a la primera entrega en términos de localizaciones, sino también para impulsar la jugabilidad en abundantes factores que enriquezcan la experiencia del usuario.
Comenzaremos por uno de los detalles que más ha llamado nuestra atención, y es el de la introducción de un componente de sigilo a la fórmula. El estudio responsable se apresura a remarcar que esto no significa que estemos ante un Metal Gear o un Splinter Cell, simplemente ofrecerá más alternativas al usuario a la hora de superar los diferentes retos.
En resumen. No tendremos obligación alguna de emplear la sutileza y la discreción, pero el videojuego nos recompensará si lo hacemos con situaciones que claramente se prestan a ello lejos del aparatoso espectáculo de acción del original. Así podremos espiar a los guardias patrullando por los escenarios, estudiar sus movimientos y tratar de acabar con ellos mediante ejecuciones silenciosas. De este modo estrangular por la espalda a los enemigos, o golpearles rápidamente contra una pared para dejarles sin sentido serán sólo algunas de las amplias alternativas que tendremos en este campo.
No obstante, tenemos que insistir, que nadie se equivoque y piense que hay obligación alguna de emplear el sigilo durante el juego, y es que si somos amantes de la adrenalina y las balas podremos superar la campaña al completo empleando pólvora y munición indiscriminadamente.
Ahí vuelve a entrar en juego el sistema de coberturas, que en esta ocasión ha sufrido un importante lavado de cara para ofrecer posibilidades más dinámicas. No sólo porque la IA del enemigo ha avanzado muchísimo y es ahora un rival más desafiante y menos estático, sino porque también el propio Nathan ha ganado en posibilidades para sus movimientos.
Ahora podremos desplazarnos mientras disparamos cuando estamos a cubierto, lo que nos ayudará a esquivar las balas de los oponentes y no ser blancos tan fáciles. Por su parte también se ha simplificado de forma muy seria el procedimiento para lanzar granadas, suprimiendo el empleo de Sixaxis; y también se han incorporado nuevas rutinas de atención en los enemigos. ¿En qué se traduce todo esto? Pues en que estos detalles se convertirán en matices que nos permitirán llevar a cabo nuevas maniobras para despistar a los rivales; como podría ser, por ejemplo, la de disparar desde un lado y rápidamente y a cubierto desplazarnos hasta el contrario, haciendo que los tiradores piensen que seguimos donde comenzamos.
Sin embargo cualquiera que tuviera oportunidad de disfrutar de la memorable primera parte de la saga, también estará al corriente de que la acción y los disparos son sólo un componente más de todo el cóctel de emociones que supone Uncharted. El otro elemento que más brilla es el de las plataformas y las aventuras, donde también Among Thieves ha experimentado muchos cambios.
En primer lugar se ha optado por simplificar determinados mecanismos que, según sus creadores, cohibían el apartado jugable. El sensor de movimiento se ha suprimido para las partes en las que Nathan deba guardar el equilibrio, y se ha optado por un sistema algo más sencillo que le otorgue mayor dinamismo a toda esta faceta del videojuego.
Otra parte que sufre cambios es la de los QuickTime Events, que también se suprimen para la secuela tal y como los conocíamos en el original. Seguirá habiendo situaciones espectaculares en las que debamos usar nuestros reflejos, pero estas serán mucho más habituales y requerirán de mayor interacción por parte del jugador. Se acabó, por lo tanto, el limitarnos a pulsar a tiempo un botón y ver como el protagonista lleva a cabo un espectacular movimiento sin apenas contribución por nuestra parte. En Uncharted 2 somos nosotros quienes desplazamos a Drake en estas secuencias, con lo cual parecerán mucho mejor enlazadas con el resto del videojuego.
Bello por Naturaleza
Uncharted fue, para muchos, el mejor videojuego de PlayStation 3 en la faceta gráfica, y lo cierto es que estaba a la altura de otros referentes de la consola como Ratchet & Clank o Assassin’s Creed. Sin embargo hace unos días los creadores del videojuego se desmarcaban del sentimiento general, sosteniendo las sorprendentes declaraciones de que en la primera parte tan sólo habían empleado “un 30-40% del potencial de la consola”, y que para la segunda entrega andarían mucho más cerca del 100%.
¿A qué se ha dedicado este desaforado aumento en el uso de hardware? Pues a mejorar un buen puñado de factores que ya presentaban un aspecto fenomenal en la primera entrega. La luz, las sombras, los fluidos, la relación de los personajes con el entorno que pisan y tras el que se cubren… El cambio visual puede que no sea pasmoso, puesto que ya el original era un fascinante ejercicio gráfico, pero lo cierto es que la mejora es amplia y notoria.
Otro de los aspectos más fantásticos del apartado tecnológico hace referencia a las animaciones del propio Nathan. Si ya la primera entrega fue alabada unánimemente por el realismo de su protagonista, la segunda va a rizar el rizo ofreciendo todavía más variedad de acciones y movimientos. Si Drake está herido caminará cojeando o molesto con gran esfuerzo, si lo hace a través del agua sus pasos se verán entorpecidos por el líquido, y si lo hace a través de la nieve el efecto será todavía más impresionante, con el aventurero abriéndose paso a duras penas.
Esto, sin embargo, no se queda ahí, puesto que todavía hay muchas más gamas que amplían el catálogo de movimientos, y no únicamente relacionadas con elementos naturales. El ejemplo del sobradamente publicitado nivel del tren será la muestra más recurrente del trabajo de Naughty Dog en este sentido, y veremos como el héroe pierde muchas veces el equilibrio y como su caminar se ve severamente coartado por el incontrolable movimiento de los vagones con gran veracidad y realismo.
Sin embargo no todo lo que gira en torno a lo tecnológico en Uncharted 2 tiene que ver con las mejoras gráficas, y es que también se trabaja muy duro sobre un detalle que según Naughty Dog hará que la integración entre cinemáticas y secciones jugables sea total: Los tiempos de carga. O mejor dicho, la ausencia de tiempos de carga.
Una vez que introduzcamos el disco de Among Thieves en nuestra PlayStation 3 asistiremos al primer y último tiempo de carga del videojuego, puesto que el videojuego unirá en una simbiosis perfecta los videos que nos narran la historia con toda la parte en la que nosotros tomamos parte. La idea de sus creadores en este sentido es la de introducir al jugador lo mejor posible en la aventura, y que la inmersión sea total.
En definitiva todo parece indicar que Uncharted 2: Among Thieves superará las cotas de calidad de la entrega con la que debutaron las series, Drake’s Fortune. Para ello se ha apostado no sólo por robustecer el apartado gráfico, sino por dotar de más variedad y desafíos a la vertiente jugable, la verdaderamente importante. Una cita ineludible, por lo tanto, para los aventureros y un nuevo must-have para PlayStation 3.